“Acá lo encontré al rata”. Descubrió en la estación Constitución a uno de los hermanos que mató a una chica y quemó su cuerpo
Favio Resquín fue arrestado como uno de los autores del femicidio de Candela Azoya, de 17 años, ocurrido a fines de noviembre pasado en Lomas de Zamora
- 4 minutos de lectura'
El azar dispuso que Anabella se topara, en uno de los andenes de la estación Constitución del ferrocarril Roca, a uno de los asesinos de su prima Candela Magalí Milagros Azoya, cuyo cadáver carbonizado, reducido prácticamente a huesos quemados, fue hallado entre restos de basura en un terraplén de Villa Centenario, en Lomas de Zamora, el 29 de noviembre pasado. “Mirá tía, se va a hacer justicia. Acá lo encontré al rata… a uno de los ratas, porque al otro no lo vamos a poder encontrar…”, dijo, mientras filmaba a un hombre que caminaba y no atinaba a responder, ni siquiera a mirar a la chica que lo acusaba.
Cuando la policía lo retuvo él dijo que no era quien decían que era. Dio otro nombre y apellido e incluso mostró un carnet de discapacidad con otra identidad. Pero apremiado por las preguntas de los uniformados terminó por admitir que era Favio Hernán Resquín, de 42 años, que junto a su hermano Juan, de 39, fueron los últimos en ver con vida a Candela, que tenía 17 años y fue asesinada la noche del 27 de noviembre en un domicilio de la calle Terrada, en Ingeniero Budge.
El mayor de los hermanos Resquín fue arrestado ayer. Es el segundo detenido por el femicidio. El otro, Alan Daniel Vega, de 30 años, fue detenido como partícipe necesario del crimen, ya que se constató, a partir de la revisión de imágenes de cámaras de celular de la vía pública, que él colaboró con el traslado del cadáver de la chica desde la casa de la calle Terrada hasta el cruce de la calle Quiroga y las vías del tren, en Villa Centenario, donde el cuerpo fue arrojado a una pira sobre restos de basura.
Lo último que la familia de Candela supo de ella es que el 27 de noviembre salió de su casa para ir a la Plaza Santa Marta a comprar unas zapatillas, según le dijo a su madre, Sandra Azoya. La chica no regresaba, pero ella inicialmente no se preocupó, porque supuso que la adolescente habría ido al domicilio de su padre. Cuando el hombre sostuvo que su hija no había estado con él, la madre realizó la denuncia por averiguación de paradero en la comisaría de Ingeniero Budge.
Dos días después, un llamado al 911 reportó que entre restos de basura quemada había un pie humano semicalcinado, huesos carbonizados y prendas de vestir. Convocada por los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora, Sandra Azoya reconoció las ropas como las que vestía su hija cuando salió de casa.
A partir de ese momento los acontecimientos de la investigación se precipitaron. La Sub DDI de Lomas de Zamora recibió el testimonio de un testigo de identidad reservada; el declarante dijo que el miércoles 27 de noviembre a las nueve de la noche había ido a la casa de los hermanos Resquín a comprar drogas; les pidió pasar a consumirla, como lo hacía habitualmente, pero le negaron el ingreso porque “su amiga Candela estaba durmiendo”. Sostuvo que horas después, a la 1.30 del jueves 28, los Resquín le pidieron un carro de mano para ir a tirar basura a las vías, y que metieron en su interior un bolso de lona grande, basura y un envase con nafta. En ese bolso de lona grande estaba el cuerpo de la chica.
El testigo aportó otro dato: que la adolescente había llegado al domicilio de la calle Terrada con su primo Carlos, que precisamente estaba desaparecido desde el 27. La policía lo rastreó y lo aprehendió el 30 de noviembre.
Acto seguido, los detectives advirtieron que el testigo de identidad reservada había omitido un dato crucial: que su participación en el hecho no se había ceñido solo a aportar el carro: las cámaras captaron a Vega “con activa participación a la hora de la quema del bolsón que contenía el cadáver de la víctima, portando la botella con combustible y asistiendo a Favio Resquín llevando el bolsón con el cuerpo dentro del carro en dirección al lugar del hecho”, según se informó. Fue detenido el 5 de diciembre, como partícipe necesario del crimen. En los allanamientos posteriores se secuestró a ropa deportiva que Vega vestía en ese momento.
Desde ese momento, entonces, la pesquisa se enfocó en ubicar a los hermanos Resquín. Ayer, en Constitución, la prima de la víctima perseveró y consiguió encontrar a uno de los asesinos. Falta el otro.
Otras noticias de Femicidio
- 1
Abuso en el cuartel. Procesaron al jefe de la banda militar de un regimiento por acosar sexualmente a una subalterna
- 2
Extraditaron al dueño de la cocaína traficada por “mulas” reclutadas por un estudiante universitario
- 3
En un contexto de violencia de género, una mujer mató a su expareja de un disparo por la espalda
- 4
El guitarrista de Virus Julio Moura es investigado por la muerte de su pareja en medio de un juego sexual