Aunque sea un síntoma poco frecuente, la consulta de un paciente por conjuntivitis podría despertar la sospecha de Covid-19, en especial, si lo acompaña de fiebre, tos u otros cuadros clínicos compatibles, advirtió un oftalmólogo de la Universidad Católica de Córdoba.
"Los pacientes con Covid-19 pueden presentar una congestión conjuntival anormal tipo conjuntivitis y, en otros casos, una conjuntivitis folicular similar a las patologías virales", indicó a la Agencia CyTA el doctor Víctor Reviglio, profesor e investigador en oftalmología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Católica de Córdoba y Jefe de Servicio del Instituto de la Visión Cerro del Sanatorio Allende de la ciudad de Córdoba.
En un editorial publicado en la revista internacional Medical Hypothesis, Discovery & Innovation in Ophthalmology, Reviglio y colegas de la Argentina y Estados Unidos plantearon recomendaciones a la comunidad oftalmológica mundial sobre los cuidados a tomar y el papel esencial que pueden desempeñar en el diagnóstico y control del coronavirus.
"Si el paciente presenta síntomas de conjuntivitis en conjunto con fiebre o tos, con o sin síntomas respiratorios manifiestos, es altamente probable que sea portador del Covid y debe comunicarse o dirigirse al área de recepción general de pacientes con sospecha de esa enfermedad, nunca ir directamente a un centro monovalente o servicio de oftalmología", señaló Reviglio.
La relación de la oftalmología con Covid-19 no es nueva. El oftalmólogo chino Li Wenliang, el primero en informar al público sobre la epidemia de neumonía por coronavirus, murió de forma fulminante después de atender a un paciente infectado que concurrió al control oftalmológico por glaucoma.
Después de ese caso, la Academia Americana de Oftalmología (AAO) alertó en un comunicado sobre la nueva pandemia y los riesgos asociados a la práctica oftalmológica. "Actualmente, la AAO sugiere solo la atención de pacientes de urgencias oftalmológicas. Se están implementado videoconferencias o consultas telefónicas", explicó Reviglio.
Pero si la consulta de urgencia debe ser personal, la AAO sugiere que los profesionales utilicen equipos o vestimenta de protección, tales como lentes o mascara de acrílico, barbijo (en paciente sospechoso o infectado, barbijo N95) y batas descartables.
La Sociedad Argentina de Oftalmología, en tanto, recomendó a la comunidad de profesionales que traten de mantener las salas de espera con la menor cantidad de pacientes posibles, que traten de postergar todas aquellas consultas que no impliquen cierta urgencia, y que desde el ingreso realicen un triaje infectológico con secretarias y administrativos que ayude a detectar casos sospechosos de COVID-19.
La Sociedad Española de Oftalmología, por su parte, advirtió en un documento que COVID-19 puede ser transmisible por secreción conjuntival en pacientes con conjuntivitis, y que esta manifestación puede presentarse en casi el 1% de los pacientes con la enfermedad.
Asimismo, la entidad señaló que, dada la existencia de conjuntivitis alérgicas y muchas otras afecciones oculares comunes, "aumenta la probabilidad de que los oftalmólogos sean los primeros profesionales de la salud en evaluar pacientes posiblemente infectados con COVID-19".
Reviglio insistió que todos los controles oftalmológicos deben realizarse con las máximas medidas de bioseguridad. "En este momento de pandemia, es prioritario establecer los controles mínimos y solo de urgencias oftalmológicas para así evitar los posibles contagios de pacientes y personal de salud interviniente, ya que estudios recientes demuestran la posibilidad de sobrevida del virus en diferentes superficies durante horas o días", exhortó.