El botox (toxina botulinica tipo A) que permite reducir y prevenir signos de envejecimiento, se conoce como brotox cuando se utiliza en el cuidado estético masculino
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Pasan los años y factores como la edad y la genética producen los eventuales signos de envejecimiento. Arrugas, piel flácida y más delgada, manchas pigmentadas y resequedad, son algunas de las señales que ponen de manifiesto la proximidad con la vejez.
El ámbito de la estética ha sido durante décadas un campo en el que las mujeres preponderaban. Sin embargo, en los últimos años el paradigma parece haber cambiado con el aumento de consultas por parte de hombres.
Un relevamiento realizado por la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos (ASPS) demuestra que en 2018, alrededor de 1.092.103 hombres eligieron someterse a procedimientos cosméticos mínimamente invasivos (Botox, rellenos de tejidos blandos, tratamientos con láser), lo que refleja un aumento interanual del ocho por ciento. La misma institución señala que la cantidad de dinero que los hombres gastan en tratamientos de toxina botulínica (Botox) ha aumentado un 400% desde el año 2000.
Cabe mencionar que el aumento de la demanda de este tipo de procedimientos no invasivos abarca también a las generaciones más jóvenes. Prueba de ello es el hashtag #Brotox que llega a tener 18,5 millones de visitas en Tik Tok.
Brotox: el cambio de paradigma en una industria en la que dejan de liderar las mujeres
El diccionario Collins señala que el término ‘Brotox’ hace referencia a los miles de hombres en los Estados Unidos que recibieron inyecciones de Botox en los últimos años y abren paso a una nueva era del cuidado masculino en la que la cuestión estética no se limita a varones metrosexuales preocupados por su imagen.
“Hoy en día está normalizado que el hombre se ocupe más de su estética, no diría aún que al mismo nivel de las mujeres, pero con certeza cada vez se animan más y, en especial, a los tratamientos que no son invasivos”, revela el médico cirujano Cristian Corchuelo (M.N. 108679).
¿Qué es en concreto el Botox? La Clínica Mayo –entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación– informa que es un líquido inyectado en un músculo que tiene como finalidad paralizarlo. “Tiene propósitos más allá de la reducción de las arrugas, incluido el tratamiento de los espasmos del cuello, la sudoración, las migrañas y el ojo vago”, señala la institución.
“La toxina botulínica –término médico que se le adjudica a la sustancia– se clasifica como un neuromodulador que bloquea de forma segura las señales nerviosas de los músculos faciales”, dice a LA NACION Ignacio Stoppani (M.N. 139691), médico especialista en cirugía plástica, que añade: “Cuando los músculos dejan de contraerse, la piel que los recubre se relaja y se alisa”.
Según relata, en su consultorio tiene una gran demanda masculina de tratamientos con inyectables entre los que se destacan: los de reborde mandibular, marcaciones faciales, rellenos y disminución de marcas de envejecimiento.
“El motivo principal por el que vienen a consulta es porque comienzan a notar cambios con el aumento de la edad y sienten que la cara les cambió y perdieron cierto atractivo”, destaca. También agrega que hay mucho pedido en los periodos previos a eventos o cuestiones profesionales puntuales. “Estacionalmente la frecuencia en consultas aumenta en los meses de agosto y septiembre que es cuando se empiezan a preparar para el verano”, añade el Dr. Stoppani.
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Es su caso, Stoppani estima que un 60% de sus pacientes son mayores de 40 años y el restante son menores a esa edad. “Predominan las cuestiones vinculadas a la pérdida de volumen y empezar a hacerse tratamientos preventivos”, enfatiza.
No obstante señala que “de cinco pacientes que vienen a consulta, al menos tres suelo desestimar porque vienen con demandas irreales o demasiado invasivas”.
Ambos profesionales comunican que, respecto de los efectos secundarios de las aplicaciones, algunos hombres experimentan secuelas menores como: enrojecimiento temporal, hinchazón, hematomas o sensibilidad en el lugar de la inyección.
La ASPS menciona que los procedimientos con inyectables son rápidos y mínimamente invasivos, aptos para una amplia gama de personas. En general, la institución destaca que los hombres que cumplen con los siguientes criterios son candidatos para los tratamientos mencionados:
- Estar físicamente sano.
- Sin antecedentes de enfermedad neuromuscular.
- Tener al menos 18 años.
- No tener alergia al huevo.
“Los buenos candidatos para las inyecciones de Botox también deben tener expectativas razonables y saludables sobre los resultados que el procedimiento estético puede ofrecer. Quienes no estén seguros deben programar una consulta con un cirujano plástico certificado y con experiencia para analizar sus objetivos y los resultados que esperan lograr”, advierte la instución.
Asimismo, cabe destacar que como otros tratamientos estéticos no quirúrgicos, los resultados de la aplicación de toxina botulínica son temporales pero, en general, pueden durar de cuatro a seis meses en promedio.
En cuanto al futuro del vínculo entre la medicina estética y los hombres, el Dr. Stoppani dice: “No creo que haya diferencia en cuanto a demandas estéticas respecto del sexo, veo la situación más equiparada teniendo en cuenta que la diferencia actual que hay entre hombres y mujeres es ínfima”.