Dos investigaciones, una federal y una provincial, trabajan sobre las denuncias de más de 300 víctimas que apostaron su dinero en una supuesta plataforma que trabajaba con stablecoins
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Cientos de salteños quedaron atrapados en una maniobra que la Justicia investiga como una ciberestafa, un mix de esquema piramidal y fraude puro. El vehículo era una plataforma de inversión que operaba con stablecoins, criptoactivos que mantienen su valor con respecto a, por ejemplo, el dólar, pero que, además, ofrecía un retorno impactante: 100% en 35 días. Era demasiado bueno para ser cierto, como suelen explicar los expertos en cibercrimen cuando advierten qué señales hay que tener en cuenta para saber si se está ante un engaño cuyas consecuencias después se lamentarán.
Tenía todas las características de un Ponzi: la pantalla publicitaria de una estructura sólida, con trayectoria internacional; una oferta muy atractiva y la promesa de ganancias rápidas y generosas; la posibilidad de maximizar los beneficios y posicionarse mejor en la pirámide de inversores si se aportaba “referidos”, y, al final del corto camino, la debacle: la caída del sistema, el cese abrupto de operaciones y el tendal de damnificados que, de un momento a otro, ven que su dinero se escapa a través de un agujero negro.
Dos investigaciones confluyeron: una, a cargo de la fiscal Sofía Cornejo, directora de la unidad especializada en Ciberdelincuencia del Ministerio Público de Salta, y otra, delineada por el jefe de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci) del Ministerio Público Fiscal de la Nación, el fiscal Horacio Azzolín. Ambos fiscales, con sus equipos, coordinaron tareas para recolectar evidencias. Las pesquisas comenzaron el mes pasado, en el momento de la caída de Yomigt, la plataforma de inversión en cuestión. Y ya tiene seis imputados, dos de ellos, con prisión preventiva dictada, como partícipes necesarios de los delitos de “asociación ilícita y estafa”.
Azzolín le remitió su investigación preliminar a Cornejo que había comenzado “a partir de una gran cantidad de reportes recibidos durante el mes de noviembre de 2023, dando cuenta de una presunta estafa piramidal cometida a través de la plataforma de inversión denominada Yomigt, a través de la cual se habría incentivado a varias personas a invertir sus fondos bajo la promesa de obtener ganancias altamente redituables en criptoactivos”, según consta en el dictamen, al que tuvo acceso LA NACION.
Esos reportes fueron hechos por los eventuales damnificados al canal de denuncias de la Ufeci denunciasufeci@mpf.gov.ar a partir del 24 de noviembre, día en que “los reportantes indicaron que la plataforma habría dejado de funcionar, viéndose imposibilitados de retirar sus fondos”.
El equipo de Azzolín determinó, a partir de los 36 reportes recibidos, que a través de Yomigt, que operaba con Tether (USDT) –un criptoactivo estable que se caracteriza por mantener un valor equivalente a otros activos fiduciarios como el dólar estadounidense–, se habría incentivado a las víctimas para que invirtieran su dinero bajo la promesa de obtener ganancias altamente redituables.
“La aplicación se habría promocionado en la ciudad de Salta, al parecer, en el hotel Alejandro I, en donde se habrían captado a potenciales inversores que confiaron en el proyecto y comenzaron a invertir sus fondos, en la medida en que se prometían ganancias en USDT con rentas del 100% a 35 días.
El proyecto también incentivaba a captar otros inversionistas mediante un sistema de referidos que posicionaba a los usuarios en distintos niveles, los cuales les otorgaría, según el nivel VIP obtenido, mayores beneficios”, sostuvo el fiscal en su informe preliminar. A los inversionistas se les recomendaba “hacer un seguimientos” de sus “invitados” para lograr que “ellos tengan resultados y crezcan económicamente” para que, con eso, las “comisiones” de los referentes crecieran “día a día”.
“Desde luego, a medida que los inversionistas ascendían de nivel (captando o reclutando otros inversores) sus ganancias se verían incrementadas según el siguiente esquema, todo lo cual, como dijimos, incentivaba a los interesados a buscar mayores inversionistas”, sostuvo Azzolín en su dictamen.
Había un “extra” que hacía todavía más atractiva la propuesta: a los inversionistas se les informaba que la plataforma de inversión utilizaba la inteligencia artificial para tomar mejores decisiones de mercado y, de ese modo, ganar comisiones diarias mucho más redituables.
Los interesados confiaron en el emprendimiento no solo porque había sido promocionado presencialmente, sino porque, según esos promotores, la empresa Yomigt Inc. se había fundado en Colorado, Estados Unidos, en 2018, y su sede principal estaba en la ciudad de Nueva York. “La compañía tendría como objetivo proporcionar financiamiento tecnológico de alta calidad, finanzas digitales y campos de tecnología de Internet para clientes y empresas. Además, en lo que aquí interesa, se dedicaría a la gestión de activos digitales y comercio electrónico basado en la Blockchain y otros campos”, dijeron.
Así las cosas, los que entraron al esquema recibieron un tutorial que les explicaba qué hacer. Para operar con la aplicación, los interesados debían descargar la plataforma y registrarse en ella, momento en el que se les acreditaban 3 USDT gratuitos, lo que los incentivaba a invertir aún más dinero. Luego, transferían sus criptoactivos desde sus billeteras virtuales –principalmente, Binance y Lemon Cash– a la plataforma de Yomigt, donde veían reflejadas sus ganancias.
Según la hipótesis de la Ufeci, “las víctimas enviaron sus criptoactivos a direcciones de pago controladas por los presuntos estafadores, bajo la creencia de que los fondos se acreditarían en la plataforma de inversión ofrecida”.
Lo concreto es que las víctimas “fueron contestes en cuanto a que, luego de invertir sus fondos, la aplicación dejó de funcionar no pudiendo, en consecuencia, obtener las ganancias prometidas ni tampoco recuperar sus inversiones”.
Algunas víctimas mencionaron que en tiempos cercanos a la caída de la aplicación, les habría llegado una notificación que indicaba supuestas aperturas de cuentas maliciosas lo que habría generado un colapso de la plataforma. En esa notificación se les decía que, luego de que “el departamento técnico” de la plataforma hubo de completar “el trabajo de reparación”, los inversores debían completar unas “verificaciones” de fondos y de retiros, por lo cual debían “invitar a nuevos usuarios” y “recargar un pedido superior a 100 USDT” durante “tres días consecutivos”. Eran los clavos en la tapa del cajón.
Los fiscales especializados en ciberdelincuencia lograron establecer que las cuentas de Instagram a nombre de Yomigt Argentina o Salta, desde las cuales se promocionaba la jugosa inversión, fueron creadas en noviembre, es decir, el mismo mes en que hicieron la promoción, la captación de fondos y el cierre relámpago para atrapar el dinero de los inversionistas.
En paralelo, la fiscal Cornejo daba cuerpo a la causa sobre la base de las denuncias de unos 300 estafados en Salta. Los rastreos de IP le permitieron identificar a cinco presuntos implicados en la estafa, por lo que solicitó a la jueza de Garantías de Salta Ada Guillermina Zunino el allanamiento de una serie de domicilios. Los procedimientos se llevaron a cabo el 30 de noviembre y tuvieron como objetivos organizadores de eventos promocionales y a promotores de la aplicación. Fueron indagados y quedaron imputados como partícipes necesarios de los delitos de asociación ilícita y estafa. Dos de ellos, con prisión preventiva.
En las últimas horas fue arrestado un sexto sospechoso; se negó a declarar y continúa detenido a la espera de que se resuelva su situación procesal.
En tanto, los equipos encabezados por Azzolín y Cornejo trabajan sobre dos líneas: dilucidar, a través de investigaciones de direcciones web y de proveedores de Internet, quiénes son las personas que abrieron las cuentas de Facebook e Instagram de la plataforma fantasma, y “trabajar con la ruta del dinero a partir de las direcciones de pago hasta el momento conocidas y las que podrán conocerse, todo esto no solo a los fines de detectar beneficiarios finales que permitan avanzar en el factor de atribución, sino también en procura de recuperar los activos obtenidos como producto del delito y, quizás, detectar un eventual circuito de reciclaje”.
Recomendaciones de la Ufeci:
- Antes de invertir en este tipo de plataformas, busque información en línea, la reputación de las empresas y si, mínimamente, están registradas ante las autoridades competentes para ofrecer este tipo de servicios.
- Sospeche de los rendimientos excesivamente altos.
- Desconfíe de ofertas de este tipo que circulan por redes sociales o servicios de mensajería.
- Nunca efectúe aportes de dinero ni realice transferencias sin haber verificado la legitimidad de la oferta.
- No brinde información personal ni bancaria a través de plataformas digitales ni telefónicamente.
- En caso de resultar víctima, puede reportar los hechos a la casilla denunciasufeci@mpf.gov.ar.
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