Estudios y profesionales avalan los beneficios psíquicos y físicos del contacto con la naturaleza, los detalles
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“La conexión con la naturaleza es como un cable a tierra donde uno descarga tensiones, es una terapia donde uno puede desenchufarse de la voragine diaria para conectarse con lo más íntimo de su ser, te ayuda a pensar desde otra perspectiva, contemplar y meditar”, afirma la paisajista Coki Naón sobre los efectos de tener contacto con las plantas.
Son naturaleza pura, las plantas son seres vivos que habitan el mundo y pueden generar ambientes con sensación de paz. “La jardinoterapia ya es considerada en algunos países como parte de la rutina aconsejada por los médicos especialistas”, relata la paisajista Patricia Feijo.
Ya en la Antigua Grecia se gestaba la importancia que tienen estas para la vida del hombre. En aquel entonces Aristóteles les atribuyó alma, aunque no sensibilidad; Hipócrates, el padre de la medicina, aconsejaba a sus discípulos que les hablaran a las plantas, que estas eran la base de su botiquín. Tiempo después en el siglo XX, el botánico y microbiólogo austrohúngaro Raoul Heinrich Francé llegó a afirmar que las plantas se mueven tanto como los animales, pero a una velocidad muchísimo menor. Pueden parecer inofensivas y hasta frágiles, pero en su ADN cuentan con los elementos indispensables de la vida: agua, sol, tierra y aire.
“La belleza que nos aporta la naturaleza cercana a nosotros y el placer que genera su observación es arte, el amor por las plantas y las flores es universal. La necesidad de estar conectados con el mundo natural es sumamente importante para nuestro bienestar”,analiza la paisajista Ileana González, quien agrega que está demostrado que poseen una influencia positiva en nuestro humor.
Cuando hay poco tiempo, la elección de bellas especies xerófilas es muy adecuado ya que son plantas que no requieren tantos cuidados. Tener en cuenta factores como ubicación, orientación, viento, altura, estilo circundante, provision de riego, iluminación, uso del espacio, vistas, peso es muy importante para el disfrute perdurable.
¿Cuáles son las similitudes con los humanos?
Se podría decir que hay ciertos elementos en común entre las personas y las plantas. Por ejemplo: ambas necesitan de ser cuidadas para crecer y sobrevivir; también requieren del aire para respirar, del agua para mantenerse hidratadas y de la luz del sol para no decaer; por último, necesitan tener un buen lugar para sentar raíces y desarrollarse.
Para Daniela Troncatti Castillo, licenciada en planificación y diseño de paisajes, existe una fuerte relación entre el bienestar psicológico de una persona y el tiempo que esa persona disfruta en la naturaleza y la profundidad de contacto o conexión con ella ya que al fin y al cabo, “nosotros también somos naturaleza”. Uno puede verse reflejado en aquello que lo rodea.
“La gente que puede ocuparse de las actividades de su propio jardín como por ejemplo podar, sacar yuyos, regar, están realizando indirectamente una tarea metafórica que las ayuda en su bienestar: por ejemplo, si podás estás sacando cosas que ya no tienen sentido de tu vida y dándole fuerza a las que sí tienen sentido; sacar los yuyos puede ser un equivalente a sacar ideas invasivas y así hay miles de ejemplos con la jardinería. En otras palabras, ayuda a salir de lo puramente mental para bajar a tierra, a lo corporal”, dice la psicóloga Silvia Dagnino Pastore (M.N. 65272).
Incluso, los frutos positivos de la relación entre las personas y las plantas han sido indagados por expertos. Una investigación encabezada por la Universidad de Princeton ha descubierto que las personas que tienen contacto con las plantas alcanzan los mismos niveles de bienestar que se obtienen mediante actividades como el andar en bicicleta, salir a caminar o a comer con amigos.
Otro estudio publicado en el Journal of Physiological Anthropology detalló las respuestas psicológicas y fisiológicas de las personas tras tener contacto con las plantas de su casa y como resultado descubrieron que esta conexión reduce los niveles de estrés de las personas gracias a la estimulación de los sentidos -oído, vista, olfato, tacto y gusto- al tocar sus hojas.
En cuanto a beneficios concretos, Feijo detalla que,en los adultos mayores, estimula la concentración y la memoria porque “la persona está muy conectada con el momento tanto cuando riega como cuando transplanta o poda prestando atención para no dañar las raíces”. Además, agrega que mejora el estado de ánimo de las personas mayores porque se sienten útiles al ver los frutos de su trabajo en el jardín. “A lo que se suma que en el momento de ejercer la actividad la mente está concentrada exclusivamente en ello , una especie de mindfulnes”, añade.
También mejora el estado de ánimo de las personas mayores al sentirse útil , ver los frutos de su trabajo en el jardín , todo esto sumado a que en el momento de ejercer la actividad la mente está concentrada exclusivamente en ello , una especie de Mindfulnes”. En la misma linea, Dagnino Pastore explica que “puede funcionar como una meditación porque implica estar abstraído en esa actividad u observación, eso lleva a salir de uno mismo y estar enfocado plenamente en pensamientos que no tengan que ver con pensamientos propios”.
Por otra parte, admite que es “un intercambio beneficioso para entender que no se puede dominar todo el entorno y para aprender a escuchar y prestar atención ya que a las plantas hay que estar cuidándolas y no siempre responden como uno esperaría”.
Feijo explica que también al estar al aire libre y absorber la vitamina D tan importante para la absorción de calcio y el fortalecimiento de los huesos se fortalece él sistema inmunologico. “Y mejora el estado de ánimo al disminuir el " cortisol “la hormona del estrés y eso también ayuda a mejorar el sueño”, agrega.
¿Cómo cuidarlas?
Según Troncatti Castillo las plantas son muy fáciles de cuidar, lo más importante a tener en cuenta es la observación para entender qué necesitan. Pero sí hay diferencia en el cuidado de las plantas que están ubicadas en interior respecto de las de exterior, porque las condiciones ambientales son distintas.
En base a esto, la profesional señala que la correcta elección de las plantas según la ubicación es la clave del éxito para el cuidado. “Siempre digo que es fundamental observar el origen de las especies porque este nos da una buena pauta de las condiciones que le son favorables”, dice Troncatti Castillo.
Y añade que es común en esta época ver que las plantas se vienen abajo con el frío, y que muchas ya vienen en estado de reposo, lo cual es una imagen bastante dramática pero no necesariamente asociada a enfermedades sino a tenerles paciencia y esperar que llegue su momento de florecer.
También están quienes además de hidratarlas y situarlas en lugares específicos para su correcto crecimiento optan por hablarles, cantarles o tocarlas ya que además de sentir que están comunicándose con un ser vivo, se ha demostrado que las plantas escuchan y reciben el amor que se les da. Asimismo, se comprobó en distintas investigaciones que su desarrollo mejora cuando se les brinda este trato.
“Son verdaderas maestras que nos enseñan sobre los tiempos de maduración, desde verlas crecer, sacar una hoja nueva, una flor, verlas ser polinizadas, el proceso de generación de semillas... ¡es tremendo!, ni hablar de toda la belleza que producen, sus aromas, sus colores. Lo pienso y me emociona”, analiza Troncatti Castillo.
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