Colesterol alto: el enemigo silencioso
Se estima que unas 280 personas mueren por día por enfermedad cardiovascular siendo una de las causas tener niveles altos de colesterol LDL. En general, no presenta síntomas hasta que una arteria se estrecha demasiado dando lugar a una emergencia médica.
- 5 minutos de lectura'
Un dato revelador sobre la importancia del control de los niveles de colesterol es que la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte a nivel global, por encima del cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas. Se estima que unos 18 millones de personas fallecen por año por este tipo de patologías y se espera que en para 2030 ese número alcance los 24 millones.
Particularmente en la Argentina, las enfermedades cardiovasculares provocan aproximadamente unos 100 mil decesos anuales, lo que implica unas 280 muertes por día y representa la principal causa de muerte prematura tanto en hombres (35%), como en mujeres (28%).
La enfermedad cardiovascular se considera la primera causa de muerte prevenible en el país.
Si bien se trata de una problemática multifactorial, hay fuertes evidencias que demuestran el rol causal del colesterol LDL en la enfermedad cardiovascular. Pero se trata de una problemática silenciosa porque “el aumento de los niveles de colesterol no tiene síntomas específicos” advierte el doctor Pablo Corral (M.P. 93.559), médico especialista en medicina interna, lipidólogo, docente de la Universidad FASTA y presidente de la Sociedad Argentina de Lípidos.
“Muchas veces, la manifestación inicial del aumento de los niveles de colesterol es la muerte súbita, como complicación de un infarto de miocardio o cerebrovascular” asegura Corral.
¿Cuál es tu meta de C-LDL?
Como indica el Dr. Corral, “todo paciente debe evaluarse en el contexto de su riesgo cardiovascular y, a partir de allí, se definirán los objetivos a alcanzar de niveles de colesterol-LDL y se optará por la terapéutica acorde a esta meta”.
En Argentina, solo uno de cada tres pacientes cardíacos cumple con las metas de control de colesterol establecidas por la Sociedad Argentina de Cardiología, pero en el caso de los pacientes de muy alto riesgo cardiovascular este porcentaje disminuye a un 16%.
”Los medicamentos que se utilizan para controlar los niveles del colesterol son seguros y eficaces. Es importante destacar que, una vez controlado el nivel de colesterol-LDL, se debe continuar con la medicación por tiempo indefinido” explica el especialista.
Ni bueno ni malo
El colesterol es una grasa o lípido presente en todas las células del organismo y es necesaria para la producción de hormonas, de vitamina D, para la generación de energía y para que cada célula del cuerpo funcione correctamente.
Al ser una grasa, debe ser transportada dentro de partículas denominadas lipoproteínas; y existen dos tipos principales de estas partículas: las lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés) y las lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés). Cuando el nivel de colesterol-LDL en sangre es alto, puede acumularse en las paredes de las arterias provocando lo que se conoce como placa de aterosclerosis o ateroma, que restringe el flujo sanguíneo.
La enfermedad cardiovascular aterosclerótica se refiere a una variedad de enfermedades causadas por el desarrollo de estas placas. Debido a que estas se acumulan silenciosamente, el riesgo de sufrir un evento cardiovascular no es detectado hasta que ocurre un ataque cardíaco o un infarto cerebral. Cabe subrayar que, la enfermedad cardiovascular aterosclerótica genera el 85% de las muertes cardiovasculares a nivel global.
“La división entre colesterol bueno y malo es incorrecta. El colesterol-LDL no es ni bueno ni malo. Por tener colesterol-HDL alto (el colesterol llamado erróneamente “bueno”) uno no está protegido de las enfermedades cardíacas”, explica Corral. Su afirmación se sustenta en un estudio científico publicado en 2020 que afirma que no todo el colesterol bueno es saludable y la presencia de partículas grandes podrían asociarse a un mayor riesgo de infarto de miocardio.
“Desde hace más de tres décadas, la evidencia científica demuestra la relación causal entre los niveles de colesterol y la enfermedad cardiovascular de origen isquémico. La evidencia demuestra que cuanto más bajos sean los niveles de colesterol LDL, más beneficios se encontrarán en función de la prevención y tratamiento de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica”, añade el experto.
Prevención y control
Existen numerosos factores modificables que pueden generar un alto nivel de colesterol LDL como el sobrepeso, el consumo de alimentos poco saludables, el sedentarismo, el tabaquismo y las pocas horas de descanso. Según datos de la 4° Encuesta Nacional de Factores de riesgo, 3 de cada 10 personas mayores de 18 años tienen niveles de colesterol LDL más altos que lo aconsejable.
Según Corral, la genética es uno de los factores más importantes, aunque es el único que no es modificable. “También pueden existir otras causas secundarias como la ingesta de algunos medicamentos o el cursar otras patologías, como el hipotiroidismo, la enfermedad renal o la hepática”.
Solo el 25% del colesterol está relacionado con la dieta, el resto lo fabrica el propio organismo. La alimentación saludable puede no ser suficiente para que los pacientes de alto riesgo alcancen sus metas de colesterol-LDL.
El lipidólogo sostiene que, si bien todos los pacientes tienen que controlar sus niveles de colesterol, deben tener mayores cuidados aquellos con antecedentes familiares de eventos vasculares ateroscleróticos precoces, como un infarto agudo de miocardio o un ACV isquémico, “quienes deben ser estudiados en forma sistemática, exhaustiva y precoz”, advierte. También quienes transitan enfermedades inflamatorias crónicas (artritis reumatoidea, psoriasis, lupus), infecciones crónicas (VIH), y los enfermos renales y diabéticos”.
_______________________________________________________
Content LAB es la unidad de generación de ideas y contenidos de LA NACION para las marcas con distribución en sus plataformas digitales y redes sociales. Este contenido fue producido para un anunciante y publicado por el Content LAB. La redacción de LA NACION no estuvo involucrada en la generación de este contenido.