Los hombres están atrapados en una “recesión de amistad”: suelen ser menos propensos que las mujeres a compartir con sus amigos temas personales o relacionados a sus emociones; cómo vencer esta traba
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Todos los martes previos al Día de Acción de Gracias, Aaron Karo y Matt Ritter, ambos de 43 años, salen a cenar con un grupo de siete hombres con los que se hicieron amigos cuando eran estudiantes de segundo grado del colegio Plainview, Nueva York.
En la cena, uno de ellos se gana el premio al “Hombre del Año”, un elogio que el grupo inventó como una excusa para volver a conectarse. Comen y se ríen, y el ganador se va con su nombre grabado en una copa de plata de dibujos animados.
“Realmente no se trata del trofeo”, dijo Karo, quien es coanfitrión de un podcast que hace con Ritter llamado “Hombre del Año” en el cual exploran la amistad entre adultos. “Se trata de las tradiciones que nos mantienen unidos”, agregó Karo. La competencia por el premio entre sus amigos se lleva a cabo a través de un chat grupal donde comparten charlas, se mandan memes y se mantienen al día con sus vidas.
“Creo que los hombres se han convencido de que el éxito en la vida no incluye necesariamente la amistad, por el contrario, si les va bien en el trabajo o han formado una familia, ya ganaron”, comentó el Sr. Ritter. Sin embargo, para nosotros, “siempre fue importante tener amistades prósperas”, explicó.
Y más allá de que el Sr. Ritter tenga un grupo de amigos sólido, los hombres estadounidenses parecen estar atrapados en una “recesión de la amistad”, una tendencia que se venía gestando previo a la pandemia por el Covid, pero que sin dudas aumentó en los últimos años como consecuencia de la soledad que rigió en el mundo. En una encuesta realizada en 2021 a más de 2000 adultos en los Estados Unidos, menos de la mitad de los encuestados dijo que estaba realmente satisfecho con la cantidad de amigos que tenía, mientras que el 15% confesó que no tenía ningún amigo cercano, una cifra que creció cinco veces desde 1990. En este informe, se descubrió que los hombres, suelen ser menos propensos que las mujeres a compartir con sus amigos temas personales o relacionados a sus emociones.
“Creo que los hombres tienen un profundo anhelo por compartir temas profundos con sus amigos”, contó Nick Fager, licenciado y coach en salud mental y cofundador de Expansive Therapy, un grupo de psicoterapia centrado en LGBTQ. Pero, “resulta que llegar a ese punto, es increíblemente desafiante”, agregó el especialista.
A continuación se presentan cuatro estrategias, que si bien no eliminarán todos aquellos obstáculos con los que los hombres se enfrentan a la hora de abrirse con sus amigos, pueden ser un buen comienzo.
Practicar la vulnerabilidad
Sin ir más lejos, el Sr. Fager cree que los desafíos a los que se enfrentan algunos hombres a la hora de desarrollar vínculos fuertes y significativos, tienen que ver con ciertos rasgos relacionados a la masculinidad: la fuerza, la competitividad y el estoicismo, cualidades que pueden hacer que una amistad sea o no complicada.
“Cuando observamos a los niños, vemos que son bastante abiertos y afectuosos, pero luego algo cambia”, dijo Fred Rabinowitz, presidente del departamento de psicología de la Universidad de Redlands y autor de “Deepening Group Psychotherapy With Men: Stories and Insights for the Journey.” “Sucede que a medida que crecen, se les hace creer que expresar sus sentimientos corresponde a un tema ´tabú´”, agregó el profesional.
Una forma sencilla de practicar la desprotección emocional, es “decirles a tus amigos lo que sentís por ellos. Es muy importante que sepan que valorás la relación, que los admirás o incluso que los querés”, explicó el Sr. Fager. Aunque reconoció que llamar a alguien para decirle esto, puede resultar incómodo. Por ello, sugirió compartirle su aprecio después de haber pasado tiempo juntos haciendo algún programa o al terminar una charla profunda. En caso de sentirse incómodo, lo mejor es “estar consciente y preguntarse de dónde proviene ese sentimiento”, sostuvo Sr. Fager.
“Otra estrategia es unirse a un grupo de apoyo entre pares o participar de alguna terapia grupal”, comentó el Dr. Rabinowitz. Desde 1986 dirige un grupo semanal de hombres en Redlands, California, en donde se juntan de manera fija para " tomar coraje y poder confesar lo que les pasa. Uno de los beneficios de unirse a uno de estos grupos de apoyo, es que los hombres pueden conectar emocionalmente con otros.
Connor Beaton, de 39 años fundó ManTalks, después de darse cuenta de cómo aprender a ser vulnerable había transformado sus propias amistades y la manera de relacionarse. La empresa ayuda a los hombres a conectarse entre sí a través de talleres presenciales y cursos virtuales.
Hace varios años, mientras luchaba contra el abuso de sustancias, el Sr. Beaton se abrió a un amigo que conocía desde hacía un tiempo, un hombre con el que había vivido y viajado mucho. Para su sorpresa, cuando le compartió lo que le estaba pasando, su par le confesó que había lidiado con ideas suicidas.
“En ese momento me di cuenta que si bien creía saber todo acerca de este hombres, incluso el tipo de whisky que tomaba, no tenía noción de lo que le estaba pasando internamente”, comentó el Sr. Beaton.
Sin embargo, “practicar la vulnerabilidad no solamente requiere asistir a un taller o tener conversaciones profundas y sin filtro sobre tu vida interior. Por el contrario, se lo puede mantener simple”, expresó Marisa Franco, psicóloga que estudia la amistad y autora de “Platónico: cómo la ciencia del apego puede ayudarlo a hacer y mantener amigos”.
Y sugirió: “La próxima vez que te reúnas con un amigo, contale algo con lo que estés luchando. Eso es todo.”
No asumir que la amistad sucede orgánicamente
Desde que se mudó a Phoenix, Arizona, en 2015, Quincy Winston, de 37 años, anhela tener más amigos. En marzo pasado, a instancias de su novia, se sorprendió a sí mismo al armar un chat de hombres de color profesionales a través de la plataforma Meetup.
A Winston le hubiera gustado hacer tres o cuatro amigos nuevos. En cambio, su grupo ahora tiene 80 miembros. Se reúnen una vez al mes para asistir a eventos, realizar servicio comunitario y, simplemente, hablar.
“Solo quería reunir a la gente en un mismo lugar para aclarar la importancia de ser amigos. También para tener una comunidad y cultivar un grupo, una hermandad, de hombres”, dijo Winston.
Para la Dra. Franco, salir al mundo y decir que estás buscando hacer amigos suena redundante, sin embargo, dijo que le llamaba la atención la cantidad de personas que creían que las amistades adultas tienden a formarse orgánicamente, al igual que como lo hacen en la infancia.
“Hacer amigos en la edad adulta requiere iniciativa”, agregó.
En esta línea, la Dra. Franco le aconseja a las personas que se expongan a situaciones donde deban socializar, por ejemplo, unirse a un club o a una clase de algo que les guste. Así, quedarán expuestos a conocer gente y quizás con el tiempo, hacer nuevos amigos.
A su vez, la médica es una ferviente propulsora de aprovechar estas oportunidades y cualquier tipo de situación social con la premisa de que las personas que conozcas van a disfrutar de tu compañía, y señaló que muchas veces, son más queridas por extraños de lo que ellos mismos creen.
Usar las actividades sociales
“Los niños y hombres tienden a ser educados para realizar actividades grupales uno al lado del otro”, dijo el Dr. Rabinowitz. Aquellos que busquen expandir su círculo social, o convertir a un conocido en un amigo más cercano, pueden apoyarse en esta situación.
Una buena táctica es invitar a otros hombres a ver algún partido o a jugar a las cartas. “En esta interacción y a través del juego, las conversaciones suelen darse más fácil”, agregó el Dr. Rabinowitz.
A su vez, la Dra. Franco recomienda encontrar formas de convertir las actividades diarias en oportunidades de conexión. “Si sos corredor, podés invitar a un amigo a sumarse a tu plan, si trabajás desde tu casa, le podés decir a un colega que se una”, estimó el médico. Frente a estas situaciones, cuando invitás a alguien con quien no tenés demasiada confianza, asegurate de tener tus cosas prolijas para que no invadan la intimidad.
Por el contrario, si salen a almorzar, se ven obligados a hablar.
Aprovechar el poder de las comunicaciones casuales
Según un estudio publicado en julio de 2022 , comunicarse casualmente con amigos y conocidos, por ejemplo, a través de un mensaje de texto o correo electrónico rápido, significa más para esas personas de lo que solemos darnos cuenta, y es particularmente poderoso cuando el contacto es inesperado.
“La gente tiende a pensar que el otro está demasiado ocupado o que está muy metido en su vida”, describió la Dra. Franco. “Creo que a muchos hombres los ayuda conocer este tipo de investigaciones porque les recuerda que algunas de las barreras que tienen son mentales”, añadió el especialista.
El Sr. Karo y el Sr. Ritter dicen que mantener activo su chat grupal fue indispensable para mantener viva la amistad, incluso más que una reunión anual. Los mensajes de texto del grupo les permite mantener un cierto nivel de cercanía más allá del tiempo y la distancia, un reflejo de cuánto les importa la amistad a todos.
“Soy el único soltero y sin hijos en mi grupo”, dijo Karo. “Estos muchachos son mi familia”, remató.
Por Catalina Pearson