Los pescados grasos como salmón, sardina, trucha, atún y caballa están entre lo mejor que podés comer para que tu piel luzca de la mejor manera posible
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Una piel hidratada, brillante y suave al tacto no depende solo de tratamientos dermatológicos. La alimentación diaria influye directamente en la irrigación de los nutrientes esenciales para el órgano, en particular cuando se trata de antioxidantes, proteínas, vitamina E, vitamina C y vitamina A.
Pero, según Bonnie Taub-Dix, autora del libro “Read It Before You Eat It: Taking You From Label To Table” (Léelo antes de comer: llevándote de la etiqueta a la mesa), los pescados grasos son la clave para los mejores resultados en la dermis. El aceite que se encuentra en ellos proviene del omega 3, y las principales opciones son el salmón, la trucha, el arenque, la sardina y el atún.
“Los pescados ricos en ácidos grasos omega 3 ayudan a preservar el colágeno, combatir la inflamación y mantener la piel firme”, explica Taub-Dix, en una entrevista con el sitio Shape.
Un estudio realizado en los Países Bajos estudió los registros alimentarios y fotografías de cerca de 2.800 adultos mayores, la mayoría entre los 60 y 70 años. A partir de eso, se descubrió que las mujeres que comían más frutas, vegetales, pescados y alimentos ricos en fibras tendían a tener menos arrugas que aquellas que comían más otros tipos de carne, como la roja, y aperitivos salados.
Los beneficios
El omega 3 es un aliado en la preservación del colágeno, responsable de mantener la piel fuerte y ayudar en la recuperación después de heridas. Otro beneficio de este ácido graso es la hidratación.
Además, según el dermatólogo Ariel Ostad, el salmón, por ejemplo, es una fuente de vitamina E, que actúa en la protección de la dermis.
“El salmón es una excelente fuente de nutrientes como ácidos grasos omega-3, proteínas, vitamina D y vitaminas B”, añade el especialista, también a la revista Shape.