Por Florencia Bernadou Para La Nación
Payaso, tigre, chancho. Son las metáforas utilizadas en Alcohólicos Anónimos para ilustrar las diferentes etapas del alcoholismo. Al payaso, como al enamorado en los primeros tiempos de una relación, el alcohol lo entusiasma, lo pone alegre, eufórico, chispeante. Pero no pasa mucho tiempo antes de que el payaso se llame a retiro y deje en su lugar al agresivo y osado tigre: aquel bebedor habitual que reacciona con violencia, incluso física, con demasiada frecuencia. Finalmente, cuando ya nada importa más que la bebida, el tigre muta en un chancho: abandonado y negligente, descuida su salud, su familia y su trabajo hasta quedarse sin nada. Si esta cronicidad no se revierte a tiempo, sobrevendrá -más tarde o más temprano- el irreversible coma alcohólico.
En términos menos metafóricos pero igual de crudos, se expresan las cifras. Según un informe elaborado recientemente por la Comisión Nacional sobre Alcoholismo realizado a personas mayores de 15 años, los alcohólicos abusadores suman la alarmante cantidad de 2.500.000 (7% de la población). Por su parte, los tomadores compulsivos fueron contabilizados en 175.000 (7% de los primeros 2,5 millones), y los alcohólico-dependientes son 125.000 (es decir, el 5% de los 2,5 millones). Para ser un abusador, hay que presentar signos de dependencia psicológica y consumir más de 35 gramos de alcohol diarios, o más del 10% de las calorías de la dieta diaria (más de dos vasos de vino o 14 gramos por día). Los dependientes físicos son los que consumen en forma de alcohol más del 20% de su dieta calórica diaria.
La ley seca
Teniendo en cuenta estas cifras, que hacen que el alcoholismo represente el 40% de las adicciones en la Argentina (aventajando por mucho a la cocaína y a la marihuana), es que la Comisión Nacional sobre Alcoholismo propulsó la sanción, de la Ley Nacional de Lucha Contra el Alcoholismo 24.788.
En algunos de sus artículos establece que, por ejemplo, "queda prohibida toda publicidad o incentivo de consumo de bebidas alcohólicas que sea dirigida a menores de 18 años, o que utilice en ella a menores de 18 bebiendo, o que no incluya en letra y lugar visibles las leyendas Beber con moderación", "prohibida su venta a menores de 18 años , etc. Además (de acuerdo con directivas de la OMS), obliga a las obras sociales y empresas de medicina prepaga a reconocer esta patología como enfermedad, garantizando la cobertura económica de la misma.
"Los problemas sociales derivados de la adicción al alcohol son múltiples. No sólo hay que tener en cuenta las conductas que genera en la inmediatez, sino también los graves problemas de salud que van a comenzar a experimentar las personas, especialmente los jóvenes, a lo largo del tiempo", estima el Doctor Eduardo Kalina, médico psiquiatra y profesor titular de la cátedra de Neurobiología y Psicoterapia de las Adicciones de la Universidad del Salvador.
Continúa la semana próxima
Intereses económicos
"La cosa está bastante brava -reconoce el doctor Camilo Verruno, secretario de la Comisión Nacional de Alcoholismo-. Jurídicamente, desde la sanción, las prepagas y obras sociales estarían obligadas a cubrir el alcoholismo -explica el especialista-, pero al faltar la reglamentación, cada una lo cubre de acuerdo con su interpretación: algunas dan lo que pueden, y muchas otras se hacen las zonzas", grafica Verruno. La ley establece una cobertura de dos años de atención médica: 30 días de internación para desintoxicación y un año y medio para la deshabituación. (Aunque la recomendación de la OMS es de cuatro años de seguimiento para ese período de abstinencias.) "Tuvimos que acordar con las cámaras alcoholeras, -comenta Verruno, y recuerda que en el nivel internacional el alcohol es una potencia económica. (La cerveza, por ejemplo, ocupa el quinto lugar en el ranking de la economía mundial.) Aunque la comisión espera que en dos meses la ley ya esté reglamentada, "falta voluntad política" en palabras del especialista. En su tramitación, la disposición legal tuvo que resignar algunas propuestas: por ejemplo, que cuando una empresa cervecera regale mesas, sombrillas, u otros productos de merchandising a bares, confiterías, balnearios, etcétera, también allí debería figurar la impresión beber con moderación .
Otro artículo que fue eliminado se refería a la prohibición de despedir a un paciente alcohólico. "Nosotros evaluábamos que había que ofrecerle tratamiento. Pero la industria lo borró a pesar de que ocho comisiones estuvieron de acuerdo. En este país priman los intereses económicos por sobre la salud", se lamenta el funcionario.
lanacionar