Un experto en amistad comparte estrategias para encontrar conexión en un mundo solitario y desconectado
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En julio, Marisa Franco se fue de vacaciones sola a México. Pero cuando voló de regreso a Washington, DC, diez días después, había formado un grupo de amigos totalmente nuevo.
Como psicóloga que estudia la amistad, la Dra. Franco tiene una ventaja sobre la mayoría de nosotros cuando se trata de forjar conexiones, y se apoyó en gran medida en las estrategias que aprendió investigando su nuevo libro, “Platónico: cómo la ciencia del apego puede ayudarlo. Haz y mantén amigos”.
En primer lugar, la Dra. Franco dio un hecho por sentado y asumió que le caería bien a la gente. Acto seguido, se recordó a sí misma que todas aquellas personas que estuvieran atravesando una etapa de transición en sus vidas, por ejemplo, que se hayan separado recientemente, o que se hayan mudado de ciudad o que estuvieran de viaje, lo más probable era que estuvieran abiertas a hacerse amigos nuevos.
Animada por esas teorías, la Dra. Franco entabló conversación con un compañero de viaje en un café a quien escuchó hablar en inglés, y lo invitó a sumarse con ella a una reunión en Meetup.com para aprender a hablar español.
“En la clase de idiomas, conocí a alguien más, hice las mismas suposiciones e intercambiamos números”, recordó y agregó que los invitó a ver un combate de lucha libre, al que asistieron. “Es decir: la gente está realmente abierta a la amistad”, expresó la psicóloga.
De todas maneras, la Dra. Franco, sabe que hacerse amigos en la edad adulta no siempre resulta fácil, y esa puede ser una de las razones por las que la amistad se encuentre en declive. En 1990, solo el 3% de los estadounidenses dijeron que no tenían amigos cercanos; en 2021, casi el 12% dijo lo mismo. Sucede que los Estados Unidos está sumido en una crisis de soledad desde antes de la pandemia.
En el libro, la Dra. Franco reconoce estos vaivenes y por ello, ofrece consejos prácticos para hacerse amigos nuevos y profundizar las relaciones existentes. The New York Times habló con ella para conocer las mejores tácticas -simples- a tener en cuenta frente a este escenario.
Gran parte de su trabajo se centra en cambiar nuestros dichos en torno a la amistad. ¿Cuáles son aquellos conceptos erróneos que le gustaría que desaparezcan?
Una es que el amor platónico es de alguna manera menos importante o significativo que el amor romántico. Tenemos esta idea de que las personas que tienen la amistad en el centro de sus relaciones son infelices o insatisfechas. Es algo en lo que solía creer: pensaba que el amor romántico era el único amor que me completaría. Escribí “Platonic” porque quería nivelar un poco esa jerarquía.
Otro concepto erróneo es que la amistad sucede orgánicamente. Pero investigaciones han demostrado que las personas que piensan que la amistad ocurre orgánicamente, según la suerte, son más solitarias. En realidad se trata de un trabajo que hay que intentarlo y lleva tiempo.
¿Es por eso que crees en la importancia de asumir que le agradás a la gente?
De acuerdo con la “teoría de la regulación del riesgo“, decidimos cuánto invertir en una relación en función de la probabilidad de que nos rechacen. Entonces, uno de los grandes consejos es que, cuando conocés a alguien, lo más probable es que le caigas mejor de lo pensás.
Y, sí, hay que asumir que le agradás a la gente. Y en esto se basa la investigación acerca de la “brecha de simpatía“: la idea de que cuando los extraños interactúan, la otra persona los quiere más de lo que suponen.
También hay algo llamado la “profecía de aceptación”. Cuando las personas asumen que les agradan a los demás, se vuelven más cálidas, amistosas y abiertas. Entonces se convierte en una profecía autocumplida. Nunca solía ser una persona muy mentalizada hasta que me metí en la investigación. Pero tu forma de pensar es realmente importante.
Aún así, exponerse puede ser estresante. ¿Algún consejo?
Sugiero arrancar y adherirse a actividades que conlleven días y horarios fijos, por ejemplo, un grupo de desarrollo profesional, en vez de ir a eventos esporádicos, como por ejemplo de networking. No vayas a una conferencia de libros, buscá un club de lectura. Esto capitaliza lo que se llama el “efecto de mera exposición“, o nuestra tendencia a que nos gusten más las personas cuando nos son familiares.
El “mero efecto de exposición” también significa que es esperable sentirse incómodo cuando se interactúa con alguien desconocido por primera vez. Y por ello, seguro te sientas cauteloso. Sin embargo, esto no significa que tengas que evadirte; significa que estás justo donde tenés que estar. Date el tiempo de permanecer así un poco más y las cosas van a cambiar.
También crees que es importante mostrarles y decirles a tus amigos cuánto los querés. ¿Cuál es la razón?
Porque nos suele gustar la gente a la que creemos que les agradamos. Solía ir a grupos y tratar de hacerme amigos siendo inteligente, eso era lo mío. Pero cuando leí la investigación, me di cuenta de que la cualidad que la gente más aprecia en un amigo es el apoyo del ego, que es básicamente alguien que les hace sentir que son importantes. Cuanto más puedas mostrar a las personas que te gustan y las valorás, mejor. Las estudios muestran que simplemente enviar mensajes a un amigo puede ser más significativo de lo que pensamos.
Al mismo tiempo, tenés muy claro que las personas no deberían culparse a sí mismas si sienten que no tienen suficientes amigos. ¿Por qué resulta tan difícil hacer ese tipo de conexiones?
Quiero que las personas entiendan que es mucho más típico no tener la amistad resuelta. Sin embargo, los datos muestran que muchos carecen de una comunidad, y eso no es motivo de tener vergüenza. Estoy tratando de enseñarle a la gente cómo nadar contra la corriente que nos empuja a todos en la dirección opuesta, porque la soledad es un problema social que nos afecta a la mayoría de nosotros. Nuestras comunidades solían ser integradas, no buscadas.
Las redes sociales son un buen ejemplo. Puede ser una herramienta de conexión, pero la mayoría de las veces la usamos solo para acechar lo que está relacionado con una mayor soledad y desconexión. Sin embargo, eso no es necesariamente culpa nuestra, ya que están diseñadas de tal manera que no las usamos conscientemente; solemos permanecer en ellas sin parar. Y hay muchas razones sociales por las que las personas se sienten solas.
Pero también creo que podemos sostener ambas verdades. Sí, este es un problema sistémico. Pero hay ciertas cosas que se pueden hacer como individuo para aumentar la conexión.
Para aquellos que buscan forjar un nuevo amigo o fortalecer sus amistades existentes, ¿qué consejo podría darle a las personas para lograrlo?
Diría que revise sus contactos, o mire a quién estaba enviando mensajes de texto en esta época el año pasado, y comuníquese. Podés decirles algo simple, como: “Hola, hace mucho tiempo que no hablamos y estaba pensando en vos. ¿Cómo estás?”
Una guía para construir y cultivar amistades
Las amistades son un ingrediente esencial en una vida feliz. A continuación, una guía sobre cómo brindarles el cuidado y la atención que se merecen. ¿Cómo se hacen amistades significativas como adulto? Aquí hay algunas sugerencias, herramientas útiles y consejos de un experto.
- Todas las relaciones requieren algo de trabajo. Para que sus amistades prosperen, concéntrate en tus habilidades de escucha, de compasión y comunicación.
- Es bastante común que las personas sientan celos o envidia hacia sus amigos. Afortunadamente, hay formas de convertir esas emociones en una oportunidad de crecimiento.
- Ser un buen amigo significa ofrecer tu apoyo en momentos de necesidad. Solo recuerda: a veces menos es mejor que más.
- A medida que avanzaba el Covid, muchos confiaron en familiares y amigos cercanos como nunca antes, y algunos nos han dicho sobre su aprecio por esos seres queridos.
Por Catalina Pearson