Algunos productos de venta libre y una dieta balanceada pueden ayudar a mantener el color de los dientes; ¿qué hay que hacer para tener dientes sanos?
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Muchas personas descubren manchas o un color amarillento en sus dientes, y no saben cómo resolverlo. Existen muchos métodos sanos que pueden ayudar a prevenir estos tonos indeseados, o incluso a eliminarlos.
Sin embargo, es importante siempre recurrir a un profesional y prestar atención, porque muchos procedimientos de blanqueamiento dental pueden resultar contraproducentes, ya que desgastan el esmalte del diente y pueden causar una mayor exposición a las caries, o generar afecciones y complicaciones.
A continuación, algunos consejos que podés seguir desde tu casa para tener dientes más blancos.
Formas de blanquear los dientes en casa
- Bicarbonato de sodio: este producto de venta masiva actúa como abrasivo de manera suave y ayuda a eliminar aquellas manchas que se ubican en la superficie de los dientes. Asimismo, cuenta con un efecto antibacterial, útil para combatir llagas en la boca. Se lo puede mezclar con agua para crear una pasta y realizar un cepillado normal con la mezcla.
- Frutillas: gracias a su concentración en ácido málico, esta fruta ayuda a reducir la placa bacterial y atenuar las manchas de los dientes. Se aconseja ingerirla entera, para que se pueda morder bien con los dientes y así limpiarlos adecuadamente.
- Manzana: este es otro de los alimentos que tiene el ácido málico. Por su alto valor en fibras, su consumo también ayuda a la producción de saliva y a combatir las bacterias alojadas en la boca.
- Dentífricos con carbón activado: existen muchas opciones en el mercado que se hacen con este material natural, el cual tiene una propiedad blanqueadora. Esta ayuda a eliminar las toxinas de la boca y disminuir las manchas superficiales de los dientes como las que producen el café o las salsas, además de atenuar su tono amarillo.
- Pasta dental con fluoruro: también conocido como flúor, este compuesto mineral ayuda a fortalecer el esmalte de los dientes y así evita que se generen manchas en su superficie. Asimismo, su uso en odontología ayuda a prevenir las caries y los daños a largo plazo en la boca.
- Tiras blanqueadoras: existen muchos tratamientos para realizar en el hogar, que consisten en cintas que cuentan con un gel que ayuda a disminuir el tono amarillo y eliminar manchas superficiales. Se deben colocar en los dientes por un tiempo específico y, luego, desecharlas.
Consejos para cuidar la salud bucal
Para mantener los dientes blancos es importante mantener una buena rutina que contribuya con la higiene bucal. Esto ayuda a prevenir manchas, daños en el esmalte y otros problemas relacionados con la boca. Algunas de las recomendaciones son:
- Usar hilo dental: se aconseja utilizarlo al menos una vez al día, antes de cepillar los dientes. Esto ayuda a que, al enjuagar la boca, se terminen de remover la placa que se puede acumular en la dentadura.
- Cepillarse los dientes al menos por dos minutos: cada vez que se haga un lavado dental, es crucial tomarse el tiempo necesario para abarcar cada pieza dental con seguridad.
- Cambiar el cepillo: se recomienda adquirir uno nuevo cada tres meses o luego de haber padecido alguna enfermedad infecciosa de las vías respiratorias, ya que se podría generar una acumulación de bacterias en sus cerdas.
- Frecuencia de lavado: es fundamental cepillarse los dientes luego de ingerir un alimento, golosina, infusión o bebida, además de después de cada comida del día.
- Utilizar enjuague bucal: se aconseja utilizarlos al menos una vez al día. Se sugiere usar aquellos que cuenten con fluoruro, dado que esto también contribuirá con el blanqueamiento dental.
- Evitar el consumir de ciertos alimentos: los dulces y las bebidas endulzadas pueden contribuir con la aparición de caries y dañar el esmalte de los dientes, lo que suele generar manchas.
- No fumar: la nicotina y el alquitrán de los cigarrillos provocan decoloración del esmalte y manchas permanentes en los dientes.
- Visitar al dentista regularmente: realizar limpiezas dentales con un profesional y mantener una rutina de chequeo ayuda a cuidar la salud integral de la boca. Algunos profesionales aconsejan acudir cada tres o cuatro meses, aunque depende de cada paciente.