La coctelería consciente gana adeptos entre las nuevas generaciones

La Argentina se caracteriza por ser un país con una amplia variedad de oferta culinaria, donde además de contar con una cocina propia, también aloja recetas de todas partes del mundo y fusiona platos. Un rubro que tan bien hace al bienestar integral y sobre todo emocional, el que propone distenderse, disfrutar deliciosos sabores, juntarse, encontrarse y celebrar, y a la hora de elegir, las opciones son de las más variadas y hay para todos los gustos y presupuestos.

Ahora bien, frente a un mundo cada vez más desafiante y en constantes crisis, encontrar el equilibrio entre los problemas sociales, económicos y ambientales es prioridad para muchas empresas y comunidades, principalmente en dicha área. En este sentido, la industria de las bebidas no se queda atrás y de a poco se hace lugar dentro de esta corriente que se compromete con la sostenibilidad. Así es como de esta premisa nace el concepto de coctelería consciente: bebidas sin alcohol o de muy baja reducción a base de materiales sustentables y naturales.

Una movida que no deja de sumar adeptos y que atrae a todos los curiosos e interesados en cuidar su salud. Entre ellos, la reconocida artista californiana, Katy Perry, desarrolló y lanzó este año una marca de cocteles sin alcohol a partir de plantas y hierbas que vienen en tres sabores: el Purple Lune, que es de néctar de moras, pétalos de rosa y vainilla, el Champignon Dreams, de pomelo y frutillas, y el Golden Hour, de hierbas y cítricos. Según compartió con sus seguidores en las redes sociales, estas infusiones la relajan, le traen calma y armonía.

¿De qué se trata la coctelería consciente?

Su nombre lo dice todo. Se trata de una propuesta distinta e innovadora a la hora de preparar un cóctel, con el objetivo de hacerlo más saludable y responsable, apto para todos los paladares, cuidando el medio ambiente y las sociedades. Este método de preparación se basa en tres pilares: crear una cultura de trabajo sostenible, reducir el impacto ambiental, y promover y afianzar el consumo responsable.

En este sentido, su estrategia es muy particular y se funda en cuatro términos: repensar, reducir, reutilizar y reciclar. Para ello se usan insumos y materiales ecológicos, sustentables, orgánicos, naturales y a base de plantas. A las materias primas se las exprime al máximo, entonces, por ejemplo, de una naranja, se usa hasta la cáscara. También se trabaja en la reducción de plásticos, es decir, no se emplean utensilios ni vasos que contengan este tipo de elemento, y las barras están construidas con productos reciclados como el bambú y la caña. Otro de sus ejes y uno de los más importantes es la incorporación de alimentos aptos para diabéticos, celíacos y bajos en azúcar: se reemplazan los alimentos tradicionales por alternativos: el azúcar de mascabo y la miel, son las estrellas para endulzar.

Sin ir más lejos, “el foco está puesto en cuidar la naturaleza y la salud de la gente”, dice Lucas Groglio, un joven bartender de 32 años y uno de los principales referentes de esta movida, cuyo camino por este mundo arrancó a los 17 con la creación de un emprendimiento de barras para eventos que llamó “Lo Hacemos Bien” y hace cinco, fundó “Coctelería Consciente”, un proyecto sin fines de lucro con el objetivo de llevar la sostenibilidad a la industria de las bebidas.

Naturaleza y tragos

Menta, jengibre, eneldo, yerba. Las plantas también ocupan un rol clave y están catalogadas como los jugadores principales. Gustavo Brizuela de Autóctono, una empresa dedicada a la investigación de la flora argentina, comenta que son muchos los beneficios de usarlas, entre ellos se destacan que se consume lo que es de estación por lo que se invade menos la fauna. Además, este tipo de productos naturales intensifica el sabor de la bebida y despierta los sentidos ya que, están llenos de aromas y colores.

“Las nuevas generaciones están pendientes de lo que consumen, se fijan en los ingredientes, su origen y es nuestra responsabilidad generar consciencia y difundir este estilo de vida”, explica Groglio, quien en 2020 ganó el premio Sustainability Spirits Awards y en 2021, el International Wine and Spirits Competition Bartender Award.

La Argentina en el podio

¿Quién se niega a un buen trago? Esa perfecta explosión de sabores ideal para acompañar una comida o juntarse con amigos. Los motivos sobran cuando se trata de brindar, y si hay algo que caracteriza a los argentinos es la pasión y el disfrute que se genera alrededor de una mesa.

En los últimos años se revalorizó la coctelería, surgieron bares de autor, se modernizaron las técnicas y se tomó el coraje de explorar y combinar distintos productos en un solo vaso. Y así, “hasta el punto de fusionarse con la cocina y crear una sinergia entre chefs y bartenders, quienes se complementan para potenciar los gustos y generar experiencias”, cuenta Sabrina Pereyra, bartender y directora del Instituto Argentino de Coctelería.

Y así es como la industria de las bebidas gana cada vez mayor terreno y popularidad, mientras se ve inmersa en una metamorfosis que acompaña los cambios de hábitos y las creencias de las sociedades relacionadas no solo con el cuidado de la naturaleza, sino también con la inclinación por la alimentación cuidada.

Tal fue el crecimiento, que en 2021, tres bares argentinos fueron reconocidos dentro del ranking de los 50 mejores bares del mundo según The World´s 50 Best Bars: Florería Atlántico quedó ubicado en el quinto puesto, Presidente en el 21 y Tres Monos en el 33.

Receta

Upcycled Breakfast Collins

Este cóctel consciente fue creado por Lucas Groglio para el Bar Convent Brooklyn, uno de los congresos de bebidas más prestigiosos con sede en los Estados Unidos.

Ingredientes:

• 1 limón
• 1 ananá
• 25 gramos de café expreso molido
• 100 gramos de azúcar; si es orgánica o de mascabo mejor
• 100 mililitros de agua hirviendo
• 1 agua con gas, tónica o soda

Preparación:

En una coctelera o en caso de no tenerlo, usar un frasco con tapa, colocar los siguientes ingredientes:

• 50 mililitros de súper jugo de limón
• 25 mililitros de almíbar de desayuno tropical
• 25 mililitros de almíbar de café de segundo uso

Agregar a la coctelera hielo en rocas, tapar y batir enérgicamente hasta sentir las manos heladas.

Llenar de hielo un vaso largo.

Agregar agua tónica, soda o con gas hasta la mitad del vaso.

Completarlo con el contenido de tu coctelera.

Decorar con canela rayada y una rodaja de lima o limón.

Disfrutar y compartir el coctel consciente.

Receta de los ingredientes:

Súper jugo de limón: una técnica para aprovechar el 100% de cada cítrico:

• Pelar la cascara o la piel de 1 limón (tratar de que sea lo más fina posible para evitar el albedo: la parte blanca que aporta amargor)
• Exprimir el jugo de este mismo limón
• Colocar las pieles/cáscaras sin albedo dentro del jugo exprimido durante 10 minutos para aportar nuevas texturas, aromas y sabores.
• Colar el jugo con un colador fino o bolsa de tela para filtrados.
• Embotellar, etiquetar con fecha de elaboración y refrigerar en la heladera hasta su uso.

Almíbar tropical: realizado con las cáscaras de ananá que suelen descartarse como desperdicio.

• Colocar 100 mililitros de agua segura en una olla con pieles/cáscaras de ananá, 1 clavo de olor y 1/2 rama de canela.
• Agregar la piel/cáscara del ananá previamente peladas.
• Hervir durante 20 minutos.
• Apagar el fuego y agregarle 100 gramos de azúcar.
• Revolver hasta integrar y disolver el azúcar.
• Dejar enfriar.
• Doble colar con colador fino, filtro de papel y/o bolsa de tela para filtrados.
• Embotellar, etiquetar con fecha de elaboración y refrigerar en la heladera hasta su uso.

Almíbar de café de segundo uso: una segunda vida para reutilizar los granos de café molidos y húmedos que sobraron de la mañana.

• Colocar 100 gramos de azúcar y 100 mililitros de agua hirviendo en un bowl o recipiente.
• Revolver hasta integrar y disolver el azúcar.
• Agregar los restos del café molido y húmedo de tu expreso de la mañana.
• Revolver hasta integrar.
• Doble colar con colador fino, filtro de papel y/o bolsa de tela para filtrados.
• Dejar enfriar, embotellar, etiquetar con fecha de elaboración y refrigerar en la heladera hasta su uso.

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