Por Máximo Ravenna y Liliana Grimberg
La diabetes es una enfermedad crónica que se produce cuando el cuerpo no puede usar adecuadamente la energía que recibe de los alimentos que consume. Al comer, los alimentos se procesan en el cuerpo convirtiéndose en una forma de azúcar, que es el combustible principal del cuerpo. Este azúcar se incorpora al sistema circulatorio y aumenta su nivel en la sangre.
Cuando el cuerpo nota este aumento de azúcar, envía una señal al páncreas cuya función es fabricar insulina y enviarla al sistema circulatorio cuando se necesite. La insulina es una sustancia química que disminuye el nivel de azúcar en sangre. La insulina trabaja permitiéndole al azúcar salir del sistema circulatorio y alojarse en las células. Las células del cuerpo utilizan este azúcar como combustible. Cuando esto sucede con normalidad, se tiene la energía para llevar una vida completa y activa.
Cuando el azúcar penetra en las células del cuerpo, el nivel de azúcar en la sangre disminuye. En las personas que tienen diabetes, este sistema no funciona y el azúcar se acumula en el sistema circulatorio en vez de llegar a las células del cuerpo. El nivel de azúcar en la sangre puede aumentar incluso cuando no se haya comido, si hay muy poca insulina disponible.
Sin suficiente insulina para mantener la situación bajo control el cuerpo puede elaborar azúcar adicional y liberarla en el sistema circulatorio. Esto puede suceder siempre que la insulina sea escasa o no esté cumpliendo con su función. Es más probable que pase cuando el cuerpo está bajo tensión como por ejemplo una enfermedad o una herida.
La insulina es la clave para mantener el azúcar de la sangre el nivel adecuado, pero no trabaja por sí sola. El planificar lo que usted come, hacer ejercicio, tomar la medicación y verificar el nivel de azúcar que tiene en la sangre colaboran para mantener la diabetes bajo control.
¿Qué tipo de diabetes hay?
Hay dos tipos principales:
- Diabetes tipo I
El cuerpo elabora muy poca o ninguna insulina
- Diabetes tipo II
El cuerpo elabora insulina, pero no puede usarla por no reconocerla como tal.
Diabetes Tipo I
En la diabetes tipo I, el cuerpo produce muy poca o nada de insulina. Como no hay insulina, el azúcar no puede entrar en las células para generar energía.
Mientras falte insulina, el nivel de azúcar se mantiene alto. La gente con diabetes I tiene recibir inyecciones de insulina para vivir. Aunque comienza con mayor frecuencia cuando se es joven, también puede ocurrir en los adultos por traumas por stress, accidentes, etcétera
Los síntomas de la Diabetes tipo I:
- Aumento de sed
- Aumento en la frecuencia de orinar
- Aumento de apetito
- Pérdida de peso repentina
- Sensación de mucho cansancio
Diabetes tipo II
Aparece como consecuencia de un déficit parcial de la producción de insulina endógena pancreática y sobre todo como consecuencia de un mal aprovechamiento de esta insulina por parte del organismo. La diabetes tipo II está condicionada por la herencia y suele aparecer en personas genéticamente susceptibles.
En general se asocia a obesidad, vida sedentaria, alteración de las grasas en sangre e hipertensión arterial.
A diferencia de la diabetes tipo I, su inicio no suele ser tan agudo. La diabetes tipo II puede pasar desapercibida durante años debido a las falta de sintomatología, lo que hace más difícil el diagnóstico y el tratamiento precoz. El diagnóstico se realiza generalmente mediante un análisis de sangre casual o en el transcurso de una enfermedad (infección, accidente, intervención quirúrgica).
Es propio de las personas adultas y su incidencia, aumenta con la edad, suele aparecer después de los 30 años pero también puede aparecer también en personas más jóvenes frecuentemente asociada a la obesidad. (Una entidad tan emparentada que se la denomina diabesidad)
¿Por qué se debe controlar la diabetes?
El control de la diabetes no siempre es fácil, requiere tiempo y esfuerzo. Pero el esfuerzo que usted haga para controlar la diabetes lo beneficiará de varias maneras:
Primero. El mantener el nivel de azúcar en sangre cerca de lo normal puede ayudarlo a sentirse mejor cuando el nivel de azúcar es mucho más alto o mucho más bajo de lo normal, usted se sentirá cansado, incómodo.
Segundo. El controlar la diabetes puede ayudar a que usted se conserve saludable y a prolongar la vida. El mantener el azúcar en la sangre cerca de lo normal puede ayudar a evitar, postergar o reducir la seriedad de las complicaciones a largo plazo de la diabetes.