Bajo la premisa Exploración, el encuentro se realizó en el Movistar Arena; emoción y despliegue en un escenario 360 con más de 10 mil personas
- 5 minutos de lectura'
Cae la noche y esas cosas que a veces necesitan pasar cuando ya no es de día se activan. La magia es el concepto con el que se inauguró la edición número 14 de TEDxRíodelaPlata, que se realiza en el Movistar Arena y es también conocido como “recital de ideas” al que, en esta oportunidad, más de 10.000 personas asisten para llenarse de inspiración y, en muchos sentidos, vida.
“Vine a contarles un secreto”, dijo Diana Aisenberg, artista de la escena argentina, para romper el hielo. “La mirada de los magos mira de reojo y sabe lo que hay atrás sin darse vuelta. Pero es una mirada que hay que entrenar. ¿Cómo? Con onda, alegría y perseverancia”.
Docente del arte por vocación, la mujer explica que la magia y la capacidad de hacer cosas increíbles está dentro de todos y cada uno de nosotros, pero que muchas veces esta habilidad se desestima. Conectar con uno mismo para ver más allá es a lo que ella denomina “mirada de mago”.
“La mirada de mago sabe discernir en un círculo pintado entre una forma rellena y una forma que encontró sus límites. En el arte, donde muchos ven suciedad nosotros vemos la célula base de todo posible crecimiento”, ejemplificó Aisenberg, que creó un método propio para enseñarle a sus alumnos a mirar la producción propia y ajena. “Son dos formas de ver la vida: tener un plan y llevarlo a cabo o hacer y dejar que las cosas tomen forma”.
Matias Peire vivió la magia en carne propia a su manera. Fundador de GRIDX, una incubadora que en los últimos cinco años impulsó 36 nuevas startups de biotecnología y habilitó a más de 300.000 científicos a trabajar en la región.
“El principio no fue fácil y hoy tampoco lo es. Nunca es fácil emprender ni es menor hacerlo desde América Latina. Nos decían, ¿por qué un científico latinoamericano va a ser competitivo en el mundo?”, admitió Peire. “Por suerte, la idea de que necesitamos combinar lenguajes científicos con lenguajes de negocios, para que juntos puedan trabajar desde América Latina, en el desarrollo de soluciones que puedan enfrentar la complejidad del mundo en el que vivimos, ya empezó a funcionar”.
El hombre contó que antes de embarcarse en la aventura recorrió Argentina a fondo en busca proyectos científicos que pudieran transformarse en empresas, para tratar de entender cómo era la mejor forma de que una verdadera transformación ocurra.
“Uno de esos primeros proyectos incluía científicos expertos en abejas y en polinización. También conocí a un muy joven emprendedor que, como yo, no sabía nada de ciencia pero sabía que quería generar una empresa de impacto global basada en conocimiento científico. Los presenté, se conocieron, empezaron a trabajar juntos y al tiempo fundaron Beeflow, una empresa de polinización inteligente que permite aumentar los rendimientos de cultivos entendiendo y atendiendo los equilibrios de la naturaleza”, relató con el orgullo que un padre habla de su hijo.
El último ejemplo de que la magia sí existe es Alejandro Nieponice, médico y cirujano esofágico, que hace una mención especial al papel de la tecnología. Investigador especializado en la implementación de andamios biológicos para reducir riesgos en las cirugías el hombre no tiene dudas de que la robótica llegó para quedarse y para ayudarnos.
“Nos mejora la visión, la precisión de las maniobras, la ergonomía del cirujano para operar con menos estrés, disminuyendo la posibilidad de errores”, señaló Nieponice. Para él, la Inteligencia Artificial nos va a poder guiar y dar pautas de alarma como un sistema de navegación de un auto. Tratando así de alcanzar el objetivo de que a todos los pacientes les vaya bien. El número mágico 100%. En medicina sabemos que ese número es casi irreal. Pero la IA puede cambiar eso”.
El hombre dio un ejemplo concreto al hablar de la enfermedad “esófago de Barret”. “Los pacientes con esófago de Barrett tienen más chances de tener un cáncer de esófago. Pero menos de un 1% de estos pacientes realmente desarrolla un cáncer. Identificar en ese grupo a los pacientes que más riesgo tienen es fundamental para tratarlo a tiempo, evitando el cáncer, evitando la cirugía o sea ni siquiera necesitar del robot. Pero igual de importante es identificar al 99% que no va a tener nada, para que duerman tranquilos y para no tratarlos de más”, explicó.
Nieponice explicó que, cuando esta decisión es asistida por un software de inteligencia artificial, la precisión es del 100%. “No es el futuro, es hoy. Por eso soy optimista que la cirugía robótica y la inteligencia artificial son un gran cambio de paradigma a favor de la salud. Solo tenemos que tener claro que estas tecnologías no las creamos para reemplazarnos sino para renovarnos, para que tengamos más chances de enfocarnos en los lugares donde el vínculo humano de la salud es por ahora irremplazable”, concluyó.
Más leídas
¿Demoler el edificio del mural de Eva Perón? Una idea discutida en el Gobierno
TV del domingo. San Lorenzo-Racing, Italia-Francia, polo en Palermo, la final del Masters de tenis y la definición de MotoGP
Jubilaciones. El tema que provoca conflictos desde hace años y una particular decisión en la era Milei