Los centros de salud y hospitales de Santa Fe empezarán a recibir la primera producción pública de misoprostol que se utiliza para la interrupción legal del embarazo (ILE), entre otras aplicaciones ginecológicas y obstétricas.
Las autoridades sanitarias provinciales comenzaron a distribuir los 200.000 comprimidos producidos por el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) Sociedad del Estado en dos formulaciones, de uso oral y vaginal. Su costo es un 35% más bajo que el del producto de 200 mcg disponible en el mercado de un laboratorio privado que la Anmat autorizó a comercializar el año pasado.
"Tenemos buenos resultados hasta ahora", había anticipado el año pasado Guillermo Cleti, farmacéutico y miembro del directorio de LIF, en diálogo con LA NACIÓN. En ese momento, en la planta estaban haciendo las pruebas de estabilidad de un lote piloto de 100.000 comprimidos, después de más de 20 meses de desarrollo. "El estudio demora dos años, pero la autoridad regulatoria puede reducirlo a 12 meses si hay una necesidad sanitaria y los resultados dan bien", agregó, entonces.
Y así fue. Luego de haber pasado con éxito las pruebas que se requieren para demostrar su efectividad y su seguridad, obtuvo la autorización local y el Ministerio de Salud de Santa Fe dispuso su entrega a través de las droguerías centrales de los cinco nodos sanitarios en que se organiza la provincia: Rosario, Santa Fe, Rafaela, Reconquista y Venado Tuerto.
Recibirán sin costo las primeras 100.000 comprimidos de uso vaginal y 100.000 de uso por vía oral los centros de salud de atención primaria y los hospitales de los otros dos niveles de atención. Los profesionales indicarán su uso con receta archivada.
Cuando el laboratorio solicite la autorización de la autoridad regulatoria nacional, la Anmat, las cajas con los comprimidos de 200 mcg con la marca del LIF podrían llegar al resto de las provincias. Vienen en dos formulaciones, uso vaginal u oral.
"La seguridad y la calidad del producto era lo más importante y con el LIF pudimos hacer un producto seguro y con formulaciones que se necesitan en la práctica cotidiana para atender situaciones complejas, que cualquiera que haya trabajado en las guardias o los centros de salud conoce", dijo Oraldo Llanos, director provincial de Salud de la Niñez, la Adolescencia y Salud Sexual y Reproductiva de la cartera sanitaria santafecina.
Los primeros pasos de la producción del misoprostol fueron hace tres años para obtener el comprimido de uso oral, pero finalmente lograron desarrollar también el de administración por vía vaginal. Con esto, el LIF cubre el suministro de insumos para ambas formas de uso de un fármaco considerado esencial para la atención de la salud femenina.
"En marzo de 2005, la Organización Mundial de la Salud incluyó al misoprostol en su lista de medicamentos esenciales por haberse demostrado su eficacia y su perfil de seguridad para el tratamiento del aborto incompleto y el aborto espontáneo. Entre sus indicaciones se encuentran: la maduración cervical, la inducción del aborto en el 1° y el 2° trimestre, la prevención y la profilaxis de la hemorragia posparto, el aborto incompleto y la preparación instrumental del cuello uterino", se recuerda en el Protocolo para la Atención Integral de las Personas con Derecho a la ILE que actualizó el ex Ministerio de Salud de la Nación en septiembre de 2016.
En el país rige el aborto no punible en los casos de violación y peligro para la vida y la salud física y mental de la mujer, de acuerdo con el Código Penal. El protocolo de aplicación para los equipos de salud incluye el método farmacológico con misoprostol, como lo recomienda la OMS, la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología (Flasog) y la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) en los países donde no esté aprobada su combinación con mifepristona. Es el caso de la Argentina.
El trabajo del LIF, como el de otros laboratorios de producción pública de medicamentos en el país, es reconocido dentro y fuera de la Argentina. Llanos comentó que desde que trascendió que incorporaría el misoprostol entre sus productos, comenzaron a recibir consultas de los ministerios de Salud de otras provincias y países.
"Consideramos que el terreno ganado a favor del derecho a la salud con la producción pública de medicamentos no se puede echar para atrás y debe continuarse como una política de Estado", sostuvo el funcionario. "En el caso de este producto que el LIF empieza a producir, cualquiera de los que trabajamos en una guardia o un centro de salud del primer nivel de atención vemos el sufrimiento en una situación tan compleja como el aborto –agregó–. Por eso es tan importante educar en la prevención del embarazo no planificado y también asistir con un acceso seguro y oportuno a la ILE. Y, esto, también tiene que ver con contar con los insumos adecuados y seguros. Ahora, contamos con eso."