El impacto de la aromaterapia, una técnica de origen natural que utiliza las plantas para sanar
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“Las migrañas eran una constante en mi vida, me perjudicaban la rutina y tenía que acudir a medicamentos muy fuertes para calmar el dolor que me traían efectos colaterales. Hace tres años me recomendaron un nuevo tratamiento: un blend de aceites esenciales con 31 hierbas. Lo probé y el efecto fue excelente”, cuenta Julieta Tarana Van Morlegan, una joven deportista de 32 años que trabaja para una reconocida empresa internacional.
“No solo me calmó el dolor de cabeza sino que descubrí otros usos y beneficios. Por eso decidí formarme y arrancar en este recorrido de la aromaterapia para compartir el bienestar que genera con otros”, agrega Van Morlegan.
Se trata de una técnica de origen natural, también conocida como terapia alternativa, que usa el aceite de las plantas para producir medicamentos y productos con el fin de combatir tanto los problemas físicos como los desequilibrios emocionales.
René-Maurice Gattefosé, químico francés, es considerado el padre de este método: corría 1928 y en plena jornada laboral, tuvo un accidente en su laboratorio y se quemó una parte de su cuerpo. Para curarse innovó y se frotó el aceite de las flores de lavanda por la herida. No le quedó rastro ni cicatrices.
Un visionario indiscutido de esta terapia alternativa natural que consiste en el uso de los aromas y las esencias para generar calma, armonía, bajar la ansiedad, el estrés y mejorar la salud física y emocional. “Existen múltiples aceites esenciales que cubren distintas necesidades. Es importante recalcar que no buscamos que se reemplace la medicina tradicional sino que lo usamos como terapia complementaria y alternativa natural”, explica Tarana Van Morlegan.
Leonardo Tognetta está al frente de la empresa Silce Aromaterapia, una compañía familiar fundada por su abuelo y dedicada a fabricar este tipo de productos. “Las personas tenemos un intercambio con las plantas. Los aceites esenciales son vida, dan vida. Además de aliviarte un dolor, te relajan”, dice.
Lavanda, romero, coco, menta, jengibre, la lista sigue y sigue. Las opciones de aromas y sus beneficios son infinitas, una fiesta para los sentidos, una fuente de inspiración. Desde cremas corporales y faciales hasta perfumes, sprays y aceites, el producto varía según el objetivo y las necesidades de cada persona. “La aromaterapia usa aceites esenciales extraídos por destilación al vapor de las plantas, flores, hojas, frutas, semillas y cortezas, tiene la capacidad de brindar beneficios físicos, emocionales y psicológicos”, comenta la consultora Van Morlegan.
La lavanda es la esencia pionera de esta técnica y uno de los hits, además “de ser uno de los aceites más versátiles”, afirma Tognetta. “Con una aplicación en la piel alivia quemaduras; olerlo desde una vela calma la ansiedad y promueve un mejor descanso. Es ideal para los bebés y los niños”, añade Van Morlegan. No obstante, Tognetta explica que el efecto y la preferencia por cada esencia varía de acuerdo a cada persona y al momento que esté atravesando.
La consultora en aromaterapia es fanática de la actividad física: los fines de semana compite en un torneo de futbol y para recuperarse del desgaste adoptó el aceite de romero que tiene un aroma especiado, limpio y refrescante que la renueva. “ Su aroma te activa y ayuda a despertar los sentidos, fomenta la concentración y permite aliviar dolores o fatigas musculares antes y después de practicar deportes”, sostiene.
Aromas y emociones
“Todos hacemos aromaterapia sin darnos cuenta. Cuando sentimos, por ejemplo, un perfume o una planta, nos remonta a algo”, dice Verónica Cetani, directora del Instituto Argentino de Salud Natural.
Los aromas connotan, traen recuerdos, dejan volar la imaginación. Pero, ¿cuál es la relación entre ambos? ¿Por qué una esencia puede relajar a una persona? Paula Schaievitch, licenciada en Química, explica que una fragancia trae memorias: “Los aromas son moléculas que salen al medio, llegan a los receptores de nuestra nariz y mandan una señal al cerebro que se remite en recuerdos y que suelen dar placer”. Asegura que estos aromas se construyen desde la primera infancia y ejercen una función directa sobre el equilibrio emocional de las personas.
En esta línea, la especialista sostiene que estas moléculas tan pequeñas pueden atravesar la piel y “generar acciones directas en el individuo, por ejemplo de calma”. Los beneficios de los aceites son múltiples y diversos: “Hay algunos ricos en moléculas antioxidantes, otros son beneficiosos para el sistema inmunológico, también están los que ayudan o estimulan la circulación sanguínea y aquellos que se usan como antibióticos”, comenta Schaievitch.
Hoy, la aromaterapia gana adeptos entre las personas que buscan alternativas naturales para calmar dolores crónicos, lidiar con los trastornos del sueño, la inestabilidad emocional y la ansiedad.
Una técnica que no solo busca aliviar una dolencia puntual si no que concibe a la persona como un todo y que busca fomentar el bienestar de manera integral.