Hondo pesar embargó a la comunidad médica por el fallecimiento de Carlos A. Nagle, que se desempeñó como director del Centro de Investigación en Reproducción Humana y Experimental del Instituto Universitario Cemic e investigador independiente del Conicet.
Nagle había nacido en Buenos Aires, el 11 de diciembre de 1943. Como estudiante de la carrera de Medicina ya formaba parte de un equipo de investigación en la Universidad del Salvador y, en 1970, se graduó como médico en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Se entrenó en centros de excelencia de los Estados Unidos y de Europa, como el Massachusetts Institute of Technology (MIT), los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, la Universidad de Pittsburgh, la Universidad de Emory, en Georgia, y el Centro de Investigación en Primates de Nueva Inglaterra, entre otros.
Alrededor de 1970, publicó sus primeros trabajos científicos y se incorporó en el Conicet. Fue reconocido mundialmente por la descripción de la biología, genética y fisiología del primate sudamericano Cebus, vulgarmente conocido como "mono capuchino". Sus estudios condujeron a la creación del programa Helping Hands, del Albert Einstein College of Medicine, en la Universidad Yeshiva, que emplea a estos primates especialmente entrenados como auxiliares de personas discapacitadas.
Nagle fue fundador del Programa Latinoamericano de Capacitación e Investigaciones en Reproducción Humana, con sede en México, y de la Sociedad Latinoamericana de Primatología, además de miembro de varias sociedades científicas nacionales e internacionales. Además, fue miembro del comité editor de diversas publicaciones científicas.
Escribió capítulos en 12 libros de su especialidad y fue reiteradamente distinguido por su labor. En 2004, fue nominado Profesional de la Salud Internacional de 2005 por el International Biographical Centre, de Cambridge, Inglaterra, entre decenas de miles de científicos. Distinguido con la medalla de honor por el American Biographical Institute, de North Carolina, en los Estados Unidos, y vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Reproducción Humana, se lo recordará como un gran profesional y ser humano.
LA NACION