El uso de bandas elásticas estaba reservado para procesos de rehabilitación, pero desde hace dos años, se popularizó como un aliado a la hora de entrenar
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Llegaron para revolucionar el uso de las pesas y sin pedir permiso, se colaron en los gimnasios y entre las distintas prácticas de entrenamiento. Se trata de las bandas elásticas, un producto sencillo que hoy se posiciona como el elemento estrella y que promete un sinfín de beneficios. En el último tiempo, sumaron cada vez más adeptos, devenidos en fanáticos, que halagan y comparten con el mundo sus virtudes.
Desde futbolistas hasta deportistas amateurs, pasando también por personas que deben rehabilitarse de alguna lesión. Es usual ver a jugadores y también a Lionel Messi ejercitar con una banda elástica durante sus jornadas de entrenamiento, hacer sentadillas o colocársela en la cintura y correr mientras el entrenador la sujeta de atrás.
Sin ir más lejos, tiene que ver con un producto simple y versátil que esconde secretos “gloriosos” ideales para aprovechar al máximo, sin importar el nivel de entrenamiento que se tenga. A través de ellas, se propone una práctica intensa y efectiva “donde se trabaja de manera localizada y en una sola sesión, cada músculo del cuerpo mediante un proceso de resistencia gradual y progresivo a partir del propio peso corporal”, sostiene Francisco Piperatta, entrenador personal conocido en el universo fitness como “Oso Trainer”.
Pero, ¿cómo se las utiliza? Para responder esta duda, es necesario arrancar por el principio. Este elemento elástico, -que se consigue exclusivamente en locales deportivos-, viene en distintas intensidades y grosores: suave, intermedio y fuerte, lo que permite que se estiren en mayor o menor medida y que la persona haga más o menos esfuerzo, pero con la ventaja de que al no levantar carga extra, el cuerpo está protegido de posibles lesiones.
Sin embargo, no requiere de mucha ciencia ni implica demasiada complejidad: se coloca entre las extremidades, ya sea en las piernas, apenas arriba de las rodillas o en los talones, y en los brazos, a la altura de las muñecas o por encima de los codos, y se abre y cierra a los laterales haciendo presión. “A medida que las bandas se estiran, crece la tensión en la zona que se está ejercitando”, comenta Alejandra Hintze, médica deportóloga e integrante de la comisión directiva de la Asociación Argentina de Médicos del Deporte.
En base a ello, los tipos de usos que se le dan, son de los más diversos, razón por la cual se le otorga la cualidad de ser multidisciplinaria. En esta línea, Hintze comenta que por un lado, brindan ayuda y facilitan la práctica de pruebas que implican cargar con el peso corporal y que de otra manera resultarían complicadas, como por ejemplo a la hora de colgarse de una barra. Por el otro, “son el complemento perfecto para sumarle un grado de dificultad a los ejercicios, como a la hora de hacer sentadillas, elevaciones pélvicas, saltos y planchas”, cuenta la especialista.
De esta manera e hilando más fino, “se genera un entrenamiento conocido como concéntrico y excéntrico, que es muy beneficioso para el músculo ya que, al abrir y cerrar los brazos o las piernas con la banda, produce un efecto de relajación y contracción que hace que aumente la fuerza muscular”, agrega Hintze.
Gracias a estas bondades, Alejandro Mezzarapa, reconocido fitness coach, refuerza que las bandas elásticas son una alternativa ideal para todos los grupos etarios, sobre todo, para los que no quieren o no pueden levantar peso, para los que se están recuperando de una lesión, para las personas mayores que están perdiendo músculo; para los que no tienen tiempo de ir a una clase de gimnasia y entrenan en sus casas y para todos aquellos que están dejando atrás el sedentarismo e iniciándose en la actividad física donde lo mejor “es hacer un trabajo progresivo”, detalla.
Y como todo tiene su historia, las bandas elásticas tampoco se quedan atrás. Según Hintze, el furor arrancó durante la pandemia como una opción para todos aquellos que quisieron seguir entrenando, pero que no contaban con los elementos necesarios para hacerlo. Previamente, su uso estaba reservado a los trabajos de rehabilitación y a los atletas de élite que necesitaran mantener y mejorar la fuerza.
Los tres ejercicios esenciales para hacer con bandas
Mezzarapa, comparte algunas actividades dinámicas para realizar con las bandas, en la intensidad que cada cual considere acorde, y sugiere hacer diez repeticiones por serie durante tres a cinco vueltas, con una pequeña pausa de entre uno y dos minutos.
Desplazamiento lateral:
- Colocarse la banda apenas unos centímetros por arriba de las rodillas.
- Ubicarse en posición de sentadilla y estar atentos a que la rodilla no supere la línea de los pies.
- Dar pasos hacia la derecha y luego hacia la izquierda.
Estocadas:
- Colocarse la banda unos centímetros por arriba de las rodillas.
- Pararse de manera recta con los pies alineados a la cadera.
- Dar una zancada hacia adelante y flexionar las piernas.
- Alternar los pasos.
Hombros:
- Colocarse la banda en la mitad de las manos.
- Ubicar los brazos en forma de “V”, contrayendo los omóplatos.
- Abrir lo máximo que se pueda y mantener.
- Repetir el movimiento.
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