Un roadtrip de 2700 kilómetros con la libertad de elegir el rumbo cada mañana por bosques, lagos, montañas y pueblos desconocidos
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Neuquén, de sur a norte, en motorhome, con una nena de tres años y un bebe de nueve meses. Serán 2700 kilómetros en un roadtrip de 15 días, que lleva por toda la provincia, del clásico San Martín de los Andes, pasando por Aluminé, Pino Hachado y Chos Malal hasta Las Ovejas, entre muchos otros sitios. Todo un desafío. La aventura comienza en Bariloche, donde alquilamos el camper. Después de disfrutar un rato de ese pequeño ambiente con baño, cocina y cama integrada, pasamos por el supermercado para aprovisionarnos para los próximos siete días. Atrás, atados, los chicos se entretienen mirando por la ventana. El primer tramo es por el bosque patagónico con destino a Villa Traful buscando la tranquilidad del lago homónimo. Parada obligatoria en la Ruta de los Siete Lagos por su bosque hundido y sus múltiples actividades al aire libre. A la noche la cocina hace su debut. Sentados, mirando por la ventana, disfrutamos de las estrellas y la calma que produce el agua al chocar con las piedras de la playa. Experiencia inigualable.
Al planear un viaje de este tipo es prudente analizar los lugares a visitar, las zonas de abastecimiento, las áreas a pernoctar, el estado de las rutas y hasta contar con un conocimiento básico en mecánica o primeros auxilios, como cambio de cubierta, agua, aceite, colocación de cadenas y otros detalles que suelen ser simples, pero que separan al éxito de un rotundo fracaso. También es importante hablar con gente local para descubrir aquellos tips o lugares que solo conocen aquellos que viven la tierra todo el año. Además, es vital definir el punto de retiro y entrega de la unidad, que puede ser el mismo o pagar un extra y realizar el drop off en otra ubicación.
Algo particular de esta forma de viajar es poder decidir y cambiar rápidamente el rumbo. Por el camino de los Siete Lagos y dejando por un rato la ciudad de San Martín de los Andes jugamos con la nieve de las montañas, todavía blancas por las últimas nevadas.
Siguiendo el itinerario retomamos el norte hacia el Lago Lolog. La villa es pequeña y tranquila. En el verano suele recibir una horda de turistas que vienen por la playa y sus aguas. Además de poder cambiar la hoja de ruta con facilidad, el vehículo brinda una libertad única: se evita correr para llegar a un check in o la preocupación de dónde dormir cada noche.
El propio camino expone las capacidades y cualidades de la casa rodante. A medida que se vive y se experimenta, se logra potenciar su uso y disfrute. Uno de los placeres, y que la mayoría de los viajeros destaca, es la capacidad de frenar donde se quiere. Tras rodar la ruta 40 y conectar con la RP 23, entre Aluminé y Rahue, frenamos para almorzar en medio de la naturaleza. El río Aluminé de color verde y sus fieles ñires teñidos de naranja acompañan el momento. En el horizonte los picos nevados quedan al descubierto. Una escena de película, somos los únicos en el camino.
Poder desplazarnos sin horarios y con un itinerario flexible ayuda a descubrir un imperdible de Neuquén. Villa Pehuenia es un páramo en la estepa patagónica. Los bosques de araucarias, coihues y otros ejemplares posan junto al gran lago Aluminé. El verde vuelve a envolver la ruta mientras el azul marino del lago se extiende sin fin. Ubicados en el área marcamos en el mapa la próxima parada. Por la fuerza y tracción de la camioneta sorteamos el mal clima para hacer pie en el parque de nieve Batea Mahuida, administrado por los mapuches puel. Aquí las actividades brotan como las termas sobre la cordillera, como trekkings por los bosques de araucarias y otras dinámicas divertidas, todas con vista de ensueño.
A pocos kilómetros de Villa Pehuenia se encuentra Moquehue. Este pequeño asentamiento se ubica a orillas del lago que lleva su nombre. Cerca de 300 habitantes respiran el aire puro y la libertad de la montaña. La hospitalidad del camino hace que una pareja divertida, viajera y con vastos años de experiencia nos reciba en su complejo de cabañas junto al lago. Es como si hubiera un código implícito donde la solidaridad se potencia entre los fanáticos de las motorhome. Así es como Chichino y Adriana, los anfitriones, invitan a una clase de buceo en el lago mientras presentan orgullosos su propia casa rodante. Siempre hay lugar para más sorpresas. Así es el camino.
Gracias al espacio de la motorhome se torna sencillo resolver situaciones cotidianas como hambre, aburrimiento, descanso o simplemente estirar las piernas. En un vehículo tradicional estas actividades se vuelven casi imposibles o requieren de otros tiempos y condiciones. Vamos de un tirón por la RP 46, con vistas escénicas entre Moquehue a Zapala y de ahí a Pino Hachado.
Este destino fue una revelación no solo por su épico paisaje y exótica ubicación, sino por Hernán, un hombre que hace 30 años decidió emprender una aventura sin igual al levantar con sus manos un complejo de cabañas en plena cordillera de los Andes y a escasos kilómetros de la frontera con Chile, ruta nacional 242. En un escenario mesozoico realizamos un paseo en trineos huskies hacia el corazón de la montaña, donde el paisaje es absolutamente blanco y los árboles desaparecen del horizonte. Un ambiente que se confundiría con la Antártida si no existieran los mapas digitales. Por la tarde, en soledad, recordamos algo sumamente importante y que se nos indicó al comienzo: la administración de energía y carga del agua. Tener conocimiento de aquellos lugares donde se puede cargar la camioneta vía enchufe o abastecerse de agua acorta tiempo y evita dolores de cabeza.
La hora del ripio
El norte neuquino entraña una belleza particular contrastando fuertemente con el sur provincial. El asfalto acompaña gran parte del trayecto de Pino Hachado, Las Lajas, Chos Malal, hasta el pequeño y pintoresco pueblito de Las Ovejas. A partir de aquí el camino es de ripio, por el momento del año y las crecidas, se torna sumamente dificultoso. El formato de la camioneta, 4x2, dinamita la ilusión de conocer Los Bolillos y la base del volcán Domuyo, sin embargo, gracias a la policía de Varvarco, viramos el rumbo hacia el pueblo de Manzano Amargo. Sus 500 habitantes viven en medio de la naturaleza, donde los picos nevados son algo común y las paredes rocosas parecen no tener final. Otro hito del norte es Huinganco, con sus cerezos en flor en las veredas y las montañas que parecen los Himalayas, tanto por su cercanía y abrupta altura.
Para el final del viaje, siguiendo el consejo climático de la pareja de Moquehue, bajamos dirección al sur, hacia Cavihaue. Ubicado a merced de la montaña y junto al lago, se lo conoce por sus actividades de nieve en el invierno; los baños termales y las excursiones a cielo abierto del verano. Dos sitios destacados y de moda en tiempos de redes son el salto del Agrio y el volcán Copahue.
Con el cuentakilómetros en 2000 km y un sinfín de cargas de gasoil encaramos la ruta hacia Neuquén para visitar la capital y un paso fugaz por el museo de los dinosaurios en El Chocón.
El final es donde partimos, Bariloche. Dando un grito al aire de alegría confirmamos la aventura en motorhome como una herramienta logística imprescindible a la hora de apreciar nuestros caminos y su naturaleza.
Datos útiles
Precio
El costo diario del alquiler de una motorhome ronda los US$300 al tipo de cambio oficial (BNA).
Carga de energía
En los campings hay enchufe para recargar la camioneta evitando la carga vía gasoil. En ruta se carga sola con la propia batería del auto.
Combustible
La motorhome posee una autonomía de 600 a 800 km. Utilizan diesel Premium. Hay estaciones a distancias lógicas en la región sur. En el norte neuquino, mejor cargar cuando se encuentre una. No especular con el bajo nivel, cargar siempre que se pueda.
Accesorios
Las agencias suelen alquilar con costo aparte mesa de camping con sillas, reposeras y bicicletas. Suelen incluir dentro del costo sábanas, toallas, heladera, anafe, utensilios/ollas, microondas, tv, cadenas, manguera, 2 sillas plegables, 1 mesa, kit limpieza, parrilla.