La práctica habitual, además, fortalece los músculos, aumenta la capacidad aeróbica y la resistencia física y promueve la agilidad mental; consejos para evitar lesiones
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Jugar al tenis es mucho más que una actividad recreativa; es una disciplina completa que ofrece múltiples beneficios para la salud y el bienestar general. Según un estudio de la Asociación de Tenis de los Estados Unidos (USTA), esta práctica deportiva que mejora la condición física, supera en efectividad a ejercicios aeróbicos tradicionales en la quema de calorías, especialmente cuando se juega de forma competitiva.
Este deporte no solo fortalece el cuerpo, sino que también cultiva una ética de trabajo y la capacidad de afrontar desafíos al enfrentar los inevitables altibajos de cada partido.
Ángel Simeoni, profesor de tenis y preparador físico, afirma que esta actividad también da beneficios mentales: “Fomenta la autoconfianza, la motivación, el respeto, la disciplina, la responsabilidad y el manejo de las emociones. Estos aspectos son esenciales, ya que permiten enfrentar diversas situaciones, tanto dentro como fuera de la cancha”.
También, destaca que el tenis fortalece los grupos musculares, mejorando la coordinación y flexibilidad. A su vez, el incremento en la capacidad aeróbica permite aumentar la resistencia física, quemar calorías y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
El tenis es un deporte que exige altos niveles de agilidad y resistencia, tanto física como mental. En este sentido, Simeoni comenta que los movimientos son rápidos y variados, lo que requiere un alto nivel de agilidad. “Hoy en día, el juego es más explosivo y veloz, lo que ha llevado a los jugadores a entrenar más esta habilidad. Aquellos que no lo hacen corren el riesgo de sufrir lesiones debido a los constantes cambios de ritmo”, asegura.
A su vez, agrega que la agilidad mental también es crucial, ya que los jugadores deben reaccionar rápidamente a los movimientos del oponente. En cuanto a la resistencia, un partido puede ser muy agotador porque su duración es incierta y depende del estilo de juego del rival. “La resistencia es fundamental, ya que los puntos varían en intensidad y requieren una buena capacidad aeróbica y rápida recuperación para el siguiente punto”, remarca.
Las técnicas de recuperación y estiramiento son fundamentales en la preparación de los tenistas, ya que previenen lesiones y mejoran la flexibilidad. “Son tan importantes como la alimentación. Incluyen prácticas como estiramientos, descanso, relajación, masajes, crioterapia y termoterapia. Es un error pensar que la recuperación comienza solo después de jugar; en realidad, inicia antes del partido”, agrega el entrenador.
La prevención de lesiones es un aspecto fundamental en el tenis, donde una combinación de técnica adecuada y preparación física, según Simeoni, puede marcar la diferencia entre un juego exitoso y una carrera interrumpida. “Contar con un entrenador que corrija los golpes es esencial, ya que muchas lesiones provienen de movimientos repetitivos mal ejecutados, especialmente en muñecas, hombros y codos”, enfatiza. Agrega que los jugadores deben ser conscientes de la importancia de trabajar su resistencia y musculación, incluyendo todos los grupos musculares, así como realizar ejercicios de estiramiento y movilidad. “Es vital realizar un buen calentamiento antes de jugar y estiramientos regenerativos al finalizar la práctica”, señala.
Mentalidad fuerte
El tenis, como deporte de precisión y estrategia, puede ser una herramienta clave en la formación de una mentalidad fuerte y resiliente en los jóvenes deportistas. A través de la disciplina, la gestión de la presión y la capacidad de superar los fracasos, los jugadores desarrollan habilidades mentales que trascienden la cancha, preparándolos para los desafíos en distintas áreas de sus vidas.
“En la cancha, el jugador depende solo de sí mismo para enfrentar al rival, lo que lo hace mentalmente fuerte. Además, fomenta valores como el respeto al adversario, la perseverancia hasta el último punto, la confianza en uno mismo y la automotivación, cualidades que también se reflejan fuera de la cancha”, explica Simeoni.
Por su parte, Jorge Belardi, cardiólogo y presidente del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) destaca que, aunque el ejercicio anaeróbico, como el levantamiento de pesas, no es el más adecuado para mejorar la capacidad cardiovascular, su importancia en el fortalecimiento muscular ha sido cada vez más reconocida. “Estos ejercicios son fundamentales para el desarrollo muscular, aunque su principal objetivo no sea aumentar la resistencia cardiovascular”, dice.
Por su parte, Jorge Belardi, cardiólogo y presidente del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) destacó que, aunque el ejercicio anaeróbico, como el levantamiento de pesas, no es el más adecuado para mejorar la capacidad cardiovascular, su importancia en el fortalecimiento muscular ha sido cada vez más reconocida. “Estos ejercicios son fundamentales para el desarrollo muscular, aunque su principal objetivo no sea aumentar la resistencia cardiovascular”, agregó.
Según una investigación publicada en el British Journal of Sports Medicine, los deportes de raqueta, como el tenis o el paddle, pueden reducir hasta en un 56% el riesgo de muerte por enfermedades cardíacas, debido a la combinación de ejercicio físico intenso y el componente social que promueve una mayor adherencia a la actividad física.
“Una adecuada hidratación y nutrición son esenciales para los tenistas, tanto en entrenamientos como en competencias. Con el apoyo de profesionales, los jugadores optimizan su alimentación e hidratación, lo que les ayuda a prevenir lesiones, mantener la resistencia física y mejorar su rendimiento mental y físico en la cancha. Esta correcta nutrición les permite afrontar partidos intensos y recuperarse eficazmente para los siguientes desafíos”, remarca Simeoni.
El tenis combina ejercicio físico, interacción social y concentración mental, convirtiéndose en una herramienta valiosa para mejorar la salud emocional. “Cuando se practica como una actividad recreativa, no solo favorece la generación de vínculos y la interacción social, sino que también ha sido documentado como uno de los factores que contribuyen a la prolongación de la vida. La conexión con otros a través del deporte desempeña un papel fundamental en el bienestar general y en la promoción de una vida más longeva y saludable”, detalló Belardi.
Con su combinación de ejercicio aeróbico y anaeróbico, tiene un impacto cardiovascular distintivo que puede ser comparado con otras actividades físicas como correr o nadar. Belardi dice que el tenis tiene la ventaja adicional del relacionamiento social y la posibilidad de regular la intensidad del ejercicio. Sin embargo, también menciona que la natación se destaca como uno de los mejores ejercicios aeróbicos debido a su bajo impacto en las articulaciones.
Un reciente artículo de National Geographic señaló que el tenis ofrece beneficios adicionales en términos de longevidad, salud ósea y cardiovascular. El ejercicio regular, como el que se realiza en el tenis, fortalece los huesos y mejora la salud del corazón. Además, se ha observado que la práctica continua de tenis contribuye a una mayor densidad ósea y a una reducción del riesgo de enfermedades crónicas. Este estudio refuerza la idea de que el tenis no solo promueve un bienestar general, sino que también tiene un impacto positivo en la longevidad y la salud ósea, complementando así las afirmaciones sobre los beneficios del ejercicio físico y social que ya se han discutido.
*Dr. Jorge Belardi, cardiólogo y director médico del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) - MN N° 39.822.