El 27 de septiembre de 2016, la OPS anunciaba un gran logro de la salud pública: el continente americano se había convertido en el primero del mundo en ser declarado libre de sarampión. Sin embargo, exactamente tres años más tarde, esta enfermedad, que puede tener complicaciones graves, como neumonía, inflamación del cerebro e incluso la muerte, en especial en menores de cinco años, no solo reemergió en todo el mundo, sino que, ante la situación epidemiológica de Brasil, ya se convirtió en un riesgo cierto para la Argentina. Con 18 casos en el año, el brote en curso es el más importante desde 2000.
Ante la confirmación de seis nuevos casos en bebés, chicos y adultos en distintos partidos de la provincia de Buenos Aires, la Secretaría de Gobierno de Salud acaba de ampliar la recomendación de una dosis "0" de la vacuna triple viral a los bebés de entre 6 y 11 meses (que ya había sido indicada en la ciudad de Buenos Aires y en la región sanitaria V) a las regiones VI, VII y XII. Esta dosis no cuenta para el calendario habitual; es decir que luego debe continuarse como siempre, con la aplicación de las correspondientes a los 12 meses y al ingreso escolar.
"Se decidió ampliar la indicación a estas regiones que son aquellas en las que viven o trabajan los nuevos casos reportados", explica Carla Vizzotti, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), que junto con la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y la Fundación Huésped firman un comunicado en el que advierten que, en un escenario de eliminación de la enfermedad, un solo caso se considera un brote. Son todos autóctonos, lo que quiere decir que se infectaron acá, pero esto no significa que sean endémicos, porque para que se reintroduzca el sarampión tiene que registrarse circulación sostenida durante 12 meses. El problema es que si no se puede establecer bien la cadena de infección, el riesgo es que haya circulación viral no detectada".
Según el último boletín epidemiológico, los seis nuevos casos corresponden a dos adultos y cuatro menores de cinco. Todos carecían de la vacuna o tenían el esquema incompleto. Uno de los adultos es un estudiante de medicina de 27 años que trabaja en la región sanitaria V de la provincia, con una sola dosis aplicada en su infancia. Otro caso es el de una mujer de 44 años sin vacunar. De los chicos, tres tienen menos de un año, por lo que no les correspondía la vacunación, y una niña de cuatro que había recibido una sola dosis. Ahora, todos los bebés de 6 a 11 meses de las regiones sanitarias incluidas en la nueva indicación y los chicos de uno a cuatro años que no hayan recibido la vacuna durante la campaña de noviembre del año pasado tienen que aplicársela. Quienes tienen entre cinco y 54 años deben tener dos dosis. Los mayores de esa edad se consideran inmunes.
"El caso del sarampión no es como el de las enfermedades que tienen estacionalidad -destaca Vizzotti-. Está reemergiendo en todo el mundo. Este año creció globalmente un 300% y en Brasil se registraron 4500 casos en tres meses. En San Pablo murieron tres bebés, y en Pernambuco, un adulto. La mortalidad es de uno a tres por cada mil. Nosotros tenemos 18 en total (16 detectados en el país y dos en España); es un brote en curso que no está controlado, y pueden seguir aumentando las notificaciones".
Transmisión "en goteo"
Según la especialista, Brasil empezó con un brote "en goteo". Algo de eso podría estar ocurriendo en el país: que sigan apareciendo los casos individualmente, hasta que uno se produzca en un lugar con poca cobertura y "explote" la transmisión.
"Es importante que se tome conciencia sobre el problema -afirma-. Puede parecer que 18 casos no es mucho, pero en realidad es un riesgo grande".
El sarampión es una enfermedad extremadamente contagiosa: si están en contacto con el virus, 9 de cada 10 personas susceptibles pueden infectarse. Este se mantiene hasta dos horas en el aire. Las personas lo transmiten hasta cuatro días antes de tener los síntomas, que son rash (manchitas en la piel) y fiebre de más de 38 grados. "Por eso la reacción tiene que ser inmediata, sin esperar a que se confirme, porque, si no, uno siempre corre de atrás al virus", dice Vizzotti.
Entre las recomendaciones de las autoridades de Salud al equipo sanitario figuran notificar todo caso de fiebre más exantema (erupción cutánea generalizada) dentro de las 24 horas de detectado, con adelanto por vía telefónica a la autoridad local responsable de las acciones de bloqueo, y acreditar dos dosis de vacuna doble o triple viral, o contar con certificación de IgG positiva (quiere decir que la persona tiene anticuerpos por una infección pasada) para sarampión.
La Secretaría de Gobierno de Salud informó que "hasta el momento en cinco de los casos nuevos se ha podido establecer nexo epidemiológico con otros ya reportados. Continúan en proceso de investigación las distintas cadenas de transmisión".
Según el último parte epidemiológico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), desde el 1° de enero hasta el 25 de septiembre de 2019 se notificaron 6541 casos confirmados de sarampión, que originaron cinco defunciones en 14 países y territorios de la región.
"Desde la actualización epidemiológica publicada el 7 de agosto, hubo un aumento del 123% en el total", destaca la OPS. De acuerdo con el organismo, en 2019 la mayoría de los casos confirmados se registraron en Brasil y los Estados Unidos, pero también hay en Canadá (29), Chile (4), Colombia (28), México (14) y Venezuela (32).
Antes de comenzar la vacunación masiva en 1980, el sarampión causaba cerca de 2,6 millones de muertes anuales en el mundo. Solo en el continente americano, entre 1971 y 1979 ocasionó cerca de 101.800 casos. Se estima que en las últimas dos décadas, gracias a la vacunación, se evitaron 3,2 millones de casos y 16.000 muertes.
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