Hay personas que tienen mayor predisposición a presentar descalcificación en los huesos; síntomas y prevención
- 4 minutos de lectura'
Son de los problemas más recurrentes del día a día. De hecho, si uno se dirige a una guardia de hospital, lo más probable es que la mayoría de los pacientes en espera sean personas con alguna fractura o problema en los huesos producto de un accidente o caída. Pero esto no ocurre en todos los casos, hay ciertas personas que tienen más predisposición a presentar descalcificación en los huesos y por ende, sufren fracturas constantemente y otros que tienen mejor estado óseo y solo sufren en situaciones puntuales. ¿Cómo diferenciar ambos casos?
En general, las fracturas óseas ocurren debido a un impacto suficientemente importante como para romper un hueso. Si el golpe es muy fuerte, romperá huesos sanos y/o descalcificados.
Se llaman “fracturas por fragilidad o atraumáticas” a las que ocurren con un impacto leve como, por ejemplo, una caída desde la propia altura. Ejemplos de esta situación son:
- Caminar por la calle, tropezar, caer apoyando la muñeca y que ésta se fracture.
- Caer desde un escalón y que, según el lugar del golpe, se fracture el húmero (parte superior del brazo), la muñeca o la cadera.
- Levantarse dormido por la noche para ir al baño, caer al costado de la cama y que se rompa la cadera.
- Caer sentado y que, por un efecto símil acordeón en la columna, se quiebre una vértebra.
- Levantar una persiana pesada o agacharse para hacer la cama cuyo colchón es pesado y que se fracture una vértebra.
Puede haber muchos ejemplos más, pero, básicamente, son situaciones en las que el impacto no es lo suficientemente intenso como para lastimar un hueso, salvo que esté descalcificado.
En contraposición, están los accidentes de tránsito, ya sea por un choque o ser atropellado por un vehículo en donde, generalmente, el impacto es muy violento, o una caída de una escalera de muchos escalones. En estas situaciones, puede haber rotura de un hueso sano.
Las fracturas consideradas osteoporóticas son las de vértebras, muñecas, caderas y del hueso húmero. En general, ocurren porque el hueso ya está debilitado y frágil, y un mínimo impacto logra quebrarlo. Esta situación debe ser un llamado de atención para investigar la presencia de osteoporosis.
Los estudios para su diagnóstico son sencillos e incluyen una densitometría de columna y fémur, análisis de sangre y de orina para estudiar marcadores específicos del hueso y radiografías de la columna dorsal y lumbar, y del sitio que sufrió el impacto durante la caída.
La densitometría es un método simple y rápido de diagnóstico, de baja radiación, por lo que permite medir varias áreas esqueléticas de manera simultánea. Los densitómetros tienen acoplados programas que posibilitan evaluar la presencia de deformidades o fracturas vertebrales (morfometría vertebral) y estimar la arquitectura del hueso (TBS).
Consejos y conductas sencillas en la vivienda para evitar caídas en los adultos mayores:
- Despejar de cables y alfombras pequeñas las áreas de paso.
- Usar calzado antideslizante.
- Colocar luz de noche o dejar alguna luz encendida si se levantan para ir al baño.
- Colocar pasamanos en las escaleras y barras en los baños.
- Secar rápidamente superficies mojadas en baño y cocina.
- Colocar los utensilios de uso cotidiano a una altura accesible para no tener la necesidad de subir a bancos ni escaleritas.
Las caídas también pueden deberse a:
- Disminución de la visión u otros trastornos oculares.
- Pérdida de la audición, que alerta sobre eventuales peligros, mareos o falta de equilibrio.
- Enfermedades neurológicas: Párkinson, demencia, alzhéimer.
- Disminución de la masa muscular: sarcopenia, reposo prolongado, sedentarismo.
- Medicamentos en dosis incorrectas: antihipertensivos, hipoglucemiantes, hipnóticos y diuréticos, entre otros.
- Bebidas alcohólicas en exceso.
Por lo tanto, hay que tener en cuenta que las fracturas por golpes leves pueden ser osteoporóticas y son un llamado de atención para iniciar la búsqueda de osteoporosis y si ya existe el diagnóstico de esta dolencia, hay que intentar evitar las caídas.
*Por Alicia Bagur, médica osteóloga, directora médica de Mautalen Salud e Investigación.