La irrupción del coronavirus y el temor a su contagio en tiempos de pandemia ha despertado una particular preocupación en los pacientes con asma y alergias ante el hecho concreto de que el virus daña severamente los pulmones.
Sin embargo, al celebrarse hoy el Día del Asma -destinado a concientizar sobre esta problemática- desde la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) descartaron que exista una relación directa entre esa afección y el Covid-19 que implique un mayor riesgo o un tratamiento diferencial a la hora de combatirlo.
En un entrevista con la agencia Télam el especialista en Alergia e Inmunología, y presidente del XLII Congreso de la asociación, Pablo Moreno, explicó como se vinculan estas dos problemáticas y qué debe hacerse en caso de contraer el coronovirus.
¿Las personas con asma son un grupo de riesgo y están más propensas a contraer el coronavirus partiendo de la base de que su enfermedad crónica se relaciona con los pulmones?
De ninguna manera. No son pacientes de riesgo ni los pacientes con asma leve ni los que tienen asma severa. No hay estudios hasta el momento que puedan demostrar una mayor predisposición a contraer el virus en estos casos, ni la necesidad o la indicación de llevar adelante un tratamiento diferencial.
Vivimos un tiempo de pandemia, y es cierto que el coronavirus ataca con gran virulencia a los pulmones, siendo uno de los órganos principalmente afectados. Esto ha generado que millones de pacientes asmáticos se encuentren sumamente preocupados y por eso, en particular, al conmemorarse este día, queremos llevar tranquilidad y desmitificar esta situación.
¿No hay entonces una relación directa entre el virus y esa patología?
Para nada. El asma y el coronavirus no están asociados. Por el contrario, el asma se relaciona con la alergia que cumple un rol importantísimo y muchas veces es el principal mecanismo de producción del asma.
Por otra parte, el asma es una enfermedad con alto contenido genético y sus síntomas -ataques recurrentes de tos, sensación de falta de aire, sibilancias- varían de persona a persona en severidad y frecuencia.
Pueden presentarse de manera intermitente o persistente, y pueden agravarse con la actividad física, con las infecciones virales, con la exposición a alérgenos y en algunos casos por la noche.
¿Un contagiado de coronavirus que padece de asma debe seguir el mismo tratamiento que el que no tiene esa enfermedad crónica? ¿Qué pasa con su tratamiento contra el asma?
Así es. Pero aquí es importante resaltar que las personas que están haciendo un tratamiento para el asma no deben interrumpirlo, es decir, si un paciente se ve afectado por coronavirus es recomendable que si queda hospitalizado lleve su propia medicación habitual para el asma.
También es importante que los no contagiados de coronavirus sumen a los cuidados habituales el de mantener la vía aérea desinflamada para disminuir las posibilidades de exacerbaciones que puedan obligar a tener que concurrir a guardias, con el riesgo de exposición que ello implica.
Por otra parte, los tratamientos para la alergia y el asma no protegen ni empeoran la infección por coronavirus pero si mejoran la condición de alérgico, por lo tanto no deben interrumpirse y se debe seguir con otros recaudos como son por ejemplo, la vacuna antigripal.
Respecto de los resultados, es de esperar que la evolución de un paciente con coronavirus sea peor si tiene asma de base en comparación con alguien que no tenga ningún padecimiento crónico en los pulmones?
Tampoco hay estudios que así lo demuestren. Por lo tanto no se puede afirmar que porque alguien tenga asma, su evolución en el tratamiento del coronavirus sea peor. Estas personas no presentan un riesgo aumentado a la hora del tratamiento ni se deberían esperar otras complicaciones vinculadas al cuadro crónico.
Respecto del asma en particular, hay personas que tienen graves síntomas durante una etapa de la vida y luego eso cede, o muchas que comenzaron a sufrirla en edades avanzadas. ¿Cómo se explica el comportamiento de esta enfermedad?¿ Se puede decir que la gente se cura o son padecimientos que quedan latentes?
Es una de las enfermedades crónicas más frecuentes, y la más prevalente en los niños. Se pueden presentar cambios en la adolescencia y pueden variar los síntomas y pasar a la alergia, pero la condición de asmático se mantiene toda la vida.
Por eso es importante la prevención. En estos momentos donde estamos en casa, es recomendable que el alérgico cuide su pequeño ambiente. Para esto es fundamental quitar el polvo de los libros, peluches, alfombras y todas las cosas que puedan acumularlo. Es preferible no barrer y usar aspiradora con un filtro determinado para que lo que uno aspira por un lado no salga por el otro. También es mejor pasar un trapo húmedo sobre las superficies y evitar por ejemplo el uso de plumeros.
Otra de las cosas que se afirman es que el asma es una enfermedad psicológica. ¿Hay algo de cierto en esto?
No, porque como dijimos anteriormente es una cuestión genética. Es cierto que el estado anímico puede influir pero no es determinante ya que se trata de una enfermedad de los bronquios. Pero si, la relación está dada entre el asma y las alergias. De hecho entre el 70 y 90 por ciento de las personas con asma son alérgicos.
En el mundo, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hay 300 millones de pacientes con enfermedades inflamatorias del pulmón por eso es importante que sepan que no constituyen un factor de riesgo mayor en relación al coronavirus y que, de ninguna manera, deben interrumpir ni modificar sus respectivos tratamientos.
Por Silvina Caputo
Agencia Telam
LA NACIONTemas
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