En un encuentro exclusivo al que sólo acceden los suscriptores del nuevo ciclo LN+ Cerca Especialistas, el médico explica cuáles son las pautas para sobrellevar el estrés y encontrar la felicidad
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“La felicidad existe: es un sentimiento de fondo, de baja intensidad y sostenido en el tiempo. No es un momento, no es éxtasis, no es euforia”, dice Daniel López Rossetti, uno de los médicos más reconocidos del país, no solo por su presencia en la televisión y en la radio sino también por su vasta carrera profesional como médico clínico y cardiólogo.
Pasa gran parte de su tiempo en el hospital Municipal de San Isidro donde trabaja como jefe de servicio de Medicina del Estrés y confiesa que el ámbito académico es otra de sus pasiones:” Me identifico con la palabra médico y si me preguntan un poquito más con ser estudiante”, se sincera. Por su trabajo, tiene que estudiar constantemente para ir actualizándose. “Siempre que la mente me lo permita voy a seguir leyendo y estudiando”, dice el doctor que lleva publicados nueve libros, y en abril de este año lanzó Estrés, sufrimiento y felicidad.
Convocado para el nuevo ciclo “LA NACION + Cerca Especialistas”, López Rosetti se animó a responder las preguntas más comunes que le pueden surgir a una persona: ¿existe la felicidad?¿en qué se diferencian los sentimientos y las emociones?¿cómo hacer para manejarlos?¿cómo repercuten en la salud?
El encuentro, moderado por Dolores Pasman, editora de LN Bienestar, dio lugar a que los oyentes pudieran resolver incógnitas que se les presentan en la diaria. El tema elegido fue Emociones y Salud.
El arduo camino para lograr el bienestar
“La afirmación más frecuente que se escucha en la vida es que la felicidad no existe o que son solo momentos. Desde la medicina clasificamos a la felicidad como “bienestar subjetivo percibido, un estado de paz y serenidad, no es un momento, no es éxtasis, no es alegría, es un sentimiento de fondo de baja intensidad pero sostenido en el tiempo”, sostiene el médico. En su libro precisa este concepto con una metáfora: " es un telón de fondo sobre el cual se inscriben las experiencias de la vida, que se perciben de modo predominantemente positivo. La felicidad es algo así como un pentagrama sobre el cual escribimos las notas musicales de nuestra existencia”. Se trata de una condición emocional subjetiva que se modifica en base a nuestra percepción de la realidad.
Y hablando de sentimientos hace una distinción con respecto a las emociones: “No son exactamente iguales, las emociones son aquellas vivencias experienciales que tienen un rostro específico y son entendidas por cualquier persona en el mundo: miedo, ira, alegría, tristeza, asco y sorpresa. En cambio, los sentimientos son una escala emocional más avanzada porque incluyen otras vivencias experienciales que no tienen rostro específico como el amor, el odio, el orgullo, la culpa, la vergüenza, la fe y la esperanza”.
Para diferenciarlas, en el caso de las emociones hace hincapié en que duran poco tiempo, algunos minutos o a lo sumo algunas horas y son consideradas como un “evento público” ya que son vivenciadas por las personas del entorno. Respecto a los sentimientos, sostiene que duran mucho tiempo, y en algunos casos, pueden ser para toda la vida, como el amor o el odio.
Siempre supo que quería ser médico, “la ciencia me gustó desde que tengo memoria, cuando estaba estudiando quería vivir en la facultad haciendo experimentos”, dice. Oriundo de Buenos Aires, recuerda siempre con alegría que cuando tenía tan solo siete años viajaba en tren hasta la Capital para ver los laboratorios. Hoy ya consagrado en el ámbito de la medicina y la comunicación, encabeza los talleres para tratar el estrés en el Hospital Central de San Isidro, allí la entrada es libre y gratuita.
“El estrés es sufrimiento crónico, es no pasarla bien. En La afirmación mente y cuerpo son una misma cosa queda clarísimo. El estrés fomenta las emociones y los sentimientos negativos. A medida que estos predominan, hay una consecuencia directa en el cuerpo, por eso hay que combatirlo”, afirma sobre uno de los temas de los que más sabe. “Hay que gestionar la vida para que los dolores no se hagan estables en el tiempo”, dice.
Identificado con todos los temas que toca, el especialista en ocasiones se remonta a sus inicios como profesional en el Hospital Thompson. Allí tuvo la posibilidad de acudir a sus primeras guardias profesionales con solo dos años de carrera, donde una experiencia lo marcó profundamente: presenció la muerte de un paciente y en medio de la frustración y la ira que sintió al no poder hacer nada, se enojó con Dios y fue en busca del médico a cargo. “Abro la puerta y veo al médico trayendo un niño al mundo”, recuerda ese momento entre lágrimas cada vez que lo cuenta. “Ahí me contestó Dios y me di cuenta que el hospital era mi lugar”.
“El dolor es inevitable, el sufrimiento es optativo”, se ríe cuando recuerda que esa frase aparece incorporada en su último libro y fue dicha, nada más y nada menos, que por Siddharta Gautama, conocido como Buda. “Esa frase es importante porque nos recuerda que no se puede evitar el dolor, hay pérdidas, fallecimientos de personas queridas, despidos laborales, problemas financieros, económicos, existenciales, emocionales que nos hacen sufrir y no se pueden evitar”, dice. Pero añade que hay un faro de esperanza para quienes pasan por estas situaciones: “el desafío de cada uno de nosotros es que el dolor no se convierta en sufrimiento prolongado, se trata de cómo gestionamos la realidad, ahí se pueden usar herramientas de orden médico y psicológico y lo que para mí es la frontera final que es la filosofía de vida, o sea, la propuesta que uno tiene que hacer para vivir mejor”.
Respecto a cómo combatir estos problemas de la vida, el Dr. López Rosetti recomienda: distinguir aquellos sentimientos positivos y negativos; aprender a manejar la realidad y la cognición junto con motivaciones personales; recalca que es muy útil implementar diariamente técnicas de respiración, meditación o mindfulness, aunque sea solo por cinco minutos al día ya que está comprobado científicamente que disminuyen el estrés; y, por último, acudir a la ayuda psicológica, médica pero sobre todas las cosas cambiar la filosofía de vida a una positiva.
7 frases de vida de Daniel López Rosetti que invitan a reflexionar
- “Las emociones como el miedo y la alegría tienen un rostro. En cambio, los sentimientos como el amor y el odio no se reflejan en nuestras caras”
- “No se puede combatir el enemigo que no se conoce. La culpa es normal y nos anuncia que hemos dañado algo. ¿A qué nos impulsa? a reparar”
- “El miedo es un mecanismo de alarma que no hay que menospreciarlo porque es un mensaje de la naturaleza de que hay algo que amenaza”
- “El día de mañana lo queremos vivir todos, nadie tiene la vida asegurada. El proyectarse al futuro sin exageración, viviendo el presente y tener un algo, un proyecto que te de expectativa es importante. Hay que agarrar una hoja en blanco y encontrar la respuesta ahí”
- “La felicidad existe: es un sentimiento de fondo, de baja intensidad y sostenido en el tiempo. No es un momento, no es éxtasis, no es euforia”
- “El dolor es inevitable. El desafío es que no se convierta en sufrimiento, en un estado crónico sostenido en el tiempo”.
- “En la tercera edad no importa demasiado la perspectiva, la sabiduría está en saber cómo vivir el aquí y el ahora”
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