Limpieza facial y buena higiene son algunos consejos de expertos para prevenir su aparición
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Los orzuelos, también conocidos como “chalazión” cuando son más grandes o persistentes, son protuberancias dolorosas que aparecen en el borde del párpado. Estas protuberancias suelen ser rojas, inflamadas y sensibles al tacto. Los orzuelos son el resultado de una infección bacteriana en las glándulas sebáceas ubicadas dentro de los folículos pilosos de los párpados.
El oftalmólogo Joaquim Cabot García, explica en TopDoctors que los síntomas incluyen el desarrollo del nódulo doloroso, acompañado de enrojecimiento, lagrimeo y a veces incluso picazón en todo el párpado.
”La enfermedad que se produce en el exterior del párpado viene provocada por un ataque bacteriano en el folículo y tiende a acumular pus. Lo que ocurre dentro del ojo es el resultado del ataque de un estafilococo a las glándulas de Meibomio, que están localizadas cerca del párpado superior. Si no actuamos para curarlos, pueden evolucionar a chalazión, un quiste”, explica.
Según expertos, la causa más común de los orzuelos es la obstrucción de las glándulas sebáceas, que puede ser provocada por la acumulación de células muertas de la piel, secreciones de aceite o bacterias en el folículo piloso. Cuando estas glándulas se bloquean, las bacterias pueden proliferar, lo que lleva a la inflamación y la formación de un orzuelo.
De acuerdo con Cabot García, esta condición es prevenible. “La limpieza facial adecuada y evitar el contacto con los ojos es la regla de oro para evitar contraer el virus que provoca la enfermedad. Además, es esencial lavarse bien las manos y evitar el uso de toallas ya usadas. Como precaución, hay que quitarse siempre el maquillaje de los ojos antes de acostarse, no deben compartirse los cosméticos y deberán tirarse los que hayan caducado”, aclara.
Además, es recomendable evitar frotarse excesivamente los ojos. Si bien puede ser tentador hacerlo, especialmente cuando se sienten picazón o irritación, frotarse los ojos puede irritar los párpados y contribuir a la obstrucción de las glándulas sebáceas, lo que puede dar lugar a la formación de un orzuelo.
Otro consejo importante es evitar compartir objetos personales para los ojos, como toallas o almohadas. Compartir estos elementos puede facilitar la transmisión de bacterias de una persona a otra, lo que aumenta el riesgo de infección ocular.
Asimismo, se recomienda limpiar regularmente los anteojos y los lentes de contacto para eliminar cualquier acumulación de suciedad o bacterias que puedan irritar los ojos y contribuir al desarrollo de un orzuelo.
Finalmente, es fundamental evitar el uso de maquillaje vencido o productos para los ojos contaminados. Utilizar productos caducados o contaminados puede irritar los ojos y aumentar el riesgo de infección, lo que puede llevar a la formación de orzuelos.
Especialistas aseguran que, siguiendo estos simples consejos de higiene y cuidado ocular, es posible reducir significativamente el riesgo de desarrollar orzuelos y mantener los ojos sanos y libres de molestias.