Vienen días fundamentales para informarse en fuentes confiables, para observar con mirada crítica y evaluar la capacidad e idoneidad de cada candidato; la responsabilidad de los padres de conversar con los hijos que se acercan a votar
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¿Tenemos conciencia de lo poco libres que son muchas de nuestras decisiones? El entorno nos influye, afecta nuestra capacidad para pensar y resolver, y no siempre de la mejor manera. Esto nos ocurre siendo adultos educados y formados, que desarrollamos a lo largo de los años cierta capacidad para pensar, dudar, discutir, discernir, evaluar fuentes de información, y para no dejarnos llevar por piedritas de colores o modas pasajeras. Es de un enorme riesgo para nuestros chicos y jóvenes (y también para otros adultos que no tienen esa capacidad de discernir) que son aún más fácilmente “arrastrables” que nosotros ya que no tienen las herramientas afiladas para poder pensar y eventualmente decidir en libertad sin dejarse llevar.
El tema me preocupa para infinidad de cuestiones, pero hoy me gustaría aplicarlo a las elecciones en nuestro país: estamos a pocos días de votar en las PASO, y cada partido/candidato tiene asesores que lo ayudan a encontrar la mejor forma de “venderse” a los votantes. Cómo vestirse y peinarse, de qué hablar y qué callar, cómo decirlo, en qué tono, en qué momento, esos temas pasan a ser más importantes que presentar sus ideas y proyectos para cuando sean elegidos. Si no estamos muy atentos corremos el riesgo de terminar votando a personas que nos resultan interesantes o atractivas por cuestiones ajenas a lo que tienen pensado hacer cuando lleguen al gobierno.
Escucho la radio y nos bombardean con mensajes en espacios cedidos para los candidatos donde muchos dicen lo que queremos escuchar y no lo que realmente planean hacer. Por otro lado en los avisos Argentina Presidencia explica que el nivel de trabajo sube, que todo está mejor. El gobierno gasta nuestros impuestos en convencernos de lo bien que está actuando para que volvamos a elegirlo. Cuando las cosas se hacen realmente bien no necesitan “autobombo”, se ven bien a simple vista.
De a ratos siento que me están tomando el pelo, en otros momentos fantaseo con que estoy en otro país donde las cosas son así. Me preocupan, y mucho, los que sí “compran” esos mensajes. Por infinidad de caminos hoy se intenta llenar nuestra cabeza, a menudo subliminalmente, sin que nos demos cuenta de que estamos recibiendo información que puede condicionarnos, en este caso para votar, pero ya dije al comienzo que en realidad aplica para muchos otros asuntos de nuestras vidas.
Vienen días fundamentales para informarnos en fuentes confiables, para observar con mirada crítica todo lo que nos muestran, yendo más allá de lo visible, evaluando la capacidad e idoneidad de cada candidato: de dónde viene, qué hizo antes, por qué realmente creemos que puede gobernarnos. Y conversar con nuestros hijos, los adolescentes que se acercan a votar, y también con los que van a hacerlo en los próximos años, y también con aquellas otras personas cercanas que, por falta de criterio, de oportunidades o de recursos, pueden dejarse llevar por las piedritas de colores que algunos candidatos se esfuerzan para ofrecernos.
No todo lo que brilla es oro
Hablemos con ellos de que no todo lo que brilla es oro, que tengan claro que a veces se gastan fortunas en “armar " candidaturas, sin importar si tienen o no sustento, que para lograrlo estudian, investigan, y se aprovechan de nuestra frustración, miedo, enojo, desánimo, de nuestra sensación de fracaso y de que todo es inútil, y los utilizan para dirigir nuestra intención de voto.
Hablemos con ellos también de que no vamos a rendirnos, que vale la pena intentarlo, que somos muchos los descontentos, los que queremos ver una Argentina sin amiguismos, sin coimas, donde los que gobiernan sean los mejores y más capaces para cada tema, y además honestos y con deseos de trabajar por y para nuestra patria. Que nos vean pelear para lograr un país en el que los jóvenes quieran quedarse y se preparen para trabajar, en lugar de soñar con irse por falta de seguridad y oportunidades. Que nos vean colaborar con el partido que nos inspira confianza y, entre otras cosas, anotarnos como fiscales e invitarlos a hacer lo mismo.
Pero primero tenemos que creerlo: que vale la pena, que no podemos ni debemos entregarnos ni rendirnos, y tampoco aceptar ingenuamente todo lo que nos dicen. Si no nos comprometemos y comprometemos a nuestros seres queridos las cosas no van a cambiar y seremos parte responsable de ese no cambio. Me preocupa sobremanera el ausentismo en las PASO de otras provincias, que habla claramente de la desesperanza y de los brazos caídos de muchos de nuestros compatriotas. Como expresa el preámbulo de nuestra Constitución hagámoslo “…para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino.”
Psicóloga especializada en crianza