Ya no nos movemos como antes. El confinamiento que responsablemente hemos tenido que cumplir para evitar la propagación de contagios de covid-19 está haciendo que nos estemos volviendo sedentarios y comiendo peor.
En el caso concreto de las varices y de la mala circulación, el doctor Manuel Frías Vargas, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Centro de Salud Comillas en Madrid advierte en una entrevista con Infosalus de que durante estos días de encierro en casa puede empeorar la sintomatología de la enfermedad venosa crónica o "mala circulación".
Así, detalla que puede producirse un aumento del dolor en las piernas, con presencia de hormigueo, quemazón, sensación de calambres, hinchazón (edema), o picor y sensación de pesadez, todo ello consecuencia principalmente del sedentarismo, del estreñimiento, y del aumento de peso que están surgiendo estos días por el confinamiento.
El también coordinador de Grupo de trabajo de Vasculopatías de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) explica para poder que la mala circulación forma parte de un proceso inflamatorio que, junto al incremento de la presión en la venas, hacen que pierdan elasticidad, se dilaten y provoquen que las válvulas estén muy separadas unas de otras, y no cierren bien, aumentando por tanto la sintomatología descripta.
Mientras, el doctor Rodrigo Rial, especialista en Angiología y Cirugía Vascular y presidente del Capítulo Español de Flebología y Linfología de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) recuerda a Infosalus que la actividad física, como el caminar, representa el motor esencial para el retorno venoso.
"Estamos recibiendo muchas consultas online sobre una agravamiento o aparición de los síntomas de pesadez, de dolor, y de piernas cansadas en muchos pacientes que tenían varices previas, pero también en personas que, sin varices, y que desde que comenzó el confinamiento, tienen menos actividad física. La causa es el sedentarismo obligado que disminuye la bomba muscular y aumenta la congestión venosa", remarca el especialista en varices.
Para explicar este posible cuadro de agravamiento, el doctor Rial sostiene que éste puede ser causado porque se produce un aumento de la sangre estancada en las venas de las piernas, que puede conducir a un aumento de la presión y a la aparición de varices nuevas, o bien a un aumento del tamaño de las que ya existen. "Por lo tanto, cualquier situación de falta de actividad puede aumentar los síntomas, pero también las varices", alerta el presidente del Capítulo Español de Flebología y Linfología de la SEACV.
Aparte del efecto directo de la falta de ejercicio en el retorno venoso, este experto afirma que se suman la suba de peso y la sensación de que ya no es necesario el tratamiento que se llevaba a cabo. "Estamos observando que muchos pacientes prescinden de las medias elásticas, o de la medicación flebotónica que tomaban, por el mero hecho de estar en casa y de que no trabajan de pie, cuando en realidad están de pie o sentados las mismas horas del día, y además con menor actividad. Dejar de utilizar las medias elásticas o dejar de tomar la medicación es un error", avisa el experto.
PAUTAS PARA MEJORAR
El coordinador de Grupo de trabajo de Vasculopatías de SEMERGEN, el doctor Frías Vargas, resalta que las principales pautas que podemos seguir estos días en nuestras áreas de confinamiento para mejorar o disminuir la sintomatología que hemos descripto son las siguientes:
1.- SENTADA: separar y juntar las puntas de los pies; balancear suavemente los pies, de los dedos a los talones; elevar los talones apoyándose en la punta de los pies, 20 veces aproximadamente; realizar masajes con agua fría desde el pie hasta la rodilla; procurar mantener las piernas elevadas apoyando las pantorrillas en un banquito.
2.- TUMBADA: con las piernas elevadas y extendidas, flexionar y extender alternativamente los dedos de los pies 20 veces; con las piernas elevadas y extendidas, girarlas en movimiento rotatorio alternativo en ambos sentidos, 10 veces; con las piernas extendidas separarlas y juntarlas 15 veces; levantar alternativamente las piernas flexionadas.
3.- DE PIE: ponerse de puntas de pie varias veces, caminar sobre los talones unos minutos, y caminar de puntas de pie unos minutos.
4.- Adopción de hábitos de vida saludables: práctica de ejercicio físico regular, evitar el sedentarismo, la obesidad, eliminar el alcohol y el tabaco; "son vitales, sobre todo por su papel potencial para el desarrollo de complicaciones".
5.- Uso de la terapia compresiva (medias elásticas) con la presión adecuada.
6.- El tratamiento farmacológico, pautado por un médico, el cual no debe suspenderse durante el confinamiento, salvo situaciones especiales.
Por su parte, el doctor Rial, presidente del Capítulo Español de Flebología y Linfología de la SEACV, plantea también:
7.- Aún en el caso de vivir en departamentos pequeños se pueden realizar ejercicios con las piernas, andar sobre el terreno, movilización de tobillos, por ejemplo, un par de veces al día, y durante 5 minutos. "No supone un gran esfuerzo y sí mucho beneficio", asegura.
8.- Mantener, siempre que sea posible, las piernas elevadas.
9.- No dejar de utilizar las medias y no dejar de tomar la medicación prescripta.
10.- Mantener una dieta adecuada para no ganar peso.
Finalmente, el doctor Rial subraya que la patología venosa, principalmente, la enfermedad venosa crónica (mala circulación), es un problema de salud de primera magnitud, puesto que merma la calidad de vida de quienes la padecen, y puede conllevar complicaciones de gravedad durante su evolución. "Asimismo, la vertiente estética de la insuficiencia venosa crónica puede llegar, incluso, a afectar emocionalmente al paciente", concluye el doctor Frías Vargas.
Europa Press