Es la retención de líquido en distintas partes del cuerpo; además del malestar que ocasiona, envía una señal que indica que algo no está funcionando como debiera
Un aumento de peso desproporcionado a la ingesta, sensación de pesadez en los miembros inferiores, hinchazón generalizada o localizada en determinadas partes del cuerpo, disminución de la micción (eliminación de orina) son signos de lo que comúnmente denominamos retención de líquidos.
En términos médicos se trata de edemas ; es decir, una acumulación excesiva de agua en el cuerpo. "El agua constituye el 70 por ciento del organismo humano y se distribuye básicamente en tres compartimientos: dentro de los vasos sanguíneos formando parte de la sangre (compartimiento intravascular); dentro de todas las células del organismo (compartimiento intracelular); en el espacio ubicado entre las células y los vasos sanguíneos (compartimiento intersticial). Estos compartimientos no son cerrados, existe un continuo intercambio de líquidos entre unos y otros que generan un fenómeno dinámico y equilibrado", explica el doctor Fabián Rocha, del Hospital de Clínicas, especialista en medicina interna.
El edema generalizado es el síntoma de diversos trastornos o patologías en los que siempre ocurre una retención renal de sodio. "El cloruro de sodio (componente de la sal común) y el agua generalmente se mueven en forma conjunta", continúa el doctor Rocha.
Los edemas suelen aparecer principalmente en las zonas del cuerpo en declive: piernas, tobillos, manos, pero también, dependiendo de la patología, se manifiesta en la zona abdominal o de manera generalizada. Si se ejerce una leve presión con los dedos sobre la zona edematizada queda por unos segundos la huella, una fóvea o marca hundida.
Existen distintos grados de retención de líquidos y diversos tratamientos, según la causa que la origina. Por eso, lo importante es detectar a tiempo la causa del problema.
Malestares pasajeros
Dentro de las causas más comunes de la retención de líquidos, y generalmente de menor gravedad, pueden distinguirse las siguientes:
- Síndrome premenstrual
"Entre el 40 y el 50 por ciento de la población femenina en edad fértil lo padece. El síndrome de tensión premenstrual se repite en forma cíclica todos los meses, y aparece en la segunda mitad del ciclo menstrual (denominada fase lútea) para desaparecer por completo durante los primeros días de la menstruación", detalla el doctor Ismael de Forteza, ex jefe del Servicio. En el síndrome premenstrual ocurre un desequilibrio hormonal que provoca un conjunto de síntomas: aumento de peso en litros (hasta tres kilos), dolor en los pechos, aumento del tamaño mamario, tensión abdominal, cansancio, hinchazón de los párpados, manos, dedos y parte inferior de las piernas, trastornos gastrointestinales, cefaleas, sensibilidad emocional, son los principales.
"Hay que aclarar que la fijación de líquido en estos casos no es grave, los edemas no son severos ni dolorosos, y desaparecen con la menstruación, pero generan angustia en la mujer que se siente molesta y encuentra que ciertas partes de su cuerpo están deformadas por la hinchazón", agrega el doctor de Forteza.
- Edema del embarazo
Aparece sobre todo en el tercer trimestre. Se debe, entre otras cosas, a la retención renal de agua y sodio por efecto de los desequilibrios hormonales. La presión que ejerce el vientre sobre las venas hace más lento el retorno sanguíneo y de los líquidos del cuerpo, produciendo edemas en las piernas.
- Hipotiroidismo
Es una patología que se produce por la disminución del nivel de hormonas tiroideas en la sangre, ya sea por un defecto en la producción o por la falta de estimulación adecuada de la glándula tiroidea. La ausencia de transpiración, la voz ronca, la caída del cabello, la intolerancia al frío, la constipación y los edemas generalizados son algunos de los síntomas que la caracterizan. Luego del diagnóstico, un endocrinólogo puede revertir el cuadro con el aporte exógeno de hormonas tiroideas.
- La menopausia
El tratamiento de reemplazo hormonal con estrógenos también puede incidir en la retención de líquidos en el cuerpo.
Causas más graves
Pero el edema generalizado también puede indicar, en muchos casos, la existencia de afecciones más severas.
- Insuficiencia cardíaca
Es la afección cardíaca que más frecuentemente produce edemas. "No todas las cardiopatías implican insuficiencia cardíaca. Cuando hay insuficiencia cardíaca disminuye la fuerza con que el corazón bombea la sangre, entonces va quedando un remanente que produce un aumento de la presión venosa, y hace que los líquidos se acumulen en el tejido intersticial. Primero se hinchan las partes del cuerpo en declive y luego, como consecuencia de la expansión, se pone en marcha un mecanismo endocrino que agrava el edema", explica el doctor Daniel Rigou, jefe de Cardiología del hospital Fernández.
El edema generalizado aparece en la insuficiencia cardíaca del corazón derecho. En estos casos, la persona puede llegar a retener gran cantidad de líquido (10 a 15 kilos en litros). Si el edema llega a un grado severo no cede con el reposo. En cambio, la insuficiencia cardíaca izquierda no se manifiesta como turgencia en el cuerpo, sino con edema de pulmón, se acompaña de otros síntomas y es más peligrosa que la insuficiencia derecha.
- Insuficiencia renal
El doctor Alberto Bonfante, jefe de la Unidad de Nefrología del hospital Durand especifica: "Se caracteriza por edemas debido a la pérdida de albúmina (sustancia de la sangre que mantiene el líquido dentro del compartimiento vascular) por vía urinaria. El síndrome nefrótico puede ser primario, por una afección propia del riñón, o secundario, como consecuencia de otras patologías como la diabetes. En la insuficiencia renal crónica, el riñón pierde su capacidad normal de regular los líquidos del cuerpo, entonces pueden aparecer edemas acompañados de hipertensión arterial, y si la insuficiencia renal está muy avanzada hay que someter al paciente a diálisis. Una tercera afección renal, el síndrome nefrítico, también puede estar acompañada de edema. En este caso, también hay pérdida urinaria de proteínas, pero a diferencia del síndrome nefrótico se trata de un proceso agudo con hematuria (pérdida de sangre en orina)." Los pacientes renales despiertan con las piernas deshinchadas, pero al final del día presentan importantes edemas, especialmente en los miembros inferiores.
- Insuficiencia hepática
"Aquí hay una falla de determinadas funciones por las cuales la síntesis de proteínas está disminuida y el cuerpo fabrica menos proteína. En la insuficiencia hepática, como en la cardíaca, se produce una retención de tipo hormonal. El edema hepático es complicado, por ejemplo en la cirrosis , cuando se acumula líquido en la zona abdominal, reaparece constantemente a pesar del tratamiento con diuréticos", continúa el doctor Bonfante, y aconseja que las personas que orinan con espuma deberían acudir al médico para realizar un análisis de proteinuria en la orina.
Medidas positivas
- La regla de oro: cuidado con la sal. "Para los pacientes se recomienda alrededor de 4,5 gramos de cloruro de sodio promedio por día, mucho menos de lo que se acostumbra ingerir, hasta 12 gramos diarios. Hay que calcular que los alimentos ya tienen sodio, entonces los ideal es salar con no más de una cucharadita de café por día (3 gramos de cloruro de sodio)", detalla el doctor Daniel Rigou.
- Evitar alimentos ricos en sodio: conviene reducir al mínimo el consumo de productos en conserva, fiambres, quesos. Pescado en lata, aceitunas, mariscos, jamón crudo, caldo en cubitos, son alimentos que también contienen mucho sodio.
- Alimentos beneficiosos: algunas frutas y verduras ayudan a aumentar la producción de orina: apio, berenjena, puerro, cebolla, melón, sandía, zanahoria, calabaza, chauchas.
- Usar ropa floja y liviana: hacer ejercicio moderado y constante, como caminar, bicicleta fija o yoga.
Diuréticos bajo la lupa
Son la base de los tratamientos para combatir la retención de líquidos, pero deben ser indicados por el médico, que en ocasiones receta un suplemento de potasio para compensar la pérdida de este mineral por la orina.
"Cuando se hace mal uso de los diuréticos, la persona puede llegar a deshidratarse, le baja la presión arterial, tiene eventualmente mareos y desmayos, y aparecen importantes calambres", aclara el doctor Alberto Bonfante.
"El edema cíclico paradójico es común en mujeres que ingieren diuréticos para bajar de peso, sin indicación médica, o aquellas que con el mismo fin consumen medicación seudohomeopática que contiene diuréticos. En estos casos, al aumentar el volumen de orina, disminuye la cantidad de líquido intravascular circulante, y el riñón, en respuesta, desencadena mecanismos que retienen agua y sodio, apareciendo entonces, en forma paradójica, edemas que se resuelven con la suspensión de los diuréticos", agrega el doctor Fabián Rocha.
Paliativos caseros para ayudar a la eliminación de líquido son las infusiones con teína, cafeína y mateína. Las tisanas de la abuela de barba de choclo, cola de caballo o arenaria roja también son diuréticas Finalmente hay que resaltar que los diuréticos atacan el síntoma y no la causa. La consulta médica precoz es fundamental para orientar el diagnóstico y poner en práctica la terapia adecuada para cada etiología del edema.