Gracias a los avances científicos de las últimas décadas los profesionales de la salud descubrieron cómo se puede transformar la red neuronal de una persona y mejorar su calidad de vida
- 5 minutos de lectura'
“Son las células más importantes del cerebro y no pueden reemplazarse con otro tipo de células. Sin ellas simplemente la vida humana como la conocemos no existiría”, declara a LA NACION Celeste Esliman (M.N. 152999) médica neuróloga especialista en medicina del estilo de vida, respecto de la importancia de las neuronas para la vitalidad.
Ya lo dijo la especialista, en síntesis, sin la unidad básica del sistema nervioso -mejor conocida como célula nerviosa o neurona- las células no podrían recibir el oxígeno ni los nutrientes indispensables para subsistir. Para entender más a fondo su rol en el organismo, las neuronas son las encargadas de responder a estímulos físicos y químicos, conducir impulsos electroquímicos y básicamente, controlar todas las funciones voluntarias e involuntarias del organismo.
“Hay ciertas cosas que no puedo hacer, por ejemplo, no puedo caminar por las paredes ni tampoco correr una distancia de cuatro kilómetros en tres minutos. De igual manera, supongo que no puedo modificar mi cerebro... ¿o sí?”, quizá algunas personas se hayan hecho un cuestionamiento similar al planteado en esta expresión. Indudablemente, nadie puede negar que existen historias y hechos fácticos del tiempo pasado en el que se creía que el cerebro humano no cambiaba después del nacimiento; sin embargo, con el tiempo la ciencia fue demostrando lo contrario.
Autor del libro innovador y bestseller llamado “El cerebro que se cambia a sí mismo”, el psiquiatra canadiense, Norman Doidge, demuestra mediante la narración de casos de pacientes suyos cuán modificable es el cerebro. Un ejemplo que usa para poner de manifiesto su tesis es el caso de una mujer llamada Cheryl Schiltz que tenía problemas para mantenerse en equilibrio debido a que había perdido la región del cerebro encargada de esta función.
Para ayudarla, los profesionales conectaron un acelerómetro -dispositivo que mide la vibración o la aceleración del movimiento de una estructura- a la paciente para que este mandara señales que estimularan la región afectada. Tiempo después se regeneró en su cerebro una región encargada del equilibrio y Schiltz pudo recuperar el estado de inmovilidad del cuerpo y mejorar su calidad de vida.
Este caso es una prueba de lo que los médicos llaman neuroplasticidad. Un concepto que, en palabras de Doidge, es la capacidad que tiene el cerebro de modificarse a sí mismo y que le permite aprender cosas nuevas al crear nuevas conexiones neuronales.
Otra evidencia de la capacidad del cerebro para transformarse es la de una investigación titulada “Neurogénesis en el hipocampo humano adulto”. Durante la misma los estudiosos comprobaron que mediante la neurogénesis -proceso de generar neuronas funcionales a partir de células madre neurales que hasta hace algunos años se creía que ocurría solo durante estadios embrionarios y perinatales en mamíferos- el cerebro puede seguir generando neuronas incluso durante períodos avanzados de la vejez.
“Es cierto que si bien perdemos neuronas constantemente, también desarrollamos nuevas y lo que es más destacable, estas generan nuevas conexiones entre sí”, revela la Dra. Esliman. A su vez, añade que existen distintos tipos de neuronas dependiendo de su función o especialidad, “podemos decir que hay neuronas motoras, sensitivas e interneuronas -que regulan a las demás-”, enfatiza.
Neuronas: cómo cuidarlas y regenerarlas
Como mencionó la Dra. Esliman, todos los días las personas pierden neuronas, no obstante, gracias a la capacidad de neurogénesis del hombre, el proceso puede ser revertido -en varios casos-, antes de que sea demasiado tarde. “Perder neuronas constantemente está estrechamente relacionado con el estilo de vida de una persona, es decir, si uno las quiere cuidar debe ser responsable y entrenar el cerebro”, explica la profesional.
Pueden ser regeneradas, sanadas y estimuladas, para los profesionales hay varias cosas que se pueden hacer diariamente para avivar las neuronas y mejorar la salud. Entre ellas, Esliman destaca: alejarse del alcohol, el tabaco, las drogas, realizar actividad física, tener una alimentación saludable que priorice alimentos vegetales por sobre los de origen animal, garantizar un sueño reparador y aprender a gestionar el estrés que impacta negativamente, especialmente en el área de la memoria y el aprendizaje.
Según el Hospital Privado de Comunidad de la ciudad de Mar del Plata, cualquier acción que implique un cambio o un desafío es fundamental para el desarrollo neuronal. “Evite en lo posible que el cerebro se acostumbre a estímulos monótonos y limitados. Es importante enfrentarse a novedades y retos todo el tiempo”, destaca la institución. Asimismo, revelan que las siguientes actividades cognitivas son ideales para cumplir con lo mencionado.
- Emprender pasatiempos lúdicos que desafíen al cerebro. Juegos como: crucigramas, sopa de letras, sudoku, rompecabezas, búsqueda de diferencias, laberintos, ajedrez, juego de dados, juego de cartas, lotería y juegos que inviten a usar la lógica
- Realizar lecturas diarias. Está demostrado que el hábito de leer es un importante factor protector del deterioro cognitivo; lecturas como las de diarios, libros o revistas sirven para este fin
- Aprender nuevas actividades y habilidades. Según señalan desde el hospital marplatense, algunas de estas pueden ser: un nuevo idioma, deporte, música, cocina, manualidades
- Practicar actividades artísticas. Las artes estimulan el cerebro, un ejemplo de esto es el del baile ya que al hacerlo se estimula la actividad cerebral y se fomenta la creatividad; otras actividades como hacer teatro, pintar y escribir también sirven
“Está en cada uno de nosotros el querer preservar la salud del cerebro hasta el fin de nuestra vida. Podemos ser independientes, curiosos y lúcidos durante todas las etapas vitales e incluso saber que cuanto más cuidemos de este órgano más satisfacciones nos dará”, explica la Dra. Esliman.
Por último añade la profesional que para que todo esto funcione correctamente y sea efectivo, los cambios en el estilo de vida deben ser sostenidos en el tiempo, “igualmente, la buena noticia es que nunca es tarde para empezar”, concluye.