El historiador y escritor israelí Yuval Noah Harari asegura en el ciclo “Aprendemos Juntos 2030″, la plataforma del BBVA que emite sus contenidos en forma exclusiva por LA NACION, que reinventarse y nunca dejar de aprender son claves para triunfar
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“A lo largo de la historia, sabíamos cuáles eran las aptitudes que harían falta para sobrevivir y trabajar. Pero ahora, cuando pensamos de acá a 20 años, desconocemos cómo será la situación política, económica y qué puestos de trabajo habrá en el mercado laboral. La única certeza es que muchas profesiones actuales van a desaparecer aunque surgirán otras, pero no sabemos cuáles”, plantea el israelí Yuval Noah Harari, historiador, escritor, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén y uno de los pensadores más influyentes del siglo XXI.
En una charla del ciclo Aprendemos Juntos 2030, la plataforma con contenidos inspiradores del BBVA, el historiador expone las habilidades indispensables para la vida moderna y el mundo que se viene, y destaca que lo más importante para no dejarse sabotear por el frenético ritmo y el permanente cambio por el que atraviesan las sociedades actuales, es reinventarse y nunca dejar de aprender.
Harari considera que a diferencia de hace unos años, las aptitudes que se necesitan en la actualidad son distintas porque el mundo está en permanente cambio y “se hace muy difícil predecir cómo será de acá a 20 o 30 años”. Según el especialista, “antes se oía mucho que había que enseñarle a los jóvenes a programar computadoras, que eran lo más importante del siglo XXI”. Menciona que antes algunas de las frases que más se escuchaban eran: “Faltarán programadores, es un buen sector, hay que enseñarle a los niños a programar”. Sin embargo, aclara que la inteligencia artificial demostró que este rol humano ya no es fundamental.
Entonces, “de acá a 20 años, quizás harán falta cosas totalmente distintas, pero no sabemos cuáles”, menciona Harari. Por este motivo, “infundirle a los jóvenes un conjunto de aptitudes muy específicas, es una pésima idea”, subraya el especialista. Por el contrario, el secreto es transmitirles habilidades generales por sobre saberes específicos.
La primera habilidad que enumera es la importancia de seguir formándose a lo largo de toda la vida. Para el especialista, hay que inculcarles a las personas la necesidad de seguir aprendiendo y adaptándose a los vaivenes diarios porque “la única certeza respecto al futuro, es que van a haber cambios cada vez más grandes y rápidos”. Y este aspecto lo contrapone con lo que solía ocurrir. Según dice, a lo largo de la historia, la vida se dividió en dos etapas muy definidas que marcarían el rumbo de una persona: “En la primera parte de la vida, principalmente aprendías cómo funcionaba el mundo y distintas habilidades básicas. En la segunda, trabajabas. Por ejemplo, quien era campesino aprendía el oficio de joven y de adulto, lo aplicaba”.
En segundo lugar destaca la idea de reaprender. “Ahora, cuando llegás a los 30 o 50 años, lo que aprendiste durante la juventud no sirve. Hoy el mundo es radicalmente distinto, hay que reaprender todo”, comenta Harari. En pos de adaptarse a esta nueva realidad, el especialista sugiere aplicar la técnica del olvido: “Tenés que ser capaz de olvidar todo aquello que crees que sabés porque a menudo interrumpe y dificulta el aprendizaje de cosas nuevas”.
Para adquirir nuevo conocimiento, Harari enfatiza en la importancia de “reaprender a andar y ver”. Según dice, “antes nacías y a lo largo de toda la vida andabas y mirabas de la misma manera, en cambio en el presente, gracias a la creación de nuevos mundos virtuales, las leyes cambiaron. De esta manera, quizás en 20, 50 o 60 años, te tocará aprender a andar en un mundo distinto”.
A esta lista suma el concepto de adaptarse al cambio: “Es importante inculcarle a los jóvenes el poder de adaptarse y tener una mente abierta. Probablemente, una de las aptitudes más importantes sea ser flexible y capaz de reinventarse una y otra vez a lo largo de la vida”, resalta.
Por último, Harari le insiste a las personas a abrazar la ignorancia y a “tener la valentía de reconocer cuando algo no sabemos porque a partir de ahí, nos podemos poner a investigar”, señala. Para eso, “es crucial ser capaz de desprenderse de las ideas y animarse a decir ´no lo sé´, lo cual no es fácil porque en la escuela y universidad suelen poner mala nota cuando alguien dice esto”, puntualiza. Sin embargo, finaliza resaltando que la única manera de adquirir conocimiento nuevo es no dando todo por sentado porque tal como cuenta, “la ciencia apareció cuando los humanos reconocieron que habían cosas que no sabían”.
Podés disfrutar de la charla completa que compartió el escritor en “Aprendemos Juntos 2030″, la plataforma del BBVA con contenidos útiles e inspiradores para mejorar la vida de millones de personas de todo el mundo que, desde mayo de 2022, se emiten en forma exclusiva por LA NACION.