ADN del crimen. Fuera del radar aparece el peligro de los usurpadores VIP
A diferencia de las 1400 familias que, durante casi cien días, ocuparon terrenos descampados en Guernica, la banda integrada por un operador inmobiliario de Lomas de Zamora, una abogada y un comerciante prefería apoderarse de casas de alto valor comercial en zonas residenciales de Temperley, Adrogué y Recoleta.
El grupo delictivo fue conocido como la banda de los usurpadores VIP debido a la clase de propiedades que elegían ocupar, porque no tenían problemas de vivienda y porque el presunto jefe vivía en una lujosa mansión de Temperley.
"¿Por qué querés el boleto, si igual mañana no vas a tener la firma de la vieja para un perito...? Yo el boleto lo hago y quién lo firma: Montoto; yo tengo los datos de la mujer y listo", expresó uno de los acusados en una conversación telefónica incorporada durante el juicio oral. Esas escuchas fueron reproducidas en el debate y sirvieron para probar la participación de los tres imputados en la usurpación de la vivienda de la artista plástica Nelia Licenziato, en el llamado barrio inglés de Temperley.
Las armas utilizadas por la banda de usurpadores VIP para apropiarse de los inmuebles eran la falsificación de testamentos, la elaboración de pagarés por deudas que nunca se contrajeron y la búsqueda de casas donde se acumulaban grandes cantidades de boletas de impuestos. Así determinaban el número de catastro de la vivienda y si había herederos legítimos.
"Yo te peleo hasta con el hermano reclamándomelo, así que imagínate lo que puedo hacer sin nadie. Yo no tengo límite", agregaba el interlocutor identificado como Eduardo en la conversación telefónica con su suegra mantenida a mediados de agosto de 2011.
En las últimas horas, la Suprema Corte de Justicia bonaerense rechazó los recursos extraordinarios de nulidad e inaplicabilidad de la ley presentados por los abogados de los acusados. A partir de esta resolución de 88 páginas dictada por el máximo tribunal bonaerense quedó confirmada la condena de entre tres años y 18 meses de prisión, en suspenso, contra el broker inmobiliario Eduardo Salvadores, la abogada Rosana Capotosti y el comerciante Ricardo Manestar.
Durante un juicio oral realizado en noviembre de 2017, el juez en lo correccional de Lomas de Zamora, Ignacio del Castillo, condenó a Salvadores a tres años de prisión en suspenso, al considerarlo presunto responsable de la usurpación de la casa de Margaret Sheila Henderson, la falsificación del testamento de Licenziato y la tenencia ilegal de un arma de fuego.
Al dictar la sentencia, el juez Del Castillo condenó a un año de prisión en suspenso a Manestar, al considerarlo responsable de la usurpación de la casa de Henderson, que por un testamento había sido cedida a la Asociación de Beneficencia Británica Norteamericana (BABS). Mientras que la abogada Capotosti fue condenada a un año y medio de prisión como presunta coautora de la usurpación de la casa de Henderson y la por el intento de falsificación del testamento de Licenziato.
En 2018, la Sala II de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Lomas de Zamora, integrada por los jueces Pablo Little y Alejandro Rojas, rechazó los recursos presentados por los letrados de Salvadores y los otros acusados y dejó firme la sentencia dictada por el juez Del Castillo.
Una cadena y un candado
Margarita La Moglie vivía frente a la casa de Henderson, en Aviador Fernández 393, y se encargaba de ventilar el chalet y regar las plantas, mientras que otra vecina se ocupada de alimentar a Foxi, la mascota de Sheila, tal como conocían a Henderson en el barrio inglés de Temperley. La Moglie regresó a la casa para desconectar la manguera, pero no pudo entrar en la vivienda porque le habían colocado una cadena y un candado. Entonces, la vecina advirtió que habían usurpado la vivienda.
"Voy a ver cómo esta el tema de avenida Fernández", expresó Salvadores en una conversación telefónica que mantuvo con un amigo. "¿La casa de la inglesita?", preguntó el allegado al operador inmobiliario. "Nadie lo sabe, pero yo estoy ahí adentro. Tengo que armar las cosas", agregó Salvadores, al jactarse de que había tomado la vivienda. "Está viviendo una familia; tengo una mujer metida ahí adentro. Lo que pasa que ahora tengo que ver cómo armamos las cosas", relató Salvadores, según se consignó en las grabaciones de las escuchas telefónicas expuestas en el juicio oral.
Según fuentes judiciales, Salvadores y sus cómplices no lograron "armar las cosas" para apoderarse definitivamente de la casa y venderla porque no consiguieron los elementos necesarios para poder falsificar firmas que les permitieran elaborar un testamento apócrifo que pudieran inscribir en un juzgado civil.
Dicha maniobra se frustró, entre otros motivos, porque, alertados por los vecinos, los responsables de la BABS radicaron una denuncia por usurpación de la vivienda que pertenecía a Henderson.
Dos policías concurrieron a la casa y fueron recibidos por la pareja que ocupaba la vivienda. Allí, la mujer negó ser una usurpadora, mostró un contrato de alquiler y mencionó a Salvadores.
En otra escucha telefónica, Salvadores expresó su disgusto con su cómplice Manestar por haber instruido de forma deficiente a la pareja usurpadora debido a que invocaron su nombre cuando, en realidad, debía mantenerse oculto.
El caso de la artista Licenziato
La usurpación de la casa de Henderson fue descubierta de casualidad por los investigadores que, en realidad, seguían los pasos de Salvadores por la denuncia de los familiares de la artista plástica Licenziato, fallecida el 23 de julio de 2007.
Licenziato nunca se casó y no tuvo hijos. Por lo tanto, su sobrina, Olga, se hizo cargo de la casa de Amenedo 130, en Temperley, a partir de la presentación de un testamento supuestamente falso, elaborado por Salvadores. Luego del fallecimiento de Licenziato, la sobrina firmó un poder general judicial en favor de Salvadores y la abogada Capotosti.
Al mismo tiempo Salvadores presentó pagarés a su favor firmados por Licenziato en los que, ante la falta de pago de una sola de las cuotas, la artista plástica cedía todos sus inmuebles al operador inmobiliario.
A partir de la reconstrucción del hecho realizada por los investigadores se determinó que, primero, el operador inmobiliario intentó obtener una declaratoria de herederos a su favor en un juzgado civil de Lomas de Zamora.
Sin embargo, su maniobra fracasó porque los familiares de Licenziato habían presentado un reclamo previamente. Entonces, presentó los pagarés falsos, confeccionados a partir de firmas de Licenziato realizadas en papeles en blanco, en dos juzgados porteños.
Para concretar el apoderamiento de los inmuebles, el acusado incluyó el testamento apócrifo que había realizado en favor de la sobrina de la pintora fallecida, a quien le había comprado los derechos hereditarios sobre las propiedades de Licenziato a cambio de $ 160.000, un valor muy inferior al precio de mercado de la casa de Amenedo 130, en Temperley, y los dos departamentos situados en Recoleta. Al allanarse la casa de esa artista plástica fueron recuperadas más de 1300 obras que formaban parte de su trabajo y su colección.
Debido a que las condenas que les impuso la Justicia tienen una expectativa de penas inferior a tres años de cárcel, ninguno de los integrantes de la banda de usurpadores VIP estuvo detenido
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