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Un curso para aprender a cuidar: por qué hablamos de un aspecto humano único para el futuro
Desde 2002 la Fundación Osde brinda, en asociación con ONG´s, municipios e instituciones públicas y privadas, una capacitación teórico práctica orientada a todas aquellas personas que quieran desempeñarse como cuidadoras profesionales. Las experiencias, la emoción de la entrega de diplomas y el espíritu de un curso que ya cuenta con 4353 recibidos.
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La rutina resulta todos los años parecida: una persona se despierta más o menos temprano, probablemente desayune y se vaya luego a trabajar, tal vez almuerce después algo rápido. Seguramente dedicará un momento a preparar su ambo: ese mismo uniforme que de hoy en más será parte de su identidad. Y se lo ponga, y emprenda el viaje que lo llevará hasta ese escenario donde recibirá un diploma, y aplausos, y también abrazos de esos familiares que, finalmente entenderán el valor de tantas horas robadas al ocio. No todos los días uno se despierta sabiendo que a partir de esa tarde su vida no será la misma. Y sin embargo, en este caso sucede.
Es esa la escena que se reproduce por decenas en cada entrega de diplomas del curso de Asistente en el Arte de Cuidar, y se multiplica por cientos y miles si se considera a todas las personas que vienen egresando desde 2002. El número exacto impacta: ya son 4353 los profesionales que recibieron su diploma de parte de Fundación OSDE y de cada uno de los municipios y organizaciones que vienen trabajando en el desarrollo del curso.
¿Qué hace falta para ser un cuidador?
Cuando se trata de cumplir un rol social, siempre es mejor brindar a las personas herramientas que les permitan desarrollarse por sí mismas antes que recurrir al asistencialismo. Por eso el curso de Asistentes en el Arte de Cuidar se propuso dar a la figura del cuidador el lugar que se merece: un oficio que muchas veces estaba en el ámbito de la informalidad, y que –según se creía– no requería de aptitudes ni tampoco conocimientos específicos. Pero la verdad es que no cualquier persona puede cuidar.
El cuidador necesita de ciertas habilidades técnicas, aunque también de aptitudes personales que hablan de la vocación y la dedicación que cada uno tiene y que de algún modo deja en lo que hace. Y esa dedicación va más allá del entusiasmo: un curso de 202 horas obliga al compromiso, al sacrificio de modificar horarios y rutinas, a que incluso las familias deban acomodarse a los días de cursada.
Cómo se organiza la capacitación
El curso se lleva adelante mediante la articulación de Fundación OSDE con distintos municipios, universidades, ONG’s e instituciones públicas y privadas. Y es esta colaboración la que puede explicar su carácter gratuito: los docentes, las aulas, los materiales, y la institución donde hacer las prácticas son aportes colectivos, que en algunos casos se suman al aporte de patrocinadores que ayudan a cubrir gastos de honorarios docentes y viáticos.
Los cuidadores reciben una formación integral, donde cada miembro del equipo de salud brinda herramientas desde su disciplina. Enfermería y Terapia Física son aportes fundamentales y troncales, pero también forman parte del staff docente médicos clínicos, nutricionistas, terapistas ocupacionales, gerontólogos, psicólogos, neurólogos, abogados, counselors y paliativistas.
La recompensa final llega en múltiples formas: un diploma, un ramo de flores, el aplauso más fuerte para el mejor compañero, los gritos de aliento, los abrazos emocionados, las lágrimas genuinas. El agradecimiento de un paciente. Cada entrega de diplomas incluye un poco de todo eso.
Un mensaje de Whatsapp puede traducirlo en una anécdota: “Compartí fotos de la entrega de diplomas en mis estados, y mis contactos la vieron. Hoy es mi primer día de trabajo cuidando a Dora”, dice María Laura Soto, egresada del 93° Curso Asistente en el Arte de Cuidar.
En cada una de esas 4353 personas hay una historia, un escape de esa sensación de apatía generalizada que tantas veces sobrevuela todo. Es un diploma, pero también la certeza de que, de ahora en más, todo puede ser diferente.
El evento en fotos
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