La cantidad de recursos para afrontar la muerte de una mascota ha aumentado en los últimos años a medida que algunos proveedores notaron un aumento en la demanda de sus servicios
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Semanas después de que Luigi, el chihuahua de María Sandomenico, muriera en agosto pasado, la mujer compartió una larga publicación en un grupo de Facebook para residentes del vecindario Park Slope de Brooklyn acerca de cómo estaba luchando por aceptar el fallecimiento de su perro, que era adoptado y rescatado.
En enero, durante una entrevista, Sandomenico dijo que en los siete años que había vivido con Luigi, él se había convertido en su “estrella del norte”, trotando a su lado con varias prendas hechas a medida que ella le había comprado. Un sombrero con pompón rosa y negro era su look característico, aunque también era conocido por usar cachemir.
Sandomenico contó que tras este incidente, debió recurrir a Facebook para expresar sus sentimientos y evitar “cargar” a sus amigos con sus pesares. Además, también confesó que ansiaba conectarse con otras personas que estuvieran atravesando o hayan experimentado la muerte de una mascota. Y le sorprendió la cantidad de gente que respondió a su publicación diciendo que también estaban de luto por la pérdida de un animal de compañía y no sabían dónde encontrar apoyo.
No pasó mucho tiempo desde que Sandomenico, de 53 años, que está al mando de un emprendimiento de paseo y adiestramiento canino, se reunió con varios de sus miembros en un bar local. El motivo de la invitación era para procesar entre todos los duelos de sus mascotas. “No pasaron más de 20 minutos, que ya estaba todo el mundo quebrado”, contó la mujer. “Todos tienen experiencias realmente diferentes, pero compartimos algo en común: el sentimiento de sentir que nadie entiende”, añadió Sandomenico.
A la reunión, Sandomenico la describió como catártica. “Me hizo sentir como si no estuviera loca”, expresó y contó que tiene un collar de plata con una foto de Luigi. Desde entonces, ya ha organizado otra reunión y tiene planes de realizarlas de forma periódica.
Celeste Jones, diseñadora de interiores de Palm Beach, Florida, también luchó por encontrar formas de afrontar la muerte de su hija maltesa de 12 años, ZsaZsa, en 2020. “Cuanto más buscaba y más miraba, más desesperada me volvía”, confesó. Jones, de 45 años, finalmente contrató un programa online que, según ella, le brindó las herramientas que necesitaba para procesar sus emociones. Desde entonces, comenzó a organizar sesiones online gratuitas para otras personas que estuvieran atravesando la pérdida de una mascota.
Estas sesiones sumado a las reuniones informales de la Sra. Sandomenico se encuentran entre un número cada vez mayor de recursos disponibles para los dueños de mascotas en duelo, quienes igualmente deben ser muy cautelosos en el servicio que contratan para evitar posibles estafas. Algunos profesionales del ámbito de la salud dijeron que ha habido un aumento en la demanda de sus servicios de apoyo desde el inicio de la pandemia, cuando muchas personas adquirieron nuevas mascotas y otras desarrollaron vínculos más fuertes con sus animales debido a las restricciones que los obligaban a pasar más tiempo en casa.
Según un estudio de 2023 realizado por el Pew Research Center, alrededor del 62% de los estadounidenses tienen una mascota. Además, una encuesta de ASPCA encontró que casi uno de cada cinco hogares estadounidenses había adoptado un perro o un gato entre marzo de 2020 y mayo de 2021. Ambos animales que son considerados las mascotas más populares en los Estados Unidos, tienen un promedio de vida mucho más corto que los humanos, al igual que muchos otros animales que se tienen como mascotas.
“La mayoría muere antes que sus dueños. Y son muchas las personas que quedan llenos de tristeza y quizás no están preparadas para manejar este sentimiento solos”, comentó Colleen Rolland, de 67 años, presidenta de la Asociación para la Pérdida y el Duelo de Mascotas.
“La gente a veces piensa que se está volviendo loca por lo que siente y por lo mal que se siente”, ahondó la Sra. Rolland. Su organización, fundada por un psicólogo en Brooklyn en 1997, ofrece un servicio gratuito de chat en línea que atrajo a más usuarios en 2023 que en 2022.
Jill Goodfriend, enfermera y trabajadora social en el Área de la Bahía que trabaja con personas que están atravesando un duelo de mascota, contó que recientemente también ha notado un mayor interés en los servicios que presta, que incluye tanto un servicio de consultas gratuitas como pago. En este último caso, la sesión ronda los 45 minutos y cuesta unos US$150.
Goodfriend, de 79 años, que comenzó a asesorar a dueños de mascotas en 2005, atribuyó este aumento de consultas por la muerte de una mascota a la pandemia. Según manifestó, el encierro provocó que “la gente fuera más consciente del dolor y estuviera más predispuesta a expresarlo”.
En el Schwarzman Animal Medical Center, que funciona en Manhattan desde 1910, existe un grupo de apoyo gratuito que da soporte emocional ante la pérdida de una mascota. Este espacio está disponible desde 1983. Susan Cohen, 79 años, trabajadora social veterinaria a quien se le ocurrió la idea de armar los grupos, reveló que en los inicios, comenzó con unas cinco personas asistiendo a cada sesión presencial. Cuando dejó de trabajar en el centro, en 2011, esa cifra se había duplicado.
La demanda de este tipo de reuniones llevó al centro a ampliar su oferta: ahora hay varios grupos de duelo que se reúnen mediante videollamadas varias veces al mes. Uno es para personas cuyos animales han muerto en los últimos tres meses, mientras que otro atiende a las que aún están en duelo por mascotas que han muerto en el último año. Judith Harbour, de 40 años, trabajadora social veterinaria de Schwarzman Animal Medical Center y quien dirige estos grupos, recientemente contó que inició un tercero para dueños de perros con problemas de salud graves. Cada grupo tiene 20 participantes de todo el país y algunos tienen listas de espera.
“Los participantes llegan de diferentes lugares”, dijo la Sra. Harbor. En relación a la edad de los asistentes, ronda entre los 18 y 85 años. “Y las mascotas por las que están de luto no son solo perros y gatos, también hay tortugas, cacatúas, loros, lagartos, caballos y conejos”, agregó la experta.
Harbour, cuyo trabajo también implica asesorar a diario a clientes y veterinarios del centro, contó que muchas de las personas que asisten a los grupos han expresado lo mucho que les cuesta expresar plenamente su tristeza por la muerte de una mascota con personas cercanas. “Algunos se han sentido juzgados por llorar a sus mascotas, mientras que otros se han sentido despreciados por sus seres queridos que les han dicho que se consigan otra mascota y sigan adelante”, expresó Harbour.
Además comentó que el dolor de la muerte de una mascota a menudo no es reconocido por la comunidad de una persona y por la sociedad en su conjunto: “Cuando pasás por algo así, realmente te sentís invisible y estás solo”.
Victoria Villarreal asistió a las sesiones del grupo de duelo del Schwarzman Animal Medical Center durante un año después de la muerte de su gato atigrado gris de 13 años, Einstein, en 2022. La Sra. Villarreal, de 55 años, enfermera en Seattle, nombró al gato por su inteligencia y lo describió como un compañero constante en casa y en viajes, incluido uno a Nueva York, donde dijo que cautivó a las amas de llaves del hotel en el que se alojó.
Según expresó, su dolor por la muerte de Einstein no era diferente a la tristeza que sintió cuando murieron su padre y su marido. El estudio de 2023 del Pew Research Center mostró que aproximadamente la mitad de los dueños de mascotas consideran a las mascotas como parte de su familia tanto como a los humanos.
“No creo que hubiera podido pasar ese primer año sin AMC”, dijo la Sra. Villarreal usando un acrónimo para referirse al Animal Medical Center. “Tu dolor se valida, no tenés que explicar por qué te sentís triste, lo único que tenés que hacer es presentarte”.
Hamilton’s Funeral Home en Des Moines también opera un grupo de duelo virtual gratuito para dueños de mascotas. Aunque para asistir hay que ser mayor de edad. “Al igual que el grupo del Animal Medical Center, este también ha atraído a personas de todo los Estados Unidos”, precisó Buffy Peters, que supervisa los servicios de apoyo al duelo en la funeraria.
“Sabemos que las mascotas traen mucha luz y amor a nuestras vidas”, dijo Peters. “Podés enojarte con ellos cuando hicieron un desastre, pero también los amás más de lo que a veces parece posible”, finalizó.
Por Lauren Gill
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