Entrenar la fuerza tiene múltiples beneficios, según especialistas consultados, tanto para deportistas profesionales como amateurs de todas las edades
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¿Fuerza o aeróbico? un dilema que muchos se cuestionan pero que también suelen ser métodos complementarios de entrenamiento. Innumerables mitos giran en torno a estas disciplinas que se disputan entre sí cuál es la mejor forma de entrenar para estar en forma y saludable.
La mayoría de las personas se inclinan por las actividades aeróbicas y menos por las de fuerza. Sin embargo, levantar carga es una de las joyitas de atletas como Lionel Messi pero también de deportistas amateurs que buscan estar fit. La fuerza propone un sinfín de virtudes que ayudan al descenso de grasa corporal y a fortalecer el físico para potenciar cualquier otro deporte e incluso para estar fuertes durante las actividades de la vida cotidiana.
Queda claro que los futbolistas no son la excepción. El Campeón del Mundo, Lionel Messi, jugador del PSG complementa su entrenamiento con un trabajo de peso sin demasiada carga. En ocasiones, se lo ha visto en el gimnasio haciendo ejercicios localizados. Su mujer Antonela Roccuzzo, fiel seguidora de la vida en movimiento, también se pone a prueba levantando carga y comparte con sus casi 30 millones de seguidores en Instagram sus rutinas.
Pero, ¿qué secreto se esconde detrás de este mundo? Para todos aquellos que le huyen a esta técnica por miedo a aumentar su volumen, Ignacio Valloni, preparador físico, derriba esta creencia al explicar que, levantar carga potencia el descenso de peso porque el cuerpo consume mucha energía al hacer fuerza, entonces, quemará gran cantidad de calorías. “Este tipo de trabajo genera masa muscular, fomenta la disminución de la grasa corporal y define los músculos”, comenta el entrenador.
Al respecto, Alejandra Hintze, médica deportóloga e integrante de la comisión directiva de la Asociación Argentina de Médicos del Deporte, comenta que se trata de un proceso progresivo en donde lo ideal es arrancar con cargas livianas e ir aumentado su intensidad con el paso de los meses, “en muchos casos, también es bueno alternar entre semanas más pesadas y otras más livianas, así el cuerpo no se acostumbra a hacer siempre lo mismo y lo llevás a superarse”, agrega la especialista.
En cuanto a los ejercicios, hay una amplia variedad para hacer y entrenar el cuerpo en su totalidad, así, se pueden trabajar varios músculos a la vez o por separado, dependiendo el objetivo de cada persona. Los mismos se realizan a través de estímulos cortos y rápidos, y se suelen hacer entre cuatro y diez repeticiones. “A mayor carga, se recomienda hacer menos series, y a medida que se la aumenta, se pueden hacer más. Esto es así para lograr un equilibrio y no saturar al cuerpo”, comenta Valloni.
En 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomendó a través de su página web, practicar actividad física de 150 a 300 minutos por semana y aclaró que dos días deberían estar destinados al trabajo de fuerza.
Y es que en esta técnica los beneficios abundan. Los expertos consultados hacen hincapié en que no solo actúa como un indiscutido quemador de calorías, sino que además, trae de la mano un amplio abanico de efectos secundarios positivos: ayuda a preservar la masa muscular, fomenta la flexibilidad, fortalece el equilibrio, las articulaciones y los huesos, y reduce el estrés y la tensión. Además, previene algunas enfermedades como por ejemplo, las cardiovasculares.
Un estudio realizado por la revista British Journal of Sports Medicine, reveló que, practicar ejercicio con peso, entre 30 y 60 minutos por día, reduce entre un 10 y 20% los riesgos de muerte prematura y de padecer enfermedades cardíacas.
A su vez, para todos los supersticiosos, Hintze rompe los dichos populares acerca de que levantar carga no es bueno para jóvenes y personas mayores, y reflexiona sobre la importancia que esto conlleva para tener una buena calidad de vida tanto en el presente como a largo plazo. “En el caso de los chicos y adolescentes, es fundamental para desarrollar un cuerpo y una mente fuertes y sanos desde una edad temprana. A los 60 años, trabajar la fuerza permitirá mantener cierta juventud y evitar caídas y lesiones”, comenta la médica.
En esta línea, este tipo de entrenamiento tiene una incidencia directa con el bienestar emocional de las personas ya que, aporta seguridad y confianza al ver que superan límites y se desafían. Y en base a esto, un dato curioso se desprende de aquellas sugerencias de la OMS que indican que las personas adultas deberían ejercitar la fuerza en un promedio de tres veces por semana en tanto que a los jóvenes les alcanza con dos.
¿Cuáles son los beneficios de entrenar la fuerza?
Los especialistas consultados brindan las ventajas de ejercitar con peso y recomiendan estar supervisados durante las rutinas como así también arrancar a usar carga de manera progresiva. Eso sí, incentivan combinarlo con el aeróbico para fortalecer el aparato cardiorrespiratorio.
- Potencia el estado óseo, es decir, fortalece los huesos debido a que los músculos tiran de ellos mientras ejercitan. Estudios mostraron que el entrenamiento con pesas aumenta en un 19% la densidad ósea.
- Mejora el estado anímico producto de la adrenalina, las endorfinas y la sensación de superación que se generan al entrenar y superar límites.
- Desarrolla la aptitud física, la disciplina y la técnica.
- Previene las enfermedades cardiovasculares, fortalece el equilibrio, las articulaciones y brinda flexibilidad.
- Mejora la calidad de vida ya que, tener fuerza permite desenvolverse con soltura en la vida cotidiana evitando caídas y lesiones ya sea para realizar cualquier tipo de actividades y movimientos, desde subir escaleras y cargar las bolsas del supermercado hasta como complemento para otros deportes.
- Reduce el estrés y la tensión acumulados durante el día.
- Ayuda a conciliar el sueño ya que, fomenta la liberación de serotonina, un neurotransmisor que ayuda a aumentar el nivel de melatonina, la hormona que regula el sueño.