A Jacinta Martínez Ranceze, una atleta multipremiada en competencias locales e internacionales, nada la detiene
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“Cuando era chica soñaba que era una sirena, no un pez: una sirena”, dice Jacinta Martínez Ranceze de 21 años. Sus ojos son puro brillo y en su cara se dibuja una enorme sonrisa. Al hablar, tiene una energía especial que cautiva a cualquiera que la escucha. “El agua es mi medio, es mi segundo hogar”, agrega esta joven nadadora, multipremiada atleta y referente de la natación artística.
Su conexión con ese universo fue inmediata: tenía apenas seis meses cuando arrancó con clases de natación junto a su mamá Raquel, su gran sostén y cómplice. Con el tiempo, este deporte se transformó en su estilo de vida., “El agua es mi pasión, disfruto muchísimo de estar en la pileta o en el mar, me siento en otro mundo”, relata Jacinta, mientras su madre asiente con la cabeza y se ríe a la par de su hija.
No obstante, fueron unas vacaciones en Mar del Plata cuando todavía era una niña, las que marcaron un antes y un después en su vida. Jacinta quedó hipnotizada viendo una competencia de nado en aguas abiertas que se disputaba entre guardavidas. Se trataba de un circuito de 2000 metros entre las turbulentas olas, típicas de la zona. Para la sorpresa de su mamá, Jacinta quería correrla, aún sin haberse entrenado previamente. Y aunque le llevó un rato, la convenció por insistencia gracias a la frase “confía en mí”, que le repitió hasta el cansancio y que, desde ese momento, se convirtió en su lema de vida y título de su reciente libro como parte de la colección infantil Somos Deportistas, a través del cual narra su historia.
Sin embargo, fue recién en 2017 que una referente del nado sincronizado la contactó para competir en aquella disciplina, la que cautivó a esta adolescente porque “une las dos cosas que más me gustan: nadar y bailar”, cuenta Jacinta. Desde entonces, dejó de lado las otras actividades que hacía como el taekwondo para dedicarse de lleno a esta nueva faceta que la lleva a recorrer todo tipo de torneos, desde los que son para chicos con discapacidades cognitivas hasta los que no. Y su desempeño suele dejar atónitos a entrenadores y espectadores.
Hasta el momento, lleva ganadas aproximadamente doce medallas. Las últimas dos las obtuvo este año en Charlotte, donde se disputó el Mundial de los Estados Unidos, y del cual salió campeona en las categorías de “solo libre” y “figuras”. Pero estas no son las únicas medallas de oro que conquistó. En 2019 se coronó en el Open Europeo de Natación y Natación Artística en Cerdeña, Italia, en el “solo técnico” donde se lució al ritmo de la reconocida canción Living la Vida Loca y en el “solo artístico” que interpretó al ritmo de “Adiós Nonino”.
Los entrenamientos son en el Cenard, al que asiste tres veces por semana durante tres horas diarias y donde comparte la pileta con otro grupo de chicas. “Cuando entreno me divierto, me gusta gozar del agua. Me siento con mucha adrenalina y pasión”, resalta Jacinta.
Pero esta devoción no viene sola. “Jachu”, como le dicen en su entorno más cercano, es fanática de La Sirenita, una de las legendarias princesas de Disney a quien admira profundamente. En ella se siente identificada y encuentra inspiración de manera constante. “Ariel –nombre original del personaje- es muy curiosa como yo, también es inteligente, valiente, le encanta nadar y luchar por sus sueños. Además, tiene un papá que no confiaba en ella y tuvo que luchar para demostrarle que sí podía. Tuvo mucha paciencia y el papá tuvo que confiar, al igual que me pasó a mí”, cuenta Jacinta muy segura de sus palabras. Y la magia no para de llegar. Hace tan solo algunos meses, fue elegida por Disney para ser la cara de su campaña “Disney Princesa” junto a atletas de otras partes del mundo.
Y es que ella es así: confiada y decidida, un claro ejemplo de constancia y perseverancia. Cuando terminó el colegio estudió Formación para el Empleo, en la Universidad Católica Argentina y también se recibió de un seminario en Catequesis que hizo en la Catedral de San Isidro. “Me encanta mi vida y todo lo que hago”, dice la joven. Y este año lo que menos le sobra es el tiempo. Su agenda está repleta de actividades y desafíos: está haciendo una especialización en cocina y un curso de Panadería Profesional en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG), y un taller de actuación con Cris Morena. “No tiene más espacio, pero en casa no existen los límites”, comenta Raquel.
Con gran vocación de chef, Jacinta cuenta que entre sus recetas predilectas se encuentran los panes, entre ellos el brioche y el integral, el roll de canela, los brownies y los scons. También destaca que es muy buena haciendo pastas, “en la clase de esta semana hicimos ñoquis caseros que después me los llevé a casa”, cuenta, y su papá festeja aquel plato y agrega que eran con salsa bolognesa.
De cara a los Juegos Paralímpicos de Paris en 2024, dice que su propósito es incentivar a que todos hagan deporte “porque el techo no existe y es algo que hace bien espiritual y físicamente”, pero por sobre todo, resalta que las cosas “se logran de a poquito, con paciencia, esfuerzo y dedicación”. Porque cuando se trata de hacer, no hay nada ni nadie que la frene.
¿Cuál es tu sueño, Jachu?
Mi sueño es inspirar a la gente, en todo sentido.