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La Organización Mundial de la Salud (OMS) brindó esta semana detalles sobre la vacuna contra el coronavirus de Moderna y recomendó que las personas embarazadas no se la den, con excepción de aquellas muy expuestas al virus o que sean consideradas de riesgo. A principio de mes, había hecho lo mismo con la de Pfizer.
En ese sentido, la entidad publicó una guía provisoria donde indicó que se pueden hacer excepciones si las ventajas de la vacunación a las embarazadas son mayores que los potenciales riesgos de la propia vacuna, como ocurre con quienes sufren otras enfermedades o con el personal sanitario que tiene un riesgo elevado de contagio. Además, la OMS dijo que recomienda que no se hagan test de embarazo previos a la vacunación.
Sin embargo, para los expertos, las personas que amamantan pueden vacunarse dado que “es biológica y clínicamente poco probable que represente un riesgo para el niño”, aunque destacó que no se debería interrumpir la lactancia después de la vacunación.
Estas recomendaciones se asemejan a las que había dado, anteriormente, al respecto de la de Pfizer-BioNTech. El 8 de enero, la OMS había emitido una guía provisoria acerca de esta vacuna, donde estableció que “los datos disponibles son insuficientes para evaluar la eficacia de la vacuna o los riesgos asociados a la vacuna durante el embarazo”. De esta manera, como con la de Moderna, la OMS sugirió que las personas embarazadas no usen esta vacuna, hasta tanto no hubiera más información al respecto.
“La OMS continúa monitoreando la situación desde cerca, en caso de que haya algún cambio que pueda afectar la guía provisoria. Si algún factor cambia, la OMS publicará una nueva actualización. De lo contrario, este documento de orientación provisional caducará 2 años después de la fecha de publicación”, cierran ambos documentos. Todavía no publicó las guías provisorias del resto de vacunas contra el Covid-19.