Si bien es una enfermedad sin cura, existen algunos tratamientos que ayudan a controlarla y prevenir complicaciones; ¿de qué trata y cuáles son los síntomas?
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El Día Mundial de la Endometriosis se conmemora cada 14 de marzo. Se trata de una patología que afecta al 10 por ciento de mujeres en el mundo y cuyas causas se desconocen. Esta enfermedad no posee cura y puede provocar diversas complicaciones en la salud, incluso problemas de fertilidad.
Durante esta jornada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) busca difundir información al respecto. Además, incentiva a las mujeres a realizarse estudios médicos con frecuencia y a los distintos estados del mundo a garantizar sistemas de salud que alcancen a todas las personas. La detección temprana de esta enfermedad ayuda a controlar sus síntomas y prevenir mayores complicaciones, lo que mejora la calidad de vida de quienes afecta.
¿Qué es la endometriosis?
La endometriosis es una enfermedad inflamatoria que provoca un dolor pélvico intenso y crónico en mujeres. Se da por la presencia de daños en el aparato reproductor femenino, en el cual se genera un tejido endometrial benigno por fuera del útero. Con el tiempo, este desarrolla quistes y malformaciones en los ovarios que pueden afectar a su fertilidad. Los dolores pueden resultar más agudos durante el período menstrual.
La OMS la menciona como una “patología silenciosa, difícil de diagnosticar a simple vista”. En algunos casos, los pacientes tardan entre siete a 10 años en recibir una confirmación sobre su estado de salud. Actualmente, la endometriosis afecta a más de 190 millones de mujeres y niñas en edad reproductiva. Esto equivale a cerca del 10 por ciento de la población global.
Los síntomas de la endometriosis
Los síntomas de esta patología dependen de cada caso y pueden empeorar durante ciertas situaciones, como la menstruación, las relaciones sexuales o al orinar. Asimismo, algunas mujeres experimentan distensión abdominal, náuseas, dolor pélvico crónico, hemorragia intensa durante la menstruación, cansancio, fatiga, ansiedad y depresión.
En muchos casos, las pacientes descubren este diagnóstico al no lograr quedar embarazada y acudir al médico. Al generar una formación fibrosa en el exterior del útero, muchos profesionales de la salud la confunden con otras patologías, lo que dificulta alcanzar un tratamiento adecuado.
Existen tres tipos de endometriosis primarias:
- Endometriosis superficial: ocurre cuando las lesiones se presentan principalmente en el peritoneo pélvico;
- Endometriosis quística de ovario: también conocida como endometrioma, se ubica y afecta a los ovarios.
- Endometriosis profunda: se presenta en el tabique rectovaginal, la vejiga y el intestino.
El tratamiento para la endometriosis
A pesar de no tener cura, esta enfermedad puede ser tratada para contrarrestar sus efectos. En casos leves o sin complicaciones mayores, pueden administrarse fármacos para reducir el dolor. Para esto, los médicos recetan antiinflamatorios no esteroideos y analgésicos como el ibuprofeno y el naproxeno. En otros casos se emplea la hormona gonadoliberina y métodos anticonceptivos, como las píldoras, los dispositivos intrauterinos (DIU), anillos vaginales, implantes, inyecciones o parches.
En otros diagnósticos que presentan quistes o lesiones en los tejidos uterinos, se requiere de una intervención quirúrgica. La más popular es la laparoscópica, la cual permite conocer con mayor precisión el estado de salud del paciente.