Encabezan las consultas los trastornos gastrointestinales como diarrea, vómitos y náuseas, las quemaduras de sol, las picaduras de insectos y el mal de altura
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Siempre soñamos con las vacaciones perfectas para disfrutar todos los días de las playas, las montañas o el campo, las aventuras o el descanso. Aunque no siempre puede resultar así, por algún imprevisto de salud que empaña algunos días del viaje. Lo bueno es que los viajeros podemos –y debemos– prepararnos para no correr riesgos de salud, entre los cuales los más habituales son los trastornos gastrointestinales, la deshidratación, las afecciones de la piel –por quemaduras de sol o picaduras–, el mal de altura y las mordeduras de animales silvestres.
1. Las enfermedades gastrointestinales
La doctora Liz Bichara, gerente médico internacional del equipo de Auditoría Médica de Assist Card, refiere que las enfermedades gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarreas provocadas por bacterias, virus y parásitos son habituales en diferentes destinos muy elegidos por los turistas argentinos. “Las causas fundamentales son las transgresiones alimentarias (ya sea comer alimentos a los que no estamos acostumbrados o comer de más), las comidas callejeras y las alteraciones en el agua, que en algunos lugares no es potable y en otros sitios es potable, pero no apta para el consumo”, explica.
“Hay que cuidarse mucho en destinos del Caribe –ya sea que los huéspedes se alojen en un hostel o un hotel cinco estrellas–, Boca del Toro en Panamá y Cuzco, en Perú. También en otros destinos no tan masivos pero cada vez más visitados de Asia, como India”, explica la médica.
El director de Operaciones de Universal Assistance, Fernando Somoza, agrega que la deshidratación es una afección muy frecuente entre los viajeros, que se produce por exposición prolongada al sol o por falta de consumo apropiada de agua. Y enumera los cuidados que debemos tener:
- Lavarse las manos meticulosamente con agua y jabón antes de todas las comidas.
- Consumir alimentos cocidos, sobre todo si se duda de las condiciones higiénicas del lugar.
- Evitar consumir alimentos en puestos callejeros o que queden expuestos durante mucho tiempo al aire libre.
- Lavar las frutas y las verduras cuidadosamente con agua potable.
- Evitar tomar agua de las canillas o fuentes naturales, a menos que haya certeza de su potabilidad y limpieza; de lo contrario, solamente consumir agua embotellada o tratada.
- No usar hielo, porque no sabemos si fue preparado con agua potable.
- Evitar cepillarse los dientes con agua de la canilla o de cauces naturales a menos que se sepa de su potabilidad.
2. Las afecciones de la piel
Los problemas que puede sufrir la piel son de dos tipos: por quemaduras o por picaduras. “Por un lado, puede haber quemaduras por los reflejos del sol o la nieve tanto en las playas como en los destinos de esquí, en verano y en invierno. Y por otro, en lugares selváticos y cálidos pueden producirse picaduras de insectos que pueden transmitir enfermedades peligrosas como dengue, zika, chikungunya, leishmaniosis o fiebre amarilla”, indica Liz Bichara.
Vinculado al tema del sol, el director de Travel Latam de Europ Assistance, Fernando Pérez, indica que para cuidarse del sol es imprescindible usar protector solar y sombrero, y tomar mucha agua potable a lo largo de todo el día. Y para evitar las picaduras, se debe usar un repelente de marca reconocida y oficial –no preparados caseros–, vestir remeras con mangas largas, pantalones largos y medias y siempre que se pueda usar mosquiteros protectores en las cabañas.
Fernando Somoza, por su parte, explica que los destinos más riesgosos para las picaduras de insectos que pueden resultar en una enfermedad grave están en África, Asia Meridional y el Amazonas, mientras los lugares con mayor prevalencia de enfermedades gastrointestinales como diarreas se ubican en la mayor parte de Asia, Oriente Medio, África y Centro y Sur del continente americano.
“Hay que estar atentos a la aparición de lesiones en la piel tipo eritematoso o que pueda acompañarse de dolores articulares. Los datos reflejan que más del 20 por ciento de los viajeros padecerán procesos diarreicos cada quince días de viaje, aunque en algunos destinos específicos ese porcentaje puede llegar al 90 por ciento”, asegura Somoza.
3. Mordeduras de animales
Y también recuerda que son peligrosas las mordeduras de monos, coatíes, murciélagos, roedores y serpientes. Para eso, el único cuidado es no acercarse a los animales exóticos y silvestres. Y, por supuesto, acudir de manera inmediata al médico en caso de mordedura para determinar la necesidad o no de recibir quimioprofilaxis antibiótica así como también vacunación antirrábica o antitetánica.
4. El mal de altura
Los destinos de altura son maravillosos por la aventura y las vistas privilegiadas que prometen. Pero como muchos turistas argentinos no estamos acostumbrados, podemos padecer mareos, náuseas, falta de aire y mucho dolor de cabeza, que son los principales síntomas del mal de altura.
Liz Bichara señala: “Esto puede ocurrir en diferentes destinos, cuando se esquía en la alta montaña, en excursiones a Nepal y el Everest, o en lugares más cercanos como Salta y el norte de Chile, el lago Titicaca, Cuzco, Colombia o los centros de esquí de Colorado. Lo único que se puede y se debe hacer al llegar a estos lugares es descansar durante el primer día completo y tomar mucho líquido. Y cuando empiezan los paseos y las caminatas, deben realizarse con períodos de descanso.”
Otras enfermedades menos frecuentes que también se pueden contraer en destinos de vacaciones son malaria; las hepatitis A, B o C; cólera; el virus del Nilo Occidental; tuberculosis; gripe; parotiditis; sarampión o rubéola.
Los pasos indispensables antes de viajar
Sea que se trate de un turista sano y deportista o de uno enfermo, todos deben asesorase acerca de con qué se van a encontrar en el destino: por ejemplo si es temporada seca o de lluvia, para saber de qué debemos protegernos, qué ropa llevar, qué actividades podremos hacer, qué comer. Y fundamentalmente para los viajeros con una enfermedad de base, medicados, anticoagulados, diabéticos o de riesgo, es indispensable visitar previamente al médico.
Fernando Pérez recomienda estos pasos antes de viajar:
- Conocer las enfermedades prevalentes en los lugares que se va a visitar.
- Más allá de contratar una cobertura de asistencia al viajero, porque nos podemos enfermar en cualquier destino –pero sobre todo en uno de riesgo–, se debe visitar al médico de cabecera o del viajero. Sobre todo si se es un paciente con alguna patología, várices o alteraciones vasculares o cardiópatas.
- Asegurarse de tener todas las vacunas indicadas por la OMS para el destino elegido.
- En el caso de patologías o alergias, llevar una copia de la historia médica y los medicamentos necesarios (e incluso un poco más) en el carry on, nunca en la valija que se despacha en un micro o un avión, que se podría perder.
Sin duda alguna, nadie quiere enfermarse durante las vacaciones, planificadas y soñadas durante mucho tiempo. Pero lamentablemente las estadísticas prueban lo contrario. Federico Tarling, Chief Service Officer de Assist Card, explica: “En la empresa proyectamos para el cierre de este año aproximadamente 200.000 asistencias brindadas. Y un 80 por ciento de las consultas son por cuestiones médicas, mientras que un 20 por ciento refieren a temas relacionados fundamentalmente al equipaje.”
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