Más de la mitad de las mujeres norteamericanas tiene una infección urinaria durante su vida; los cuidados personales que ayudan a evitarlas
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Buceando por Instagram, es posible toparse con fotos que muestran una estética mano echando un polvo dentro de un vaso con líquido que se torna rosado y que brilla abajo del sol. “¡Dos píldoras al día pueden ayudar a mantener alejadas las infecciones urinarias!” Un corazón animado brilla junto a cajas de píldoras y polvos, con la leyenda “UTIS APESTA, USTED NO”, garabateada en el centro.
Tomar jugo de arándanos ha sido durante mucho tiempo, la estrategia de prevención diaria para las infecciones urinarias (UTI, por sus siglas en inglés). Pero ahora, las mujeres prefieren limonadas rosas, tragos de sabores exóticos o incluso distintas pastillas que mezclan con diferentes bebidas.
Durante los últimos diez años, un centenar de productos con nombres cursis y marcas ingeniosas comercializadas para mujeres con infecciones urinarias, se posicionan como la futura cura o prevención de dicha patología. De todas maneras, las compañías que los producen, no descartan en advertir que por el momento, se trata de productos que no están destinados a diagnosticar, tratar, curar o prevenir enfermedades. En este sentido, los ginecólogos y expertos en salud urinaria no están seguros de si los suplementos son realmente efectivos para proteger contra estas infecciones.
¿Qué es una UTI, de todos modos?
La cistitis bacteriana, el tipo más común de infección urinaria ocurre cuando bacterias como E. coli viajan desde el recto, hacia el área genital o la vagina, se asientan en la uretra y entran en la vejiga, donde se multiplican. Esto puede causar calambres abdominales y ardor, micción frecuente y con sangre.
“Por lo general, las UTI son incómodas, pero en gran medida inocuas”, dijo el Dr. Benjamin Brucker, urólogo y uroginecólogo de NYU Langone Health. Sin embargo, en algunos casos, puede infectar los riñones, provocar fiebre, escalofríos, dolor lumbar y vómitos.
Cualquiera puede desarrollar una UTI pero como las mujeres tienen uretras más cortas, esto facilita que las bacterias lleguen al tracto urinario y se propaguen a la vejiga. Se estima que más de la mitad de las personas en edad adulta, tendrán al menos una infección aen algún momento de sus vidas, y aproximadamente el 25% tendrá infecciones recurrentes del tracto urinario, lo que generalmente significa tres o más casos en un año.
Para hacerle frente, los médicos suelen recomendar el consumo de antibióticos de manera recetada aunque en el último tiempo, científicos y médicos han expresado su preocupación acerca de que las infecciones se vuelvan resistentes a los medicamentos. “Si bien los antibióticos siguen siendo la forma principal de tratar las UTI, las preocupaciones pueden llevar a los pacientes a buscar alternativas para su tratamiento y prevención”, dijo la Dra. Stacy Lenger, uroginecóloga de UofL Health y la Facultad de Medicina de la Universidad de Louisville.
¿Los suplementos ayudan a evitar las infecciones urinarias?
Sucede que la Administración de Drogas y Alimentos no regula de cerca la efectividad de los suplementos, por ello, los datos al respecto son limitados. De esta manera, al no tener suficientes ensayos clínicos a gran escala, aún no está claro si las pastillas y los polvos realmente previenen una infección. “Uqora, por ejemplo, comenzó un ensayo clínico para su suplemento UTI, pero debió abandonarlo en marzo de 2020 a causa de la pandemia”, dijo un representante de la Administración de Drogas y Alimentos al tiempo que aclaró que tienen planes de retomarlo.
“Aún así, hay cierta evidencia de que los ingredientes individuales de estos suplementos, pueden proporcionar un ligero beneficio, especialmente para las personas con infecciones frecuentes, y es poco probable que tengan efectos secundarios significativos”, dijo la Dra. Monica Woll Rosen, obstetra y ginecóloga de la Universidad. de la Escuela de Medicina de Michigan.
El arándano, conocido como el ingrediente más común en los suplementos para tratar estos cuadros, se ha promocionado durante mucho tiempo como un elixir casero para prevenir la infección. Al respecto, hay datos alentadores, pero escasos, para respaldar esto: un metaanálisis de 2017, encontró que este fruto rojo disminuyó el riesgo de desarrollar una infección urinaria en un 26% en mujeres sanas con antecedentes de infecciones pero los estudios tenían un pequeño número de participantes.
La Sociedad Norteamericana de Uroginecología emitió una Declaración de mejores prácticas para infecciones recurrentes del tracto urinario en mujeres adultas que establece que: “la evidencia predominante no respalda el uso rutinario de productos del arándano en el cuidado de mujeres con infecciones urinarias recurrentes”.
En 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), concluyó que existe “evidencia científica creíble limitada” que sugiere que ciertos suplementos y bebidas de arándanos reducirían el riesgo de infecciones urinarias frecuentes.
Muchos suplementos UTI también contienen d-manosa, un azúcar simple relacionada con la glucosa. Una revisión de estudios previos sobre el químico, encontró que puede brindar protección contra dichas infecciones. “En general, la d-manosa parece ser efectiva en comparación con un placebo”, dijo el Dr. Lenger, autor principal de la revisión. “Pero eso se toma con la advertencia de que se trata de una pequeña cantidad de datos”. En grandes dosis, la d-manosa puede causar efectos secundarios gastrointestinales, como diarrea y flatulencia, agregó, pero en general, la mayoría de las personas la toleran bien.
“Las vitaminas, especialmente la C, también están presentes en muchos de los suplementos que afirman proteger esta patología. Algunos médicos creen que puede combatir el crecimiento bacteriano, en combinación con otros suplementos, teóricamente acidificando la orina”, dijo el Dr. Jerry Lowder, uroginecólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis.
“A través del uso de cualquier terapia, se debería pensar: ¿Cuál es el riesgo, cuál es el beneficio?” dijo el Dr. Brucker. “Si hay un riesgo bajo y hay algunos datos que dicen que podría funcionar, podría ser razonable que un médico dijera, consideremos estos remedios”.
Sin embargo, debido a que estos productos no están sujetos a una supervisión rigurosa, los ingredientes de los suplementos pueden variar en cantidad y calidad. Y sin la guía de un profesional médico, un paciente puede tomar sin darse cuenta un suplemento que interactúa con su medicación actual. “El gran problema con cualquiera de estas cosas es el control de calidad”, dijo el Dr. Brucker.
¿Hay algo más que pueda prevenirlas?
Los médicos no están completamente seguros de por qué algunas personas experimentan UTI recurrentes y otras nunca las tienen. A las personas que contraen infecciones urinarias con frecuencia se les prescriben antibióticos diarios en dosis bajas. Sin embargo, para la población en general, existen pasos simples para ayudar a protegerse contra estos cuadros.
La higiene básica es esencial: ”Las mujeres siempre deben limpiarse de adelante hacia atrás después de ir al baño, para asegurarse de que las bacterias del recto no viajen cerca de la uretra. Tanto para hombres como para mujeres, es importante mantenerse hidratado y orinar a lo largo del día; no intente retener la orina durante largos períodos de tiempo que resulten incómodos”, dijo la Dra. Higgins.
Durante la perimenopausia y la menopausia, las mujeres pueden correr un mayor riesgo de infecciones urinarias a medida que disminuyen los niveles de estrógeno. “El estrógeno vaginal tópico es el tratamiento no antibiótico ´estándar de oro´ para prevenir las infecciones urinarias recurrentes en esta población”, dijo el Dr. Lowder.
“Y, fiel a la sabiduría convencional, orinar después del sexo puede reducir el riesgo de desarrollar una UTI al eliminar las bacterias de la vagina”, dijo el Dr. Rosen, aunque la evidencia que respalda la efectividad de ese hábito es escasa.
“Realmente no hay datos al respecto”, dijo el Dr. Brucker.
Los médicos advirtieron que no se debe asumir que toda irritación o dolor vaginal es una infección urinaria. Los síntomas comunes también pueden indicar vaginosis bacteriana, infecciones por hongos, infecciones de transmisión sexual, incontinencia urinaria e incluso cáncer de vejiga. “Si un paciente experimenta los síntomas de una UTI, y especialmente si hay sangre en la orina, debe contactar a un profesional. Si no tiene un médico de atención primaria, los centros de atención de urgencia también pueden diagnosticar infecciones urinarias”, dijo el Dr. Higgins.
Cuando alguien asume que tiene una infección urinaria y busca un suplemento para tratar o prevenirla “hay daño en no asegurarse de tener un diagnóstico correcto”, dijo el Dr. Brucker. “Un simple examen puede evaluar estas cosas. Un suplemento de arándanos no”.
Por Dani Blum
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