Nueva York promete museos alternativos y propuestas gastronómicas para paladares exigentes; además, las mejores pistas de patinaje
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Nueva York siempre es un buen plan, una ciudad que no deja de sorprender incluso, a quienes la visitan seguido. Además del circuito turístico clásico, hay muchísimas alternativas para disfrutar la Gran Manzana desde otra perspectiva y deleitarse con su arte, cultura y gastronomía de primer nivel. Este año la isla fue catalogada por el ránking America’s Best Cities Report como la mejor metrópolis de los Estados Unidos para vivir y visitar.
Para todos aquellos que buscan seguir cautivándose con Manhattan, incluso durante los días de frío, que por supuesto también tienen su encanto, a continuación una serie perlitas para disfrutar puertas adentro, con calefacción (y también afuera). Lejos de la emblemática 5ta Avenida y la fascinante zona de Times Square, un recorrido alternativo para conocer atracciones menos turísticas y de gran impacto sensorial que van desde museos independientes de fotografía y arte hasta experiencias inmersivas y cafecitos escondidos entre las bulliciosas calles.
Fotografiska. Para los fanáticos del arte y la historia, es una propuesta disruptiva: no es un museo tradicional ni una típica galería de arte. En sus pequeñas salas ubicadas a lo largo de sus seis pisos, homenajea a la fotografía y exhibe obras tanto de reconocidos fotógrafos como de emergentes que exploran distintos ámbitos de la vida cotidiana. Hasta el 9 de marzo hay una muestra del artista, director de cine y fotógrafo norteamericano –quien ha capturado a grandes celebridades como Angelina Jolie y David Bowie–, Frank Ockenfels III, que expone un recorrido de su carrera donde se pueden apreciar imágenes tomadas con una cámara Polaroid hasta collages con distintos revelados jamás publicados de George Clooney entre otras grandes figuras.
El edificio donde se encuentra fue una antigua iglesia neorrenacentista que por afuera conserva su fachada original y por dentro está remodelado. En la planta baja hay una librería y un café de especialidad que cuenta con opciones de pastelería y una selecta carta de platos salados. Además, esta construcción esconde una peculiaridad: Anna Delvy, la joven cuyo nombre dio la vuelta al mundo por haber estafado a la alta sociedad neoyorquina y de la cual se hizo un documental en Netflix, Inventing Anna, intentó muchísimas veces “comprar” este edificio, aunque sin éxito.
Tenement Museum. Es un espacio que hipnotiza y que propone explorar las historias de los inmigrantes que llegaron a Nueva York a principios de 1900 y que se asentaron en dos edificios de viviendas que les ofrecía el Estado ubicados en la zona del Lower East Side. De la mano de un guía especializado en educación y en pequeños grupos, los visitantes podrán recorrer los distintos departamentos y caminar por los pasillos escuchando los relatos de cómo vivieron los inmigrantes mientras construían una nueva vida en norteamérica.
El barrio es uno de los más candentes de Manhattan. Luego de haber sido durante muchos años una zona under y peligrosa a la que casi ningún local quería ni asomar la nariz, ahora está en auge y ha despertado el interés de múltiples artistas, diseñadores y cocineros que se han asentado en este vecindario y lo han repuntado al punto de que es considerado uno de los más cool y lleno de vida de la ciudad.
Experiencias inmersivas
Explorar a través de los sentidos es una de las últimas atracciones en materia de cultura y turismo. Cada vez son más los artistas y productores que realizan muestras inmersivas, un tipo de propuesta que lejos de parecerse a una típica sala de museo, invita a que el público sea parte de la obra y se sumerja en un universo ficticio por medio de la escucha, la vista y el tacto para descubrir y jugar.
Para vivirlas, la Gran Manzana es el destino ideal. Color Factory es una de las opciones. Un museo para personas de todas las edades que propone celebrar la vida a través de los colores. En total tiene 14 instalaciones. Una de las más llamativas es un salón oscuro lleno de luces que recrea la vida nocturna de Nueva York. Allí, el visitante usa unos auriculares con música y baila como si nadie lo estuviera mirando. También hay un espacio en tonos celeste pastel y blanco repleto de pequeñas pelotas de pelotero para zambullirse. Otra de las habitaciones simula las cuatro estaciones: está llena de papelitos de distintos colores para agarrar y tirar por los aires.
Una de las últimas novedades es la muestra World of AI-magination que dura hasta el 24 de marzo. Se trata de una propuesta de arte digital a gran escala que combina el uso de la tecnología y la inteligencia artificial con el ingenio y la creatividad humana. Mediante el recorrido se podrán apreciar seis escenas con distintos tipos de imágenes 3D en colores vibrantes y en movimiento que envuelven al visitante y no lo dejan de asombrar.
Legoland Discovery Center. Del otro lado de isla, en New Jersey, es una atracción interior cuyas puertas están abiertas hasta el 31 de marzo. En este legendario parque temático, construido con más de dos millones de ladrillos, los más chicos podrán disfrutar de un recorrido de aproximadamente tres horas con distintas actividades: un cine 4D para ver las películas de Lego, visitar ciudades en miniatura y realizar workshops para aprender a construir sus propios objetos.
Brunch y cafecitos
Para los sibaritas, la Gran Manzana es el lugar ideal para un buen brunch. Un programa para disfrutar especialmente los fines de semana junto a los neoyorquinos. Jack’s Wife Freda nunca falla. Un local de estilo art decó que ofrece opciones para todos los gustos: tanto para los golosos como para los que buscan alimentos más saludables. El menú fusiona lo mejor de la comida africana e israelí, fiel al estilo de sus dueños Dean y Maya, una pareja de inmigrantes que buscó recrear los sabores de sus tierras natales.
En la carta, lo que más se destaca son los waffles, bien al estilo americano; distintas versiones de huevos y tostadas con palta, ensaladas y algunos platos salados: pastas, pescados y carnes. Su cheesecake de pimienta y la torta húmeda de chocolate son las vedettes de la casa. Además, cuenta con sucursales en el Soho, el West Village, Chelsea, Union Square y Williamsburg.
Little Ruby’s Cafe tiene su encanto. Bajo una atmósfera relajada y amigable, está inspirado en la auténtica cocina australiana. Su fuerte son las hamburguesas gourmet aunque también ofrece ensaladas y pastas creadas a partir de productos frescos y de estación. Quienes estén con poco tiempo y necesiten recargar pilas con un rico café al paso, acá podrán encontrar espresso.
Los devotos por la cocina mediterránea tienen su spot en Shoo Shoo Nolita, un restaurante en pleno corazón del barrio Nolita, uno de los más pintorescos de Manhattan rodeado de elegantes locales comerciales, boutiques de diseñadores independientes y barcitos llenos de onda que desplegan sus mesas al aire libre en la vereda. La carta ofrece una propuesta singular ideal para pedir una variedad de platos pequeños y compartir. La ensalada griega, el hummus con pan de pitta y los falafels son la insignia del lugar. A la opción de brunch se suman los huevos revueltos, las french toasts, las brioches y una cuidada selección de hamburguesas.
Fundada en 1888, Katz’s no es novedad pero es otro de los clásicos neoyorquinos, una parada obligatoria para cualquier viajero que pasa por la isla y ande por la zona del Lower East Side. Esta emblemática deli es icónica por sus sándwiches de pepino y pastrami ahumado. Para los dulceros, la cheesecake deja a muchos suspirando. Una recomendación: hay que ir con paciencia porque suele haber una fila descomunal, que de todas maneras avanza rápido.
Sobre hielo
Es un clásico de Nueva York, una propuesta ideal, en especial cuando se viaja con niños. Lugares para hacerlo, hay varios. Una de las pistas más famosas está en el Central Park rodeada de los edificios más sofisticados de la isla (830 5ta Av.). Otra opción es la pista del Rockefeller Center emplazado en pleno corazón de la 5ta Avenida y que está abierta hasta principios de marzo (Rockefeller Plaza entre las calles 50 y la 49). La tercera alternativa es patinar en Bryant Park con impresionantes vistas al Empire State y rodeado de puestos callejeros para comer, tomar algo caliente y ganarle al frío. Esta es la única pista de la isla cuya entrada es gratuita (5ta avenida entre las calles 40 y 42).
Como novedad, este año inauguró Glide at Brooklyn Bridge Park, una pista de patinaje debajo del icónico puente de Brooklyn desde donde además de divertirse, se puede apreciar la espectacular vista de Manhattan. El predio cuenta con un bar de café, sándwiches y pastelería. Funciona hasta el primero de marzo (Emily Warren Roebling Plaza).
Tea Around Town. Los fanáticos del té también tienen para deleitarse con un plan poco convencional. Tea Around Town funciona bajo el concepto de “casa de té en movimiento”. Ofrece una elegante y fina pastelería e infusiones arriba de un micro calefaccionado de dos pisos para disfrutar de los puntos icónicos y las vistas panorámicas más impactantes de Nueva York.
Datos útiles
Fotografiska
281 Park Ave; abre de domingo a jueves de 10.30 a 21; viernes y sábado, de 10.30 a 23. Entradas: adulto: U$S28; estudiante y mayores de 62 años, US$18; menores de 12 años, gratis.
Tenement Museum
103 Orchard St.; abre de lunes a jueves 10 a 17; viernes a domingos 10 a 18. Entradas: U$S30.
Color Factory
251 Spring Street; Domingos, lunes y martes de 10 a 18; viernes 10 a 19; sábados 9 a 20; miércoles cerrado. Entradas: U$S39.
World of AI-Magination
Chelsea Market 439 W 15th St. Horarios: todos los días de 10 a 22. Entradas: Entre U$S25 y U$S36. Los menores de cuatro años ingresan gratis.
Legoland
Primer piso del centro comercial American Dream Wy Suite A, East Rutherford. De lunes a viernes de 10 a 17.30; sábados de 10 a 19; domingos de 10 a 18.30. Entradas, a partir de los U$S25.
Tea Around Town
El recorrido cuesta U$S69
Pistas de patinaje
- Central Park: 830 5ta Ave. Lunes y martes 10 a 14.30; miércoles y jueves 10 a 21; viernes y sábados, de 13 a 22; domingos 10 a 21.
- Rockefeller Center: Rockefeller Plaza entre las calles 50 y la 49. Lunes, de 11 a 23; martes, de 11 a 00; miércoles, de 12 a 23; jueves, de 11 a 23; viernes, de 11 a 00; sábado 9 a 00; domingo 9 a 23.
- Bryant Park: 5ta avenida entre las calles 40 y 42. Lunes a viernes de 8 a 22; sábados y domingos, de 8 a 00.
- Glide at Brooklyn Bridge Park: Emily Warren Roebling Plaza. Lunes a viernes, de 12 a 21; sábados de 9 a 21; domingo 10 a 20.
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