Muchas veces, al tirarnos a una pileta o al viajar en avión, se nos tapan los oídos. ¿Por qué pasa esto? Esto es debido a que cuando hay un cambio de presión en el exterior, la trompa de Eustaquio (el tubo que comunica el oído medio con la rinofaringe) no puede compensar ese cambio.
Así lo explicó en una entrevista con Europa Press el especialista en Otorrinolaringología, el doctor Carlos Escobar Sánchez, director de la Clínica Escobar de Murcia, quien advirtió además que hay personas que tienen mayor predisposición a esto por una disfunción simple de la trompa de Eustaquio. "Pero a cualquier persona con congestión nasal, alergia, catarro de vías altas, o cambios bruscos de peso ponderal, entre otros, puede ocurrirle", agregó.
Ahora bien, ¿por qué tragar, bostezar, o masticar chicle, por ejemplo, pueden aliviar el que se haya tapado nuestro oído? ¿Hay otros trucos para solventar ese 'taponamiento' momentáneo? En concreto, Escobar indica que hay tres maneras de equilibrar las presiones del oído medio con la del exterior:
1.- Abrir la trompa de Eustaquio con movimientos de boca parecidos al bostezo, deglutir o masticar chicle. Así se produce el equilibrio de presiones.
2.- Inyectando aire en el oído medio con la maniobra de Valsalva, lo que sirve para compensar una presión negativa en el oído medio; como ocurre cuando estamos dentro de un avión que desciende hacia la pista de aterrizaje.
3.- Disminuir la presión del oído medio con la maniobra de Toynbee (deglutir saliva con la boca cerrada y la nariz tapada). Esto solventa los aumentos de presión en el oído medio que ocurren cuando un avión que despegó va tomando la altura prevista.
Desde la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos agregaron en este punto que si los oídos están tapados podés intentar inhalar y luego exhalar suavemente, mientras mantenés las fosas nasales y la boca cerradas. "Tenga cuidado al hacerlo. Si usted lo hace con mucha fuerza, puede causar infecciones en el oído al empujar bacterias hacia los conductos auditivos. También es posible que cree un agujero (perforación) en el tímpano si sopla demasiado fuerte", añadieron.
EL PROBLEMA DEL BAROTRAUMA
Ahora bien, el médico sostuvo que hay que consultar al especialista cuando ante situaciones cotidianas de la vida (y viajar en avión lo es) tenemos dolor u otros síntomas que indiquen barotrauma.
Desde la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos añadieron sobre el barotrauma que es el daño al cuerpo provocado por los cambios barométricos, es decir, de la presión del aire o del agua. A su vez, indicaron que los síntomas más comunes del barotrauma incluyen dolor, sensación de taponamiento de los oídos, pérdida de la audición y mareo. "El tratamiento para el barotrauma de oído incluye masticar goma de mascar y bostezar. Algunos medicamentos, como los descongestionantes pueden ayudar", apuntaron.
"Un barotrauma intenso puede dañar el tímpano, provocar hemorragias del oído medio y lesiones en el oído interno o nervio facial. Es cuando hay una lesión en el oído medio o interno a consecuencia de lo anterior", según explicó asimismo el doctor Escobar, también profesor asociado de la Universidad de Murcia.
La Fundación Neumors norteamericana agregó en ese sentido que cuando una persona vuela en avión, hace submarinismo, escala una montaña o incluso cuando se monta en el ascensor de un rascacielos, la presión del aire disminuye cuando se sube y aumenta cuando se baja. "Si la presión no se equipara a ambos lados del tímpano, la presión del aire más alta ejercerá presión en uno de los lados del tímpano, provocando dolor. Por eso muchos bebés lloran durante los últimos minutos de un vuelo, cuando aumenta la presión del aire a medida que el avión se prepara para tomar tierra", explicó.
Este dolor solo es pasajero, no ocasiona problemas duraderos en los niños y suele desaparecer en cuestión de minutos, a medida que las trompas de Eustaquio se abren para que la presión de aire se equilibre en ambos lados del tímpano.
"Si su hijo tiene una infección de oído, es posible que su médico les recomiende posponer el vuelo hasta que desaparezca la infección. Esto evitará que a su hijo le duelan los oídos, así como una posible rotura o perforación de tímpano. A aquellos niños que se hayan sometido a la operación de colocación de tubos en los oídos, los tubos ayudarán a que la presión del aire se equipare a ambos lados del tímpano con mayor facilidad", concluyeron.
Europa Press