El prestigioso neurólogo da sus recomendaciones para llegar con salud a edades elevadas
- 4 minutos de lectura'
“Comer poco y lentamente, y hacer la dieta mediterránea: mucha verdura, fruta, legumbres y tener cuidado con los hidratos de carbono refinados”. Con esta receta arrancó Conrado Estol, fundador y director de Breyna, su charla con José Del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION, durante el segundo capítulo de Bienestar y Salud. “El peso ideal es salud. Esa dieta es efectiva para disminuir la enfermedad cardiovascular y los trastornos de la memoria”, añadió.
Sobre este tema, el neurólogo subrayó que mucha gente no reconoce su sobrepeso. Por este motivo, mientras que en 1900 el 3% de la población mundial padecía obesidad, hoy esa cifra es de 18%, y en países como Estados Unidos alcanza el 40%. “Esto equivale a presión arterial, diabetes y a trastornos cognitivos”, explicó el experto.
Este tema empeora también porque la mayoría de los médicos no tiene una formación ideal en nutrición, dijo, y detalló: “Muchas personas califican para ser tratadas con medicaciones que ayudan mucho a bajar de peso y menos del 3% de esta población lo recibe”.
Con respecto a la hidratación, dijo que es “crítica”, sobre todo en los extremos de la vida, etapas en las que se pierden los sistemas de regulación de sed y apetito. Aunque estos sistemas nunca son muy buenos, en esos momentos “comemos de más y tomamos de menos”, advirtió el doctor. Teniendo esto en cuenta, hay que calcular, para un adulto promedio, una ingesta de 2 litros de agua por día e ir variando dependiendo de la ubicación.
Al referirse a las adicciones dijo que están vinculadas con la salud mental, la cual venía empeorando desde 1990, y con la pandemia se agudizó mucho más. “Las consultas por angustia y depresión aumentaron un 50% en el mundo y se calcula que pueden avanzar un 20% más hasta 2050″, apuntó Estol.
“En el caso de los jóvenes, esta situación puede ser más crítica, porque tienen menos armada la estructura de la personalidad, que es la que te defiende para poder canalizar las emociones y que vayan por la vía correcta”, dijo. En Estados Unidos, por ejemplo, se habla de una epidemia de depresión en los jóvenes.
Respecto de la expectativa de vida, nunca en la historia de la humanidad aumentó tanto como hoy, según Estol. Sin embargo, el avance no estuvo acompañado por un aumento de salud. “En Canadá se hicieron estudios y vieron que la mayor cantidad de los años agregados la persona los pasa en un mal estado de salud, porque no se cuidó, no controló el estrés, por no dormir bien, o por el consumo de alcohol, cigarrillo, diabetes”, describió el doctor.
Además, este indicador oscila mucho entre países de bajos y altos ingresos, ya que hay 18 años de diferencia entre unos y otros.
“Y de la mano con este aumento en expectativa de vida, aumentará también la cantidad de enfermos de Alzheimer”, dijo, y añadió que en Estados Unidos la organización que estudia esta enfermedad calcula que hoy hay 50 millones de personas con este mal y que dentro de 20 años va a haber 150 millones.
“En las próximas décadas va a haber personas de 100 y 110 años, y la idea es que tengan una función física y cognitiva normales, que no es lo que muestra la curva actual”, expresó Estol. Para que ello suceda, dijo, hay que modificar la nutrición, el ejercicio y elongación diaria (que alcanza con 15 o 20 minutos por día), el correcto descanso (dormir 7 a 8 horas diarias) y el control de stress.
Otro factor de riesgo que puede generar pérdida de memoria, infarto o ACV es la soledad o el aislamiento, aseguró el neurólogo, y contó que se está avanzando el desarrollo de aparatos que utilizan inteligencia artificial para traducir el lenguaje de las mascotas. “Se sabe que las personas que viven solas, con una mascota tienen mayor expectativa de vida que las que no la tienen”, cerró.