Los beneficios de esta práctica que estimula el bienestar integral; las alternativas en base a la personalidad
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¿Quién no ha oído hablar de la meditación y sus múltiples virtudes? Disminuye el estrés, ayuda a conciliar el sueño, mejora la concentración y la memoria, entre otras bondades que se le atribuyen. “Quienes vivimos en la ciudad estamos todo el tiempo sometidos a múltiples estímulos que hacen que nuestra mente se disperse. Hacemos muchas cosas pero no vivimos conectados con el presente. La ansiedad nos lleva al futuro y la melancolía hacia al pasado. La meditación, en cambio, es conectar con el aquí y ahora. La práctica sostenida ayuda a generar espacio entre los pensamientos, energía vital, y a partir de ahí surgen, por ejemplo, la voluntad y las ganas de crear”, dice Yamila Bellsolá, directora del Centro Ananda Yoga.
Sin embargo, no todos logran conectar tan fácilmente ni de la misma forma. La directora de Ananda menciona diferentes técnicas. Señala que, para comenzar se suele recurrir a la concentración: buscar un objeto de meditación y hacer foco en él. Es muy normal que se atraviesen pensamientos, explica Yamila, porque la mente se resiste. Sin embargo, la clave es dejarlos pasar y enfocarnos en volver a nuestro eje cada vez.
¿Cuáles son las diversas formas de meditar?
Visualización: Se trata de llevar la mente a imágenes específicas, como por ejemplo paisajes donde nos sentimos seguros o relajados. Es la más recomendada para quienes comienzan a meditar, ya que se trata de una práctica guiada en la que uno conecta con la voz de quien dirige la meditación.
Respiración: Apunta a conectar con la respiración utilizando técnicas específicas, como por ejemplo, lo que se conoce como “respiración cuadrada”: inspirar en dos tiempos, retener dos, exhalar en dos tiempos y retener dos tiempos más. Así, la mente se enfoca en una tarea que la conecta con el aquí y ahora.
Meditación con mantras: Los mantras son cantos en sánscrito, recitaciones que se repiten y ayudan a enfocar y conectar con diversas frecuencias. El poder del sonido es muy potente y la voz genera vibraciones en el cuerpo. La directora de Ananda recomienda leer un poco acerca del mantra, para saber y conectar con la energía específica que invoca, como por ejemplo “soltar”, o “crear”.
Pintar mandalas: una técnica muy en boga en el último tiempo, y es muy interesante para quienes quieren comenzar a meditar, ya que ayuda a concentrar y enfocar la mente.
Yantras: Es una técnica avanzada, que consiste en visualizar unas figuras geométricas específicas, las “yantras” y quedarse mirando. Al sostener la mirada surgen distintas formas ante la vista.
Jyotish: Esta técnica propone observar una vela con los ojos entreabiertos. La idea es generar un ambiente propicio, en silencio y enfocar en la llama, hasta que esta se consuma. Teniendo en cuenta que los sentidos son una gran fuente de dispersión, utilizar un elemento que convoque e invite a enfocar, puede ser muy beneficioso para quienes les cuesta “ir hacia adentro”. Más adelante, se puede simplemente hacer el ejercicio de visualizar la vela en el entrecejo.
Meditaciones vibroacústicas: Se trata de meditaciones guiadas en las que se utilizan cuencos, gong y elementos sonoros que provocan vibraciones específicas y ayudan a conectar y sanar desde el sonido.
Mudras: Los mudras son gestos específicos que se realizan con las manos. Allí se encuentran terminaciones nerviosas que activan canales energéticos. Esta técnica ayuda a enfocar la mente en algo concreto, como la posición de los dedos, y muchas veces se combina con el canto de mantras, cuando se trata de personas con una mente muy inquieta, ya que es un plus de concentración.
Meditaciones dinámicas: Se trata de una técnica de meditación guiada que involucra movimientos y pasos específicos. Es ideal para quienes tienden al letargo o la melancolía, ya que al realizarse una actividad física, genera endorfinas y se logra conectar y “apagar los pensamientos”.
Meditación zen: Es una de las técnicas más avanzadas. Consiste en adoptar una postura de meditación, un mudra determinado, y sentarse con la vista hacia la pared. El objetivo es poner la mente en blanco. En general, esta técnica no se recomienda para quienes recién empiezan, ya que suele suceder que al no poder poner la mente en blanco, terminan envueltos en miles de pensamientos.
Yamila Bellsolá señala que muchas veces, se puede conectar con el presente a través de un hobby o actividad que nos mantenga con la mente en el aquí y ahora. Hay quienes se inclinan por la jardinería, la cocina o expresiones artísticas como la pintura. Siempre hay una oportunidad para empezar.