¿Cómo hacer para controlar las emociones y el pensamiento?

Origen, el primer Congreso Internacional de Ciencia, Espiritualidad y Medicina del futuro se llevó a cabo los días 24, 25 y 26 de febrero en el Auditorio de Belgrano destinado a mentes curiosas que buscan transformar su manera de vivir y romper moldes personales.

En el marco de este evento, la doctora, bioquímica y especialista en Neurociencias, Patricia Fernández, habló sobre el poder de las emociones y cómo estas pueden enfermar o curar el cuerpo. “A veces sentimos que no podemos expresar lo que nos pasa”, dice la doctora. Las emociones son un conjunto de reacciones psicofisiológicas que aparecen en el organismo como respuesta a estímulos externos. De hecho, suelen manifestarse en síntomas como el famoso “nudo en la garanta”, dolor en el pecho o en el corazón, malestar estomacal y similares. “Cuando no se pueden controlar se convierten en una carga demasiado pesada y el estrés crece a niveles altísimos hasta que nos enfrentamos a una situación que nos pone a prueba”, destaca Fernández.

La potente relación emociones-pensamientos

Asimismo, explica la profesional que el principio rector que maneja a las emociones y a los síntomas es el pensamiento. Estos pueden ser: voluntarios (los que uno elige) y por otro lado, automáticos o involuntarios (aquellos no deseados o elegidos conscientemente). “Todos estos ya sean voluntarios o automáticos, terminan teniendo un efecto en el cuerpo, emiten señales químicas que van a retroalimentar nuestro sistema de creencias”, destaca la bioquímica.

Relacionado con esto, una vez que dichos pensamientos se desatan en el cerebro, se activa la amígdala -parte del sistema límbico que tiene como principal función el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales- y esta “tiene la capacidad de que en situaciones de estrés/miedo/ansiedad se corte el pensamiento y el cerebro solamente pueda analizar cómo salir de la situación de miedo”, explica Fernández. A su vez añade que esta manera de actuar no es casualidad, sino que es el resultado de años de evolución que le dieron al hombre la capacidad de supervivencia.

Además, un dato curioso a tener en cuenta es que -según comenta la profesional- todo el conocimiento que adquiere el hombre a lo largo de su vida tiene su origen en tres vertientes: las historias, la repetición y las emociones.

De esta manera, de acuerdo con las experiencias vitales que se hayan tenido y con el funcionamiento del cerebro y creencias propias se pueden desencadenar pensamientos que evocan emociones negativas de miedo y terror así como también emociones positivas como la alegría, el amor o la gratitud, entre otros.

La gran duda es, ¿se pueden controlar las emociones y evitar así el malestar? Para la Dra. Fernández esto es absolutamente posible, “los seres humanos podemos hacer trucos sencillos para hackear la mente”, dice. Estos no implican que se van a erradicar los pensamientos negativos sino que brindan herramientas para aprender a convivir con ellos y elegir con cuáles engancharse o no.

¿Cómo hackear la mente?

Según indica la especialista, hay varias maneras para tomar control de la mente y decidir a qué pensamientos darles energía y a cuáles no. Entre ellos se destacan las técnicas de respiración y la meditación.

Respecto de los ejercicios de respiración, estos son varios y cada uno sirve para un propósito distinto que se quiera alcanzar en el momento.

• Las técnicas de respiración relajante son aquellas en las que se hace una exhalación más larga que la inhalación. En estas es ideal hacer énfasis en las retenciones de aire luego de la inhalación.
• La técnica del estrés de combate tiene un método de empleo “4x4″, se trata de hacer cuatro segundos de inhalación y otros cuatro de exhalación. Su nombre se remite a que este procedimiento es el que emplean los soldados que están en guerras; haciendo esta técnica logran calmarse, pero no les quita acción.
• La coherencia cardiaca es una relación psico-fisiológica que afecta o resuena en todos los órganos del cuerpo, principalmente en el corazón y el cerebro. Para conseguirla se debe emplear el método “5x5″: inhalar por cinco segundos y exhalar por otros cinco hasta que la frecuencia del latido sea regular y presente una alternancia armoniosa.
• Mejor conocido como “método Wim Hof”, este consiste en una técnica especial de respiración. Consiste en inhalar y exhalar rápidamente 30 veces seguidas, después de la trigésima inhalación, se exhala todo el aire y se aguanta la respiración tanto como se pueda hasta que luego se vuelve a la respiración normal.

En cuanto a la meditación y cómo usarla para tener un mayor poder de elección sobre los pensamientos y las emociones, la Dra. Fernández explica que el acto meditativo implica: un control voluntario de la atención, estar en el modo ser, situarse en el presente y observar todos los pensamientos y sensaciones que lo atraviesan a uno.

“Meditar nos hace más inteligentes, hace que crezca el hipocampo y que partes del cerebro se modifiquen completamente. No es coincidencia que en las últimas décadas explotó como objeto de estudio”, asegura la doctora. A su vez, añade que gran parte del interés de los estudiosos por la meditación tiene que ver con que se están comprobando los beneficios que tiene en las personas; entre ellos la profesional destaca:

• Aumenta el grosor de las cortezas prefrontales
• Brinda neuro plasticidad
• Aporta una mayor concentración
• Produce una menor reactividad emocional
• Permite distinguir los pensamientos voluntarios de los involuntarios

No obstante, destaca la profesional que si bien la meditación brinda una calma inmediata al hacerla, es un ejercicio que se debe hacer a largo plazo para notar todos sus beneficios y sentirse mejor.

Por último, Fernández hace énfasis en que de la misma manera que generan estrés y malestar, las emociones pueden sanar. “La gentileza, la colaboración, el optimismo y el agradecimiento son las emociones que nos ayudan a sentirnos plenos y a tener una humanidad compartida y armoniosa”, finaliza.

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