La vida de las personas está signada por sus usos y costumbres, y éstos tienen que ver con su historia y su cultura, pero también con su circunstancia. Un aquí y ahora lo suficientemente importante pueden llevarse por delante cualquier predeterminación del pasado por más fuerte que ésta sea.
Un mantenimiento del cuerpo delgado efectivo a largo plazo es aquel que busca mantener la comida a distancia justa y se ocupa de prevenir el futuro engorde para que no vuelva a ocurrir. El verdadero tema es cómo vivir, no qué comer. ¿Qué es importante cuando saco la comida de más? ¿Para qué sirve haber adelgazado?
En el trabajo de vivir mejor aparecen sorpresas. La vida que se llevaba de obeso, presa del exceso y, a veces casi discapacitados, los había llevado a una idea de vejez que no se condecía muchas veces con la edad real. La obesidad muchas veces es la culpable de una vejez prematura que la persona adopta como propia y que abandona inmediatamente comenzado el camino de retorno al cuerpo delgado.
La energía perdida aparece con las primeras 24 horas de dieta sin necesidad de esperar a llegar al peso ideal. Es una seudodepresión encubierta que está más ligada a la impotencia por no poder parar de comer que a la gordura misma.
Cuando la persona se siente "potente" en el control de la comida se siente mucho más potente en sí misma.
Muchos de los deseos a que se había resignado apelando a una madurez mal entendida reaparecen con más fuerza que nunca para volver a formar parte de la lista de las posibilidades.
Los pacientes llegados al peso empiezan a preguntarse mucho más por el futuro que por el pasado. Recuperar el cuerpo trae aparejado recuperar el goce que se apoya en éste.
Los pacientes trabajan permanentemente en paralelo el pasado de exceso y el presente de medida.
No olvidar de dónde vengo y la capacidad de desorden que tengo es tan importante como saber dónde estoy y cómo quiero seguir.
El amor, los miedos, la familia y el trabajo, etcétera. Todo puede ser resignificado a partir de los cambios personales, y es importante que esto suceda.
La comida ha jugado un rol importante en la vida del obeso. Las inquietudes (alegrías, tristezas, enojos, etcétera) calmadas con comida, la soledad mitigada con comida, el aburrimiento tolerado con comida, el placer basado en la comida, deberán ser tratados.
La idea es que la comida se va sola y la vida se viene con todo. El trabajo en grupos terapéuticos bien dirigidos tiene la particularidad de despertar la imaginación más dormida. El grupo es una fuente de creatividad y de herramientas. La persona que trabajó en adelgazar para recuperar un cuerpo que creía perdido se merece estar acompañada y contenida en la hermosa tarea de conservarlo.
Los cambios de vida son deseables a cualquier edad y permiten trabajar sobre los grandes temas del ser humano.
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