En una de sus formas, la tasa de éxito de los tratamientos es del 100%; en la otra, ronda el 50 por ciento
De los distintos problemas de fertilidad que pueden afectar a una pareja, aproximadamente la mitad responde a factores masculinos. Más precisamente, explica el doctor Jorge Blaquier, director de Fertilab, "una tercera parte de los problemas de fertilidad son exclusivamente femeninos, otra tercera parte son exclusivamente masculinos, y una última tercera parte responde a factores mixtos".
De aquellos trastornos exclusivamente masculinos, la azoospermia es uno de los más graves y más complejos –aunque afortunadamente no es el más frecuente–. "La azoospermia es la ausencia de espermatozoides en el eyaculado, y representa aproximadamente entre el 2 y el 3% de los trastornos de fertilidad masculinos que vemos en una clínica de fertilidad", explicó el doctor Blaquier.
En la actualidad, existen diferentes tratamientos que ofrecen tasas de éxito también distintas, y que dependen de qué tipo de azoospermia se trate. Básicamente, existen dos tipos de azoospermia: la obstructiva, que se caracteriza por una obstrucción de los conductos que permiten el paso de los espermatozoides del testículo al eyaculado, y la secretora, que consiste en una falla del testículo, que da lugar a una producción aparentemente nula de espermatozoides.
"El tratamiento no es curativo en todos los casos, pero de tratarse de la forma obstructiva, en el 100% se le puede ofrecer al paciente la posibilidad de ser padre [biológico] –aseguró el experto en fertilidad–. En el caso de la forma secretora, las posibilidades de éxito del tratamiento rondan el 50 por ciento."
Opciones terapéuticas
Existen distintas posibilidades de tratamiento para la azoospermia obstructiva: "En algunos casos la obstrucción se ubica en un punto de fácil acceso quirúrgico, lo que permite remediar la obstrucción con una cirugía –contó el doctor Blaquier–. En otros, ya sea por la ubicación de la obstrucción, la extensión de los conductos obstruidos o por la falta de los mismos (agenesia), la reconstrucción es imposible."
En estos últimos casos, es posible obtener los espermatozoides a través de una punción testicular; luego, esos espermatozoides son utilizados en procedimientos de reproducción asistida.
El tratamiento de la forma secretora de la azoospermia sólo es posible en alrededor de la mitad de los casos. "Aproximadamente el 50% de estos pacientes tienen pequeños focos de espermatogénesis [formación de espermatozoides] en sus testículos –explicó Blaquier–. En estos casos, se realizan múltiples y pequeñas biopsias testiculares con la esperanza de encontrar estos focos."
Cuando se hallan espermatozoides, se los congela y se los emplea luego en tratamiento de fertilización asistida. Blaquier aclaró que, si se siguen con las indicaciones médicas, estas biopsias no son dolorosas, como suelen temer los pacientes. "Aunque el tratamiento es ambulatorio, sólo se requieren unas 48 horas de reposo y la aplicación de hielo en la zona tratada para evitar la formación de hematomas", precisó.
Cuándo consultar
La sospecha de que existe un problema de fertilidad sólo debería ser planteada después de que la pareja ha estado tratando de lograr un embarazo, teniendo relaciones periódicas y sin usar métodos anticonceptivos, durante por lo menos un año. Existen sí algunos factores que pueden sugerir, en estos casos, un trastorno de fertilidad masculino.
"Cuando el hombre tiene antecedentes de tratamiento por mal descenso testicular o cirugías pelvianas, como por ejemplo una hernia inguinal en la niñez, un simple espermograma es útil para comenzar con el diagnóstico", comentó el experto en fertilización asistida Jorge Blaquier, director de Fertilab.
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