Acuchillaron en la cara y en el abdomen a un colectivero en González Catán
Un chofer de colectivos fue acuchillado en la cara y en el abdomen por un delincuente cuando conducía un interno de la línea 86 y 193 a la altura de la localidad de González Catán. El asaltante le robó un bolso con documentos, objetos personales y 10.000 pesos, y como consecuencia del ataque debió ser asistido en un hospital de La Matanza, donde le aplicaron 14 puntos para suturar las heridas que sufrió.
El hecho ocurrió anoche, poco antes de la medianoche, cuando la víctima, Leonardo Rodríguez, iba al volante del interno 1157 de la empresa Duvi S.A. y le faltaba poco para llegar a la cabecera de la línea, en el kilómetro 32 de la Ruta 3. El colectivo estaba casi vacío.
Cuando la única pasajera que tenía se levantó y tocó timbre para bajar en la calle Sáenz, a la altura de la estación de trenes de González Catán, el conductor abrió la puerta trasera y por allí mismo se metió un hombre que vestía un camperón y barbijo, y le dijo: "Capo, ¿no me llevás gratis? Estoy esperando el bondi hace más de una hora y no llega. Voy al Mercado Central a laburar. La única plata que tengo es para pagar ese boleto".
Rodríguez entendió rápido: ese hombre quería ir a la terminal a esperar el colectivo que iría en la dirección contraria, hacia la Capital. "Sí, no hay problema", le respondió. Acostumbrado a llevar trabajadores al Mercado Central, en ningún momento sospechó que ese ocasional pasajero podía entrañar un peligro, así que siguió avanzando lo poco que le quedaba del recorrido que hace desde hace casi tres años.
Fue sentado en la parte trasera del colectivo, y antes de que llegaran a la Ruta 3, el sujeto se levantó y se sentó en la mitad del colectivo. "¿Todo bien, chofer?", preguntó. "Sí, todo bien", respondió Leonardo.
El colectivo avanzó otro poco, y el hombre del camperón volvió a levantarse, se ajustó una bufanda contra la cara y se paró junto al colectivero.
-Abrime la puerta-, le dijo.
-No puedo abrirte porque acá no es la parada. Y si te pasa algo yo soy responsable-, le respondió el chofer.
-¡Abrime la puerta que te voy a re chorear! ¡Dame las zapatillas, el celular, la billetera... Dame todo!-, le lanzó, agresivamente.
Leonardo Rodríguez quedó paralizado; el asaltante, ya totalmente exaltado, lo golpeó con un arma de filo: le abrió una profunda herida a un costado del rostro.
Mientras el delincuente lo golpeaba, y el colectivo seguía la marcha en zigzag, el chofer intentaba defenderse como podía. "Yo quería abrir la puerta, pero me pegaba rodillazos, trompadas. No me dejaba levantar del asiento", contó Leonardo.
Fuera de control, el colectivo chocó contra el cordón de una playa de estacionamiento. Recién ahí Rodríguez pudo abrir la puerta. Antes de bajar, el delincuente le asestó dos puntazos en el abdomen y le arrebató un bolso, en el que el chofer tenía la billetera con 10.000 pesos, un parlante potenciado para escuchar música, un mate, un frasco con yerba y toda la documentación".
Javier, un automovilista que circulaba justo detrás del colectivo cuando ocurría el robo, intuyó que algo pasaba por la sinuosidad del movimiento de la unidad. Cuando vio que un hombre enfundado en un camperón saltó y salió a la carrera, detuvo la marcha y se acercó.
"Yo creo que a ese señor me lo mandó Dios. El hombre venía en un auto detrás de mí. Vio que el colectivo estaba zigzagueando, y era porque estaba peleando con el ladrón" contó Leonardo. El automovilista llamó inmediatamente al 911. "Se quedó conmigo hasta que me llevaron al hospital", resaltó Rodríguez, que fue llevado en un patrullero al Hospital "Simplemente Evita", del kilómetro 32 de la Ruta 3.
"Apenas llegué me cosieron" explicó Leonardo. Recibió 12 puntos de sutura en la cara y otros dos en el abdomen, uno por cada puntazo. Por el rasgo profundo y fino de las heridas -en especial, la de la cara, que tuvo un profuso sangrado-, el médico que lo atendió le dijo que, probablemente, hubiesen sido hechas con una trincheta.
Leonardo Rodríguez afirmó que los hechos de inseguridad son moneda corriente para los empleados de Duvi S.A. Contó que, semanas atrás, un compañero suyo recibió un tiro en el abdomen.
Reclamos
A raíz del hecho, los delegados de la empresa se reunirán en las próximas horas con autoridades policiales de La Matanza para reclamar mayor seguridad y controles en las rutas y calles.
En tanto, Claudia Rodríguez, prima del colectivero herido, pidió ayuda para recuperar al menos los documentos de su primo. "Si alguien encontró la documentación que la acerque a la comisaría o se contacte con la familia, como también con la empresa de colectivo".
También pidió protección para su primo y los compañeros: "¿Dónde está la seguridad que les prometen a los choferes cada vez que pasa un hecho como este? Hoy podría haber otro colectivero muerto por la delincuencia. Después, si le hacés algo al delincuente vas preso, como el jubilado de Quilmes", finalizó la mujer.
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