Los especialistas recomiendan qué hacer para conservar la juventud a pesar de los años
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Algunos le temen, otros simplemente se entregan y disfrutan y en algunos casos hasta la planifican meticulosamente. También están los que intentan huirle a la vejez. Es que cuando se trata del paso del tiempo, suelen generarse muchos sentimientos encontrados.
La vida está compuesta de ciclos, cada uno con sus características y con sus idas y vueltas. “Como seres humanos, somos parte de estas etapas de esplendor y deterioro”, comenta Marianela Ducca, psicóloga cognitivo conductual, quien además hace hincapié en la importancia de aceptar y amigarse en cada instancia de cambio, “ya que es parte de la evolución humana y como tal, es inevitable”, sostiene.
Llegar a la adultez de la mejor manera posible, física y mentalmente, es uno de los grandes anhelos y también uno de los mayores desafíos. Si bien cumplir años es sinónimo de festejos y celebraciones, trae de la mano ciertos cambios intrínsecos en lo emocional y corporal, aspectos imposibles de eludir.
Los datos lo avalan. Una investigación realizada en enero de 2022 por la American Association of Retired Persons (AARP por sus siglas en inglés) y National Geographic, bajo el nombre de “La segunda mitad de la vida”, reveló que el 85% de las personas encuestadas admitieron que, de existir, tomarían un medicamento para retrasar el envejecimiento, siempre y cuando mantengan la buena salud. Un dato revelador, que alarmó a los encuestadores, fue que dos de cada tres personas de entre 50 y 60 años, y ocho de cada diez de entre 80 y 90, viven con uno o más trastornos de salud considerados graves o crónicos.
La cuestión radica en que, a diferencia de años atrás, las personas viven más años. “No nos sorprende ver gente de entre 90 y 100 por ejemplo”, opina Marcos Apud, psicólogo y Wellness Coach. No obstante, no todos llegan a ese momento de la mejor manera, una situación que está estrechamente ligada con el estilo de vida de cada uno.
Aceptar
Para Apud, el punto de partida es aceptar que el organismo está constantemente en pleno cambio a nivel biológico y celular y, en este sentido, explica que se trata de una transformación esperable una vez alcanzado el punto cúlmine de crecimiento y desarrollo cognitivo y físico que suele ser, para sorpresa de muchos, alrededor de los 20 o 21 años. A partir de este momento, comienza una sucesión paulatina de mutaciones, algunas más evidentes que otras.
“Cuando se alcanzan los 30, podemos experimentar una baja en los niveles de energía, ya no tenemos el mismo impulso vital que teníamos a los 20. En esta etapa se considera que ya se entra en la adultez y por ello, son muchos los que sufren problemas emocionales. Alrededor de los 50, se genera un declive neuroendócrino, en donde se ven afectadas las funciones cognitivas, la atención, el juicio, la lucidez y la creatividad”, destaca Apud.
Más adelante, una vez que se ingresa en la famosa “tercera edad” -alrededor de los 60 años- los síntomas de envejecimiento se aceleran, sobre todo los que tienen que ver con la parte cognitiva y motriz.
Y si bien el reloj no se puede frenar, al destino se lo puede modificar para mantenerse joven. “¿Cómo? Hackeándose a uno mismo, porque más allá de que a la edad biológica no se le puede escapar y el deterioro existe, hay formas de intervenirse para retrasar esta situación”, expresa Apud. Y en esta línea, explica que la calidad de vida de las personas dependerá de los hábitos que hayan mantenido a lo largo de su vida, los cuales incidirán de manera positiva o negativa en el envejecimiento: la actividad laboral y físca, las finanzas, la alimentación, el descanso y el manejo del estrés. Además resalta la importancia de estar en constante aprendizaje, en cualquier dimensión.
Para Ducca, la juventud va más allá del estado biológico y genético, “también incide una cuota psicológica que tiene que ver con cómo nos relacionamos con el entorno y con la manera en la que exigimos nuestras capacidades a nivel cognitivo, emocional y espiritual”, reflexiona.
¿Cuáles son las claves para potenciar la juventud?
Los especialistas consultados explican los secretos detrás de este anhelo y promueven consejos para generar hábitos saludables.
“Hay muchas formas de potenciar la juventud: todo gira alrededor de la curiosidad, del aprendizaje, de descubrir, de no quedarse quieto. La persona que tiene un espíritu joven busca expandirse”, comenta Ducca.
- Sueño: Se trata del principal aspecto, el que encabeza la lista de prioridades, el encargado de proteger todas las funciones y estructuras del organismo. “Un buen descanso evitará enfermedades neurodegenerativas y conservará nuestra juventud cerebral y biológica”, explica Apud y recomienda que debe ser de entre siete y ocho horas. “Si esto falla, por más que mantengas buenos hábitos en otros aspectos, no habrá diferencia”, agrega el experto.
- Alimentación: “Somos lo que comemos”, resalta Apud. En esta instancia, y si bien puede resultar cliché, los especialistas consultados comentan que es fundamental alimentarse de manera consciente, llevando a cabo una dieta basada en productos naturales, donde se priorice la ingesta de grasas saludables y de Omega 3, un ácido graso poliinsaturado que protege la estructura del cerebro. En esta línea, destacan la importancia de una buena hidratación a base de agua. En este camino, sugieren evitar los ultraprocesados y el azúcar. Por último está la recomendación de comer hasta el 80% de la capacidad alimentaria, es decir, no comer hasta llenarse, para no saturar al organismo con excedentes de alimentos que no podrá asimilar.
- Actividad física: Más del 50% de la juventud cerebral dependerá del movimiento que se haga con el cuerpo. Apud insiste en realizar una práctica aeróbica o de fuerza entre tres y cinco veces por semana “para poder desarrollar y mantener una estructura física con buena densidad muscular que nos soporte la cantidad de años que queremos vivir”, comenta. Al mismo tiempo, entrenar produce neurogénesis: el nacimiento de nuevas neuronas. Datos del estudio citado previamente, revelaron que el 44% de los adultos mayores de 80 años realiza actividades de resistencia.
- Gestión del estrés: Las claves para gestionarlo es saber intervenirlo. Hacer foco en las respiraciones conscientes permite generar un sistema de calma y relajación. Las mismas se pueden hacer a la mañana apenas uno se levanta, antes del almuerzo o de dormir. En paralelo, el contacto con la naturaleza -por ejemplo, caminar descalzo sobre el pasto o nadar en el mar- produce un intercambio eléctrico que desinflama las células del organismo. Un informe de la Universidad de Harvard publicado en la revista Harvard Health Publishing, reveló que el estrés afecta la salud de las personas y las hace más propensas a padecer patologías cardíacas, aumento de la presión sanguínea, problemas digestivos y desarrollo de distintas enfermedades debido a que debilita el sistema inmune.
- Aprender: “Salir de la zona de confort, desafiarse, ir por algo distinto. Un poquito de conocimiento nuevo todos los días, por más chiquito que sea, mantendrá a la mente activa y a la persona motivada”, comenta Ducca. La cuestión pasa por integrar la novedad al quehacer diario, lo que despertará la curiosidad en las personas.
- Humor: Las emociones juegan un rol importante en este proceso. “La risa y el humor permiten liberar tensiones, distenderse, aflojarse. En cambio, la amargura y la tristeza tienden a envejecer el rostro y la postura de las personas”, detalla el psicólogo. A su vez, recomienda llevar una vida social activa, con familia, amigos y dentro de la comunidad.
- Hábitos: “Lo ideal es evitar ciertas costumbres tóxicas como el tabaco y el consumo de alcohol. Si bien a veces es difícil porque la situación amerita algún trago o una copa de vino, todo debe ser en su justa medida”, dice Apud. Un estudio de la Sleep Foundation de los Estados Unidos revela que consumir alcohol en baja cantidad –menos de dos copas en hombres y menos de una en mujeres-, disminuye la calidad del sueño en un 9,3%. En el caso de que sea moderado –dos copas en hombres y una en mujeres-, lo reduce en un 24%, y si es alto -más de dos vasos en hombres y más de uno en mujeres-, caerá un 39,2%. En base a ello, aclaran que dicha incidencia variará de acuerdo a la edad y a la regularidad de su ingesta.
- Finanzas y aspecto laboral: Apud advierte acerca de la importancia que implica una buena gestión de los recursos para estar tranquilos y poder disfrutar de la vida sin sobresaltos. Según las cifras de la encuesta mencionada, cuatro de cada diez encuestados a partir de los 60 años mencionaron estar preocupados por la posibilidad de que su dinero no les alcance. Planificar u organizar la economía personal a futuro evitará altibajos.
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