En el noroeste de la península ibérica, entre el Cantábrico, el Atlántico y Portugal, Galicia tiene el primer puesto en el ranking de los destinos turísticos con menos visitantes, para pasear y descansar lejos de las masas
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Con la expansión del “turismo de masas”, término popularizado entre las años 1950 y 1970, cuando el número de turistas internacionales se incrementó al doble cada siete años, para muchos viajeros escapar de esas “muchedumbres alocadas” con cámaras de fotos colgantes se convirtió en un factor determinante al momento de elegir a dónde de ir.
No es casual que los últimos años, la empresa global YouGov España haya elaborado un ranking con las regiones más y menos masificadas para viajar por la península ibérica, un estudio de investigación de mercado y análisis de datos que posicionó a la comunidad autónoma de Galicia como el destino más tranquilo, mayormente despejado de turistas, donde además se puede disfrutar de playas fantásticas.
Se accedió a este resultado a través de Destination Index, una nueva herramienta de inteligencia turística regional diseñada para analizar diferentes destinos como marcas, comprender el impacto de las campañas de promoción en cada mercado y mejorar las estrategias de marketing de todos los destinos turísticos de España y su entorno.
Según el 21 por ciento de las personas que han participado del estudio, Galicia es la comunidad autónoma que menos sensación de masificación da a quienes la visitan, seguida de cerca por Asturias, con el 20 por ciento y Cantabria con el 18 por ciento, respectivamente. Por detrás de ellas se encuentran otras comunidades autónomas como Extremadura, con el 16 por ciento, Castilla La Mancha, con el 14 por ciento y Castilla y León, con el 13 por ciento.
Además de España, la investigación abarca otros mercados emisores de referencia como Francia, Italia, Reino Unido, Alemania, Bélgica, Holanda, Suecia y Estados Unidos, y se actualiza en forma trimestral a partir de una variedad de indicadores que cubren tanto la salud de marca del destino (notoriedad, calidad, reputación) como los atributos de imagen (tipos de turismo asociados y practicados en cada lugar).
Viaje a la tierra del mar menos visitada
Galicia tiene casi 1500 km de costa y más de 700 playas. Está dominada por rías o brazos de mar que entran en el continente. Las rías altas están más cerca de Asturias y llevan los nombres de las ciudades que tocan, todas con cascos medievales: Ría de Viveiro, de Betanzos, de Ortigueira, de Ferrol, de La Coruña. El área costera se extiende desde Finisterre hasta la Ría de Vigo, y ocupa casi toda la costa de la provincia de Pontevedra y parte de la costa Oeste de la provincia de La Coruña.
Si bien cualquier época es buena para visitarla, sin dudas el mejor momento del año es durante el verano, sobre todo para disfrutar de las espectaculares costas de las Rías Bajas, con temperaturas máximas de 30 grados y menos probabilidades de lluvia. Allí se encuentran los mejores balnearios de la región, como la Playa de las Catedrales, la Playa de la Lanzada o la Playa de Montalvo, que en todos los casos están por fuera de los circuitos turísticos de masificación.
Sin embargo, es durante el otoño cuando el turismo disminuye, y puede disfrutarse tanto o más con un buen clima que supera los 21 grados. Además de las playas, el circuito comprende grandes puertos pesqueros y marinas deportivas cercanas a centros turísticos de interés para recorrer por su patrimonio arquitectónico, urbanístico y cultural. Y en invierno, pueden visitarse también las termas de Ourense, situadas junto al río Miño.
Así, con muchas opciones culturales y de esparcimiento, gastronomía y parques naturales, en una semana pueden visitarse sitios como La Coruña, Santiago de Compostela, Rías Baixas y Ourense, sin estar envuelto en una maroma de turistas o haciendo fila en todas partes. Otra opción es visitar las playas de Sanxenxo, Combarro, Allariz o Finisterre.
Por aquí está también la oscura Costa de la Muerte, que se llama así por las aguas bravas que hicieron naufragar más de 60 barcos. La Costa da Morte termina en Finisterre, el punto más occidental de España y el antiguo finisterrae o fin de la tierra adonde muchos peregrinos viajaban para ver con sus propios ojos uno de los confines del mundo conocido. Más allá, solo el vasto océano.
Hoy, Finisterre forma parte del Camino de Santiago, el producto turístico estrella de Galicia, un camino de unos 800 kilómetros desde el límite con Francia hasta Santiago de Compostela. Después de caminar diez y quince días, un mes o más, llegan a Santiago, y los que todavía tienen fuerza continúan hasta Finisterre para abandonar su calzado en este punto último. En cualquier caso, la aventura del Camino de Santiago, con sus diferentes rutas históricas desde Francia, el Cantábrico, el sur de España o Portugal hasta Santiago de Compostela, atraviesa la región de punta a punta.
Para los viajeros que escapan al turismo de masas, el Camino Inglés parte de El Ferrol, en Galicia, y es el menos frecuentado. Además, es el único recorrido que se puede transitar entero en una semana de marcha. Se llama así porque es la vía que utilizaron los peregrinos ingleses que huían de la persecución de Enrique VIII en el siglo XVI, y es recomendable para personas que quieran hacer una ruta completa de peregrino y solo dispongan de unos días para realizarlo.
Mezcla de arte, historia y leyenda, es un recorrido por la bucólica campiña gallega, con sus bosques de roble, helechos gigantescos, túneles de laurel y la magia de los amaneceres brumosos, que, a diferencia de otras vías, se recorre mayormente en soledad. Hasta llegar a la ciudad del apóstol se demora aproximadamente cinco días, en los que hay que recorrer 120 kilómetros en seis etapas. Un recorrido que se adentra en parajes rurales y se sumerge en la Galicia profunda, con poblados pequeños, caseríos desiertos y mujeres trabajando la tierra.