Un estudio de la Universidad de Harvard pone de manifiesto los efectos de una mala higiene bucal
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Es fundamental lavarse bien los dientes porque, de no hacerlo, se pueden desarrollar numerosas patologías, no solo en la salud bucal, sino también a nivel sistémico. Y es que muchos no son constantes con su higiene bucal, mientras que otros cometen numerosos errores que se enumerarán a continuación.
En concreto, tal y como nos detalla en una entrevista con Europa Press Infosalus la doctora Irene Lafuente Ibáñez de Mendoza, profesora adjunta en la Universidad del País Vasco en Odontología, y miembro de la Sociedad Española de Medicina Oral (SEMO), las principales consecuencias de una higiene dental inadecuada incluyen:
- Acumulación de placa bacteriana.
- Desarrollo de enfermedades infecciosas orales como la caries, la gingivitis o la periodontitis.
- Sensación de boca seca o xerostomía.
- Halitosis o mal aliento.
- Pérdida dental.
- Problemas de salud general como diabetes mellitus o enfermedades cardiovasculares.
Le preguntamos por un estudio realizado por la Universidad de Harvard en el que se pone de manifiesto que una mala higiene bucal nocturna puede aumentar hasta en un 27 % el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cuando ya estas representan de por sí la principal causa de muerte a nivel mundial. Esta doctora señala en este sentido que una mala higiene oral puede conducir igualmente al desarrollo de enfermedad periodontal (periodontitis).
“Se ha demostrado que los pacientes con periodontitis presentan una disfunción endotelial significativa, y elevadas puntuaciones de calcificación arterial. También existen estudios que sugieren una relación positiva entre la periodontitis y diferentes enfermedades cardiovasculares, como la insuficiencia cardiaca o la cardiopatía coronaria, que incluso aumentarían el riesgo de eventos coronarios, cerebrovasculares y de mortalidad cardiovascular. No obstante, la evidencia científica que demuestre que la enfermedad cardiovascular sea un factor de riesgo para la aparición o la progresión de la periodontitis todavía es escasa”, reconoce.
Desarrollar cáncer en la cavidad oral
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta en relación con el cepillado de los dientes, tal y como asegura esta odontóloga miembro de la SEMO, es la relación entre la higiene bucodental y el desarrollo de un cáncer en la cavidad oral.
“Aunque no es la principal causa, una mala higiene dental puede aumentar el riesgo de cáncer oral. El binomio tabaco-alcohol son los principales factores de riesgo para la aparición de un cáncer oral. La acumulación de sustancias químicas cancerígenas relacionadas con el hábito tabáquico y enólico debido a una mala higiene oral, aumenta significativamente el riesgo de desarrollar cáncer oral”, asevera esta experta. Es más, apunta que la higiene bucal deficiente conduce a la inflamación de las encías y del hueso que rodea a los dientes, lo que también contribuye a la producción de elementos cancerígenos.
“Mantener una buena higiene bucodental es un factor fundamental en el estado de salud general, incluido el sistema inmunológico, que ayuda a prevenir el desarrollo de cáncer oral y de otras enfermedades”, insiste esta profesora adjunta en el grado de Odontología de la Universidad del País Vasco.
Cómo debe ser el cepillado
Así, destaca esta experta y miembro de la SEMO que el cepillo dental es el principal instrumento para la limpieza dental: “Independientemente de si el cepillo es manual o eléctrico, este debe ser cambiado cada 3 meses, o cuando las cerdas comiencen a deformarse si se realiza una fuerza excesiva durante el cepillado, lo cual que también hay que evitar”.
Sostiene que el cepillado debe hacerse tres veces al día, o después de cada comida (en caso de ser más de 3), y ve importante que se haga de forma sistemática y ordenada. “Se recomienda comenzar por las superficies dentales externas (próximas a las mejillas), seguidas de las superficies internas (cercanas a la lengua y el paladar), y finalizar por las superficies masticatorias. Para terminar, también ha de eliminarse la placa localizada en la superficie de entre los dientes, mediante el hilo dental o el cepillo interproximal”, detalla la doctora Lafuente.
Los errores más frecuentes
Con ello, le preguntamos por los errores más frecuentes que podemos cometer con el cepillado de dientes y, en primer lugar, hace referencia al control de la placa bacteriana, “clave” para tener una buena higiene oral y salud oral: “La mejor manera de lograr un buen nivel de placa bacteriana (< 25%) es el arrastre mecánico de todas las superficies dentarias, mediante el cepillado dental”.
Uno de los errores más frecuentes que se cometen con el lavado de los dientes, según prosigue la odontóloga, es aplicar mucha pasta dental, e invertir poco tiempo realizando el cepillado; cuando, en realidad, lo ideal sería aplicar menos pasta dental e invertir más tiempo en la limpieza. “Para una correcta eliminación de la placa bacteriana, la duración del cepillado dental debe ser de 2 minutos, mínimo”, advierte esta experta.
Otro error que suele repetirse, tal y como afirma, es utilizar cualquier tipo de pasta para llevar a cabo la limpieza de los dientes: “En la cavidad oral existen múltiples patologías, cuyo manejo requiere el uso de una pasta dental específica que mejore, y no empeore, la salud bucodental de los pacientes”.
De hecho, recuerda que hoy en día se tiene a disposición un sinfín de pastas dentales que pueden irritar de manera innecesaria la boca. “Por ello, es muy importante realizar, al menos, una visita anual al especialista odontólogo para que nos indique qué pasta debemos emplear de manera individualizada”, aconseja Irene Lafuente Ibáñez de Mendoza.
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